Es increíble la manera en la que Donald Trump y sus funcionarios mienten. El descaro ha llegado a límites insospechados y México debe prepararse para futuras agresiones de una administración embustera que ha hecho del engaño su eje de gobierno.
John Kelly, secretario de Seguridad Interior de los Estados Unidos, es el más fiel representante de esta política y vino a mostrarnos la manera en la que manejarán la relación bilateral; un doble discurso majadero que declara una versión diplomática para la foto oficial, y ejecuta todo lo contrario en los hechos.
Kelly, junto con el secretario de Estado, Rex Tillerson, habló en México durante visita oficial y aseguró que no habrá deportaciones masivas y que no utilizarán fuerza militar en la búsqueda de migrantes, cuando horas antes el presidente Trump aseguró que limpiar su país de “pandilleros y criminales indocumentados” sería precisamente una operación militar.
Es más, un día antes de su visita oficial, Kelly, un hombre que hará mucho daño a México, firmó sendas directrices que no solo endurecen la cacería de migrantes en su país, sino que, violando todo acuerdo previo y abusando de su vecino del sur, deportará a territorio nacional a todo migrante indocumentado que logre cruzar su frontera, independientemente de su nacionalidad.
Pero no todas las noticias son malas. Es de celebrar el leve endurecimiento del discurso del gobierno mexicano ante estas majaderías infinitas. Es bienvenida la postura del canciller Luis Videgaray —quien parece haber entendido que la sumisión no es el camino—, de que no aceptaremos migrantes de otros países, a menos que se compruebe su nacionalidad mexicana.
Es bienvenida también la postura del recién ratificado embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez, un viejo lobo de mar, quien va hacia ese país a recordarles que las leyes migratorias obligan a las autoridades mexicanas pero no al Estado Mexicano, y que Mexico tratará a Estados Unidos en términos de reciprocidad.
Entendámoslo de una vez por todas, la colaboración con el gobierno de Trump es insostenible y una vez que se rompió el acuerdo sobre la frontera y los migrantes, México debe empezar a poner sus propias reglas para evitar que nos llenen la frontera de miles de indocumentados de cualquier país. Es necesario que de ahora en adelante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto devuelva golpe con golpe y no negocie de ninguna manera en desventaja.
Aunque nuestro país ha soportado insultos una y otra vez, todo parece indicar que comenzaremos a responder. Ojalá en el Gobierno Federal entiendan que necesitamos más que nunca una posición decisiva, sin exabruptos, pero con firmeza y claridad.
PARA EL REGISTRO ¿Soy el único que piensa que el Presidente Peña Nieto no debió recibir a estos emisarios del tirano? *** Hablando de embustes, una completa burla los ajustes al baja de las gasolinas ¿o no? Gracias. Buen fin de semana.
@betata75