Negación, impedimento contra el cáncer en niños y adolescentes

*15 de Febrero,  Día Internacional  de la lucha contra el Cáncer Infantil

En cuántas y cuántas ocasiones por temor, hemos hecho o dejado de realizar cierta actividad o rehuido un compromiso por las consecuencias que esto nos puede acarrear, máxime si en ello se ven involucrados afectos o seres queridos. En una palabra, cuántas veces el pánico y la negación nos paraliza e impide ver con claridad la gama de opciones que tenemos para salir delante de tal o cual circunstancia.

En el caso del cáncer no es la excepción, ya que cuando la persona es diagnosticada con este padecimiento, lo primero que se nos viene a la mente como un mecanismo de autodefensa es decir: “no, no puede ser”, “a lo mejor confundieron los resultados y el diagnóstico corresponde a otra persona” o simplemente en un exceso de soberbia decimos: “no a mí no me puede dar” y si se trata de nuestros hijos, menos.

Y es precisamente esa negación, lo que nos lleva en muchas de las ocasiones, a perder un tiempo valioso, en aquellos casos cuando el médico de primer contacto presume que está ante un posible caso de cáncer infantil; lo que da como resultado un diagnóstico y tratamiento tardío.

“El hecho de que los padres se nieguen a considerar que su hijo pueda tener cáncer, los hace llevarlos de un lado a otro, esperando oír lo que ellos quieren, es decir, que les digan que su hijo no tiene nada, provoca una pérdida de tiempo invaluable; ya que cuando por fin se confirma el diagnóstico, la enfermedad ya está muy avanzada y poco se puede hacer al respecto”, afirmó Mercedes Campos Gutiérrez, médico  general, egresada de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México).

Por lo que exhortó  a los padres de familia o tutores a demostrar el amor a sus hijos, superando el miedo y siguiendo la recomendación del médico familiar o de primer contacto,  de llevar al niño  –de entrada- a realizarse una biometría hemática para determinar si se trata o no de un algún tipo de cáncer infantil.

infantil

En nuestro país el cáncer infantil representa la segunda causa de muerte, ente la población de 4 a 15 años, sólo después de los accidentes. De acuerdo a la Secretaría de Salud al año se registran 5 mil nuevos casos.

De ahí que en el marco del Día Internacional de la lucha contra el Cáncer Infantil –cuyo objetivo para este es que ningún niño se quede sin tratamiento-, Campos pidió a padres y/o tutores a “no echar en saco roto la opinión de los médicos de primer contacto, cuando éste presuponga que el pequeño pueda tener leucemia; el tipo de cáncer más común entre niños y adolescentes.

En el caso de los adolescentes les pidió no quedarse callados, ya que por vergüenza ocultan síntomas,  lo que provoca en muchas de las veces su fallecimiento, ya que cuando es inevitable que los vea el médico la neoplasia ya se encuentra muy avanzada.

Argumentó que aun cuando el padecimiento no es muy frecuente, 3 de cada 4 casos corresponden a Leucemias Agudas Linfoblásticas; siendo más frecuentes entre niños (varones) de 2 a 4 años edad”, que junto con los Linfomas y los tumores en el Cerebro y el Sistema Nervioso Central son los que más se presentan entre la población infantil y juvenil.

¡Alerta con los síntomas!

Dolores no justificados, palidez, pérdida de apetito y peso sin causa aparente, fiebre, moretones –sin algún golpe previo- cansancio, falta de alegría, desinterés por los juegos propios de su estado; y mal estado en general, constituyen señales de alarma que no se deben pasar por alto porque podría tratarse de cáncer.

Por lo que si su hijo (a) presenta algunos de estos síntomas acuda inmediatamente a la unidad de salud más cercana, o si su economía se lo permite al Pediatra; y aunque no necesariamente se trata de una neoplasia, cuando menos podrá tener un diagnóstico precoz y, en consecuencia, un tratamiento oportuno.

Si su miedo a que su hijo tenga cáncer es por no tener los recursos para atenderlo, eso no debe ser un impedimento ya que el Seguro Popular cuenta con una partida para dar atención a niños y adolescentes con cáncer.

En entrevista con Hablemos de Cáncer….sin Miedo Mercedes Campos hizo énfasis en que si el menor presenta “fiebre sin causa aparente, debilidad y cansancio, falta de apetito e infecciones en estómago y garganta constantemente, palidez,  dolor en las articulaciones, sangrados, dificultad para respirar o aparición de moretones en su cuerpo sin que se haya caído o golpeado previamente, crecimiento de hígado y vaso; así como inflamación en los ganglios, glándulas parótidas y testículos, puede tratarse de un caso de Leucemia Aguda Linfoblástica”.

Insistió que “el propósito es atenderlos a tiempo, porque si se llega cuando el padecimiento está avanzado, aunque se tenga dinero para tratarlo, poco se puede hacer”. Gracias a las nuevas investigaciones y a las Terapias Blanco, el 70 por ciento de los niños y adolescentes con cáncer logran curarse.

Finalmente invitó a los padres o tutores a seguir las recomendaciones del médico de llevar al niño a realizarse de entrada una biometría hemática, para determinar si se trata de dicha enfermedad o no; “porque en muchas de las ocasiones o hacen caso omiso al diagnóstico previo y no se les vuelve a ver por el consultorio o abandonan el tratamiento a mitad del camino”.

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