Irene Licona Ocaña
La epilepsia es uno de los trastornos neurológicos crónicos más frecuentes que afecta a personas de todas las edades. Se estima que a nivel mundial 50 millones la padecen. De los cuales 3.6 millones se encuentran en México, informó Leticia Munive, presidenta de la Sociedad Mexicana de Neurología Pediátrica.
Preciso que el universo de epilépticos que existe en nuestro país, al 75 por ciento de ellos se les presenta la enfermedad en la edad pediátrica. “Diariamente en el Instituto Nacional de Pediatría (INP) se reciben entre 40 a 50 pacientes con epilepsia; lo que representa entre el 70 a 80 por ciento de la consulta”, añadió.
En conferencia de prensa, en el marco del Día Internacional de la Epilepsia, que se conmemora el 8 de febrero, se explicó que en este padecimiento hay un desorden bio-eléctrico de neurotransmisores en el sistema nervioso central que produce alteraciones de conducción eléctrica “como un cortocircuito” que produce crisis epilépticas recurrentes; las más frecuentes manifestadas por movimientos convulsivos, en otras ocasiones alteración de la alerta, alucinaciones, periodos de amnesias, trastornos conductuales, trastornos sensitivos siempre auto-limitados (de corta duración).
Las causas son diversas: a nivel prenatal y perinatal por factores que disminuyen la oxigenación cerebral, alteraciones metabólicas, neuroinfecciones, malformaciones del cerebro, accidentes (traumatismo craneoencefálico), tumores, eventos vasculares cerebrales, entre otros.
Las crisis epilépticas pueden producirse en cualquier área del cerebro, pueden ser breves (segundos) o no detenerse (estado epiléptico); pueden ser aisladas o repetitivas. Cuando las crisis epilépticas son prolongadas y repetitivas deterioran las habilidades cognitivas, motoras, pueden presentar regresión de habilidades previamente adquiridas e incluso condicionar la muerte del paciente, detalló la especialista.
Afortunadamente la mayoría de los pacientes con epilepsia logran controlarse con un medicamento antiepiléptico, sin embargo, 20 por ciento de ellos requiere el uso de dos o más medicamentos; lo cual pueden incrementar el riesgo de efectos secundarios.
Cuando el paciente no logra controlar adecuadamente la combinación de fármacos antiepilépticos y continúa presentando múltiples crisis requiere el uso de tratamientos especiales como el estimulador del nervio vago.
Los esfuerzos de la medicina a través del tiempo han permitido desarrollar alternativas de tratamiento para los pacientes con epilepsia de difícil control, como el estimulador del nervio vago que mejora el control de las crisis epilépticas, reduce el número de fármacos así como los efectos secundarios que éstos producen.
“La discriminación y la estigmatización social que rodean a la epilepsia en todo el mundo son a menudo más difíciles de vencer que la propia enfermedad. Las personas que viven con epilepsia pueden ser objeto de prejuicios, lo que lleva tanto al enfermo como la familia –en el caso de los menores- a no y buscar atención médica para evitar que se les identifique con la enfermedad”, acotó.
Son múltiples las limitaciones que tiene que enfrentar el paciente con epilepsia: ingreso a guarderías, escuelas, puestos de trabajo, acceso a seguros médicos, entre otros.
Por último, Munive enfatizó que es importante romper los mitos, hacer difusión y sensibilizar a la sociedad de la importancia de dar apoyo y favorecer las vías de acceso para que los pacientes con epilepsia no sean discriminados y tengan derecho a todos los tratamientos farmacológicos, quirúrgicos e innovadores como el estimulador del nervio vago.
Neuroestimulación con la terapia VNS
Gracias a los avances científicos, México cuenta ya con la neuroestimulación como terapia para este tipo de epilepsia, que beneficiará a pacientes que no son candidatos para cirugía cerebral, que no desean someterse a una cirugía cerebral, con cirugía cerebral fallida, con discapacidad de desarrollo (MRDD), con crisis de difícil control y personas de cualquier edad (niños, adolescentes, adultos, ancianos).
El tratamiento con VNS (de estimulación del nervio vago) tiene un enfoque único desarrollado específicamente para las personas con epilepsia de difícil control.
Eduardo Ramos Reyna, Neurólogo Epidemiólogo refirió que en todo el orbe más de 65 mil personas han optado por esta terapia para ayudar a controlar sus crisis sin los efectos secundarios que suelen estar asociados a los medicamentos, como la depresión, los mareos, la confusión, los cambios de peso, el cansancio y los problemas para dormir.
En México hasta el momento 2 mil 634 pacientes epilépticos con crisis de difícil control se han visto beneficiados con esta una terapia; de los cuales sólo 121 (4.6 por ciento) tan presentado un control completo de las convulsiones, agregó.
Detalló que la terapia VNS no es un medicamento y no requiere una cirugía cerebral; sino que es un tratamiento que consiste en un dispositivo (generador) similar a un marcapasos y un cable delgado y flexible (derivación) que envía impulsos leves al nervio vago izquierdo, que se encuentra en el cuello; el cual a su vez envía estos impulsos al cerebro para ayudar a controlar las crisis. “Como el tratamiento se realiza automáticamente a intervalos regulares durante todo el día, no debe preocuparse por la pérdida de dosis, garantizando una mejor calidad de vida para el paciente y su reinserción en la sociedad ».
Con este procedimiento que dura cerca de una hora y donde la mayoría de los pacientes se van a su casa al día siguiente, se realiza bajo anestesia general y está a cargo de un neurocirujano, informó Enrique de Obieta Cruz.
El neurocirujano indicó que en la mayoría de los casos, se realizan dos incisiones pequeñas: una sobre un pliegue natural del lado izquierdo del cuello y otra sobre la parte izquierda del pecho, debajo de la clavícula. Se coloca un pequeño generador del tamaño aproximado de un reloj por debajo de la piel, generalmente, en la parte izquierda del pecho. Un cable delgado y flexible conecta el generador con el nervio vago izquierdo, por debajo de la piel en el cuello. La duración de la batería es de 8 a 12 años, y se puede llegar a acortar hasta un 50 por ciento, dependiendo del número de estimulaciones que se realicen.
Entre los beneficios con la Terapia de Estimulación del nervio vago (VNS) es el que mejora el control de las crisis epilépticas, así como las capacidades verbales, memoria, estado de ánimo y capacidad de reacción; disminuye el riesgo de estados epilépticos, accidentes, traumatismos craneoencefálicos, fracturas por ende visitas a urgencias y hospitalizaciones. Es un tratamiento que complementa a los medicamentos antiepilépticos «No los reemplaza», destacó..
«La epilepsia no debe ser una barrera para tener una vida íntegra y feliz» concluyeron los expertos en el marco del Día Internacional de la Epilepsia.
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