Sistemas de salud en colapso

Por necesidad hemos estado cerca de personas que ocupan de la asistencia del Seguro Social, y hemos escuchado de primera mano de la mala atención en sus hospitales.
Nosotros o familiares cercanos también hemos padecido en algún momento las deficiencias con las que trabajan en los institutos de salud pública; desde la falta de medicamentos y personal, hasta condiciones higiénicas deplorables que en muchas ocasiones terminan enfermando más.
Y es que según especialistas en medicina privada, las constantes denuncias de las carencias en los Servicios de Salud Pública y los inalcanzables precios en los servicios médicos particulares causaron que la salud en México se convirtiera en una bomba de tiempo que irremediablemente estalló.
Las voces que aseguran que el sistema de salud ha colapsado vienen de prestigiadas instituciones en educación médica, quienes advierten que nadie ha informado a la sociedad sobre esta situación y, lo peor, que no se están tomando las medidas necesarias al respecto.
De acuerdo a datos estadísticos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que agrupa 34 países, en México la esperanza de vida es de 74 años, contra una media de 80 años, ¡ocupando el lugar 34 de 34!
México también ocupa el deshonroso segundo lugar en tasa de obesidad, lo que ha potenciado en la población padecimientos de diabetes, enfermedades Cardiovasculares e Insuficiencia Renal Crónica Degenerativa.
Tan solo para dimensionar el problema sirva este ejemplo: como lo ha reconocido la Secretaria de Salud del Distrito Federal, 70 mil personas en todo México que padecen Insuficiencia Renal Crónica Degenerativa requieren de hemodiálisis 3 veces por semana para sobrevivirla, y el costo es de 4 mil 500 pesos semanales.
Si la cobertura de hemodiálisis se efectuara al 100%, como debería ser, su costo total alcanzaría los 16 mil 380 millones de pesos anuales, lo que representaría consumir en la atención únicamente de este padecimiento casi la totalidad del presupuesto de 17 mil 579 millones de pesos, que es la cantidad asignada para todos los servicios médicos, de todos los mexicanos y para todos los servicios.
Y las malas noticia no acaban; la inversión de México en salud es de tan solo 6.2% respecto del PIB, contra una media de 9.3%, ocupando así el lugar 33 de los 34 países miembros de la OCDE
Nuestro país cuenta con 1.6 camas de hospital por cada mil habitantes, contra la media de la OCDE que es de 4.8 por cada mil habitantes y tiene un índice de 2.2 médicos por cada mil habitantes que es menor a la media de 3.2.
Una de las propuestas que han llamado la atención es la emitida por los académicos de la escuela de Medicina Saint Luke, ubicada en la Ciudad de México, encabezados por el director Ramón Avellaneda.
Primero, piden que Gobierno y sus instituciones difundan esta problemática a la sociedad mexicana con el apoyo y compromiso que los medios de comunicación responsables han mostrado en otros temas nacionales.
Segundo, que se incluya en la agenda nacional la discusión e implementación de políticas públicas en Salud y Educación, adecuadas al tamaño del problema.
Y tercero, algo en lo que estamos de acuerdo, crear una extensa red de universidades que ofrezca la formación de profesionales de la salud, con un sólido perfil emprendedor y ético, que a mediano plazo generarían las camas de hospital y la calidad de los servicios médicos que se carecen.
Seamos honestos, la atención a la salud no mejorará en el corto ni mediano plazo, ya que la actual administración se ha preocupado por impulsar reformas económicas y políticas que no repercuten en su mejoramiento.
Mientras al gobierno no le interese prestar atención a las propuestas de especialistas en temas como este, el sistema de salud continuará en colapso, porque no solo basta con afiliar a todos los mexicanos al Seguro Popular para presumir de la cobertura, urge inversión en médicos e infraestructura. Gracias y buen inicio de semana.
 
 

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