Cuando una mujer es intervenida por tener cáncer de mama, lo primero que nos viene a la mente es pensar que todo va a estar bien y que pronto volverá a ser la misma de antes.
Sin embargo al ser el cáncer una enfermedad multifactorial, habrá que considerar una serie de aspectos –médico, psicológico, social, familiar- que en conjunto van a coadyuvar para que la paciente, sino se recupera al cien por ciento cuando menos tenga una buena calidad de vida o supervivencia.
De ahí que la operación a la que haya sido sometida tan sólo forma parte de todo un proceso, en el que la convalecencia –dicho por los médicos-, es una de las etapas más difíciles de superar; ya sea porque el paciente se confía y al sentirse –aparentemente- bien no siguen el tratamiento al pie de la letra, descuidan el aspecto nutricional, no le dan importancia a la terapia de rehabilitación o caen en depresión. Si a ello se le suma el que la paciente este cursando por otros padecimientos, como es lógico los resultados de ninguna manera podrán ser favorables.
Si bien en los últimos años los avances para contrarrestar el cáncer de mama han sido significativos, aún estamos lejos de cantar victoria, luego de que las tendencias mundiales indican que en los próximos años este tipo de neoplasia seguirá cobrando la vida de muchas mujeres en todo el órbe.
Este aumento en la incidencia se atribuye a muchos factores, resaltando dos de ellos: la incorporación de la mujer al tabaquismo y el envejecimiento progresivo de la población.
Se avanzaría a pasos agigantados en materia de salud si la población nos volviéramos más conscientes de la importancia de cuidar nuestro cuerpo en todos los aspectos, empezando por hacer modificaciones en el estilo de vida; empezando por cuidar la alimentación y eliminar el sedentarismo.
E cualquier forma librar la “batalla” contra el cáncer es una bendición que no todos tienen la fortuna de obtener. De cualquier modo vencer la enfermedad es como volver a nacer sin importar el grado de avance que se haya tenido.
Aunque después de haberla librado no se puede bajar la guardia; luego de que la tasa de recaídas es mayor en los dos o tres primeros años
La estimación de supervivencia está directamente relacionada al estadio en que se encontraba el tumor; en el estadio I la tasas de sobrevivencia de las pacientes que se sometieron a tratamiento es de un 90 por ciento, mientras que en el estadio IV sólo 15 por ciento de los afectados sobrevivió a la enfermedad.
Mujeres, en muchos terrenos hemos demostrado ser siempre “guerreras” y hacerle frente a cualquier batalla; entonces que no se diga que no le vamos a hacerle frente la “batalla contra el cáncer”, sin duda una de las más importantes, porque en ello nos va la vida. “Batalla” en la que no están solas.
Investigación revela que el plátano puede destruir células tumorales
Según una investigación realizada en Japón, los plátanos serían capaces de estimular funciones de los glóbulos blancos y así impedir el crecimiento tumoral. Los efectos dependerán del grado de madurez de la fruta, ya que los plátanos más maduros (aquellos que presentan manchas marrones sobre su cáscara) presentan una mayor eficacia.
Los especialistas recomiendan dos plátanos maduros al día para mejorar la respuesta inmunológica del cuerpo. Al mejorar esto, la producción de “Factor de Necrosis Tumoral (FNT)” aumenta. La FNT es una proteína presente en los mamíferos que interviene en la apoptosis, es decir, que facilita la destrucción de las células malignas.