Vicario de Catedral de Oaxaca embriaga y viola a un acólito

Yohali Reséndiz

Es Jueves Santo, día de la celebración de la Última Cena de Cristo y la Eucaristía. En las calles, la fe de los católicos realiza un recorrido por los siete altares. Ahí, en silencio o en voz alta, las oraciones se viven y sienten frente al Santísimo Sacramento expuesto en cada recinto.

La multitud rinde pleitesía al representante de la iglesia, lo siguen, se persignan frente a él, otros más bajan la mirada en señal de reverencia, sin conocer ni imaginar que bajo esa sotana, hay un hombre enfermo, un pecador, un pederasta de nombre, Carlos Franco.

En las calles del Centro de Oaxaca, los cantos y alabanzas encienden la esperanza, los cirios lloran, el aroma de la manzanilla se mezcla con el aroma de pan recién traído para los visitantes. En los alrededores de la Catedral de Oaxaca, son cientos las almas congregadas para celebrar el día santo. Dentro de Catedral, las imágenes han sido cubiertos con tela morada, pero no por ello, el cielo ni ellos no serán testigos de lo que ocurrirá dentro de la casa de Dios.

Después de la medianoche, Carlos Franco, vicario general de la Catedral Metropolitana de Oaxaca, destapó una botella de mezcal y sirvió tres medidas.

«Fue un día pesado, es para que se relajen» dijo mientras ofrecía no el vino sino el elixir oaxaqueño a sus acólitos. En cuestión de segundos, sin que ellos supieran lo que le pasaba a su cuerpo, su miembro comenzó a hincharse, le palpitaba bajo la sotana que oscura solapaba el pecado. Al lobo le excitó tener corderos y con la protección del Arzobispo Chávez Botello y el padre tesorero Wilfrido Mayren, no disimuló y se puso detrás del joven de 19 años y comenzó a apretarle los hombros. El demonio le susurró algo.

«Era como la una de la mañana, nos quedaríamos a dormir ya que temprano, apoyaríamos otras actividades» dice uno de los acólitos en entrevista para periodismoatodaprueba.blogspot.com

«Nadie sabía que dos jóvenes se quedarían a dormir en la catedral, nadie nos avisó, nadie nos dijo nada» dice en entrevista una mujer que pertenece a la comunidad religiosa de la catedral y que por cuestión de seguridad, nos reservamos su nombre.

La madrugada transcurrió sin que ninguno de los dos jóvenes tuvieran conciencia.

«Mi compañero se retiró a dormir y yo aun me quedé un rato con él, pero luego me sentí muy mareado y me dirigí a acostar» relata el joven acólito.

El vicario jadeaba, lujurioso se quitó el pantalón y comenzó a tocar los genitales del joven,  quién le reclamó sin que éste se detuviera y lo violó.

«Estaba ya muy mareado y sin fuerzas, lo último que recuerdo es que lo vi sin pantalón y trataba de impedir que estuviera tan cerca de mi, tocándome, solo recuerdo que me sacudían pero no podía hacer nada»

De acuerdo a la denuncia penal, expediente 274/2016, el agraviado narró que los hechos se registraron el 24 de marzo, después de celebrarse la visita de las siete casas y declaró que en varias ocasiones intentó llegar al cuarto en donde estaba durmiendo su amigo pero no pudo hacerlo, estaba muy mareado y sin fuerzas.

Después recuerda algunos fragmentos de los hechos, caminando hacia un cuarto para dormir mientras que el sacerdote lo tomaba de los hombros, dándose cuenta que su agresor se había bajado el pantalón y la ropa interior.

«Se nos hizo raro que el Vicario no estuviera en la celebración, pero nunca nos imaginamos lo que pasó, es vergonzoso y tienen que dar la cara. Se trata de dos adolescentes, dos catequistas. No se puden pasar por alto estos hechos, soy madre de familia y no lo permitiremos.

Cuando despertaron, el joven estaba desnudo, su amigo lo observaba al tiempo de preguntarle: que te pasó?

Sus padres llegaron a la Catedral a buscarlo  y al observar cómo estaba, lo regañaron y entonces él les contó lo que había pasado, dentro de los recuerdos revueltos.  El certificado médico dictaminó abuso sexual y el joven denunció.

Horas después, al penal de Miahuatlán de Porfirio Díaz fue trasladado el sacerdote acusado,  tras ser detenido por elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) como presunto responsable del delito de violación equiparada.

De acuerdo con el informe, la detención de Carlos Franco fue en cumplimiento al mandato judicial 274/2016 por el delito de violación que libró el juez cuarto penal y cuyos hechos presuntamente ocurrieron en el curato de la Catedral Metropolitana de la ciudad de Oaxaca de Juárez.

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