¿Quién no ha tomado alguna vez un vaso con agua de limón con chía?
Todo mundo la ha tomado, pero pocos conocen las propiedades alimenticias y nutritivas de esa maravillosa semilla.
Sin exagerar y sin pretender hacer una campaña comercial, pues el objetivo de esta sección no es vender, sino informar y orientar, podemos decir que la chía es un súper alimento subestimado por la mayoría de la población.
La semilla de chía es una gran fuente de fibra, antioxidantes, potasio, calcio, proteínas y ácido alfa-linolénico, el famoso Omega 3.
Pero a pesar de sus propiedades, en general la chía la consumimos únicamente con el agua de limón y eso de vez en cuando y en una cantidad mínima. Las amas de casa acostumbran ponerle –a veces— una cucharada de chía a una jarra grande de agua de limón.
Recientemente, Christopher McDougall, corredor de ultramaratones y autor del libro Born to Run, escribió que la chía es un “alimento excepcional para los atletas, pues en términos de contenido nutricional, una cucharada de chía es como un batido hecho de salmón, espinacas y hormona de crecimiento”.
La chía también es un excelente apoyo para quienes están sometidos a un régimen alimenticio especial para bajar de peso.
Consumir chía reposada en agua simple antes de comer reduce los antojos y hace que la persona se sienta llena más rápido, debido a que al entrar en contacto con el agua, la semilla forma una especie de gel, que es el que genera la sensación de saciedad.
Esa chía que fue consumida antes de la comida –se recomienda por lo menos tomar un vaso con dos cucharadas de chía, previo reposo de al menos diez minutos– también aporta una gran cantidad de fibra al organismo, lo que hará que la persona tenga una mejor digestión y evite el estreñimiento.
El gel producido por la chía previamente reposada en agua también ayuda a disminuir la cantidad de azúcar en la sangre, por lo que es un excelente suplemento alimenticio para quienes padecen o no quieren padecer diabetes.
La chía no solo puede consumirse, como hace la mayoría, con agua de limón. La semilla también puede ser espolvoreada directamente en ensaladas o añadirla a cereales o licuados.
Con la chía también se pueden hacer batidos y sopas y en algunos lugares ya se empieza a explotar el potencial de la chía en panadería y repostería.
NADA CON EXCESO
Como en cualquier alimento, la chía debe ser consumida cotidianamente pero con moderación.
Los nutriólogos recomiendan consumir entre 15 y 25 gramos de chía al día, es decir, entre dos y tres cucharadas de la semilla.
Además, si se consume chía de manera cotidiana se debe consumir también agua simple en abundancia, pues la semilla absorbe el líquido del cuerpo y éste se debe reponer.
Cuidado: consumir chía en exceso puede ser peligroso, pues tiende a reducir la presión arterial.
Consumir la semilla en exceso también puede provoca una oclusión intestinal por el exceso de fibra.
Las personas que padecen diabetes deben consultar con su médico o nutriólogo sobre la cantidad adecuada de chía que pueden consumir, pues combinada con los medicamentos especializados, puede llevar al paciente a una baja drástica de los niveles de azúcar.
Las personas que toman cotidianamente medicamento para bajar la presión arterial también deben consultar con su médico o nutriólgo acerca de la cantidad de chía que pueden consumir, para no sufrir una disminución severa de la presión.
Las personas que toman anticoagulantes, como la warfarina, de plano deben evitar el consumo de chía.
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