La guerra contra las drogas que numerosos países han emprendido en los últimos años debe ser replanteada, y eso precisamente se discute en la sede de la Organización de Naciones Unidas, en Nueva York.
Este organismo celebra sesión especial para abordar la política global ante el tráfico y consumo de estupefacientes que, como sabemos, tiene a varios países latinoamericanos postrados en violencia e inseguridad, entre ellos México. El objetivo central es analizar la aplicación de los convenios internacionales como una manera de acercarse a un mejor uso como un problema de salud.
La ONU lleva a cabo el evento en parte como resultado de la presión ejercida por México, Colombia y Guatemala en la Asamblea General en 2012, y afortunadamente el presidente Enrique Peña Nieto reconsideró la víspera asistir, cuando había menospreciado la cumbre con el anuncio de su ausencia.
El mandatario mexicano hablará ante Jefes de Estado, aunque en su discurso no delineará la política antidrogas de México para los próximos años. Se dice oficialmente que acudirá a emitir una postura «firme y clara», pero esto no será así y guardará lo mejor para el evento que encabezará en territorio nacional horas después.
La posición con la que México llega a la reunión no es la más idónea; analistas aseguran que la actual administración no va con buen ejemplo ya que ha dejado de lado el tema de las drogas y ha hecho de los problemas económicos el foco de su gobierno.
En el contexto internacional se asegura que aunque México ha trasladado poco a poco sus leyes de drogas hacia un enfoque más liberal, acusan de preocupante la feroz persecución contra consumidores y portadores.
Lo verdad es que el presidente no resistirá la tentación de presumir con sombrero ajeno y destacará que el Congreso en México discute un proyecto de mariguana medicinal que se convertirá en ley a mediados de mayo, y que hay debate sobre la legalización de opio para uso médico en el estado de Guerrero, entidad con grandes cultivos de amapola ilícita, aunque ninguno de esos es logro presidencial.
Esta sesión especial de la ONU es una excelente oportunidad para cambiar el tono del debate en torno a la política de drogas, pero seguramente será de trámite y no se emitirá ninguna postura radical; los países decidirán permanecer fieles a la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, en la que predomina el enfoque prohibicionista al consumo y portación en todo el mundo.
PARA EL REGISTRO Insólita la disculpa que el secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos emitió la víspera por casos de tortura, pero seamos serios, ¿en verdad la hubiera emitido si el video no sale a la luz en redes sociales? Claro que no. Es una burla que el mismo funcionario diga que ya se investigaba el caso, o sea, que ya sabían del video y no dijeron nada. El ejército sigue siendo el mismo de siempre. Gracias.
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ANTONIO BETANCOURT
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