La Jornada
El empresario mexicano Juan Manuel Muñoz Luévano, conocido como Mono Muñoz, dormirá hoy en la prisión de alta seguridad de Soto del Real, la misma en la que fue enclaustrado hace un mes y medio su supuesto socio y vínculo con el crimen organizado, el ex presidente nacional de PRI, Humberto Moreira.
El juez de la Audiencia Nacional de España, José de la Mata, decretó la prisión sin fianza después de que fuera detenido ayer y su domicilio madrileño registrado exhaustivamente bajo el amparo de los fiscales que investigan la trama.
El llamado “caso Moreira” ha tomado un nuevo impulso. Cuando parecía que la investigación está al borde del archivo, los fiscales José Grinda y Juan José Rosa, detectaron la presencia del empresario mexicano en la capital española y decidieron actuar en base al cúmulo de información que han ido recabando en torno al propio Moreira y su supuesta vinculación con el narcotráfico y, en concreto, con el cártel de Los Zetas.
Con base en esos datos, y al testimonio del testigo protegido detenido en San Antonio, Texas, Rolando González Treviño, Moreira habría incurrido en al menos
cuatro delitos, de los cuales sólo dos son competencia de la judicatura española: blanqueo de capitales y asociación de malhechores. En los otros dos, malversación de fondos públicos y prevaricación, sólo puede actuar la justicia mexicana, que en su día ha ido archivando una a una las numerosas denuncias contra el ex gobernador de Coahuila.
Durante su comparecencia ante el juez, el empresario mexicano, dueño de un emporio de gasolineras en Coahuila, defendió su inocencia y negó tener ninguna vinculación ni con el crimen organizado ni con el blanqueo de dinero procedente del narcotráfico. También rechazó conocer ni tener alguna relación con el cartel de Los Zetas.
Tanto Moreira como su supuesto socio, el Mono Muñoz, están siendo investigados desde hace varios años en Estados Unidos y España por formar parte de la red de blanqueo de dinero que ha tejido el crimen organizado en México, así como su pertenencia a un reducido grupo de empresarios y políticos mexicanos que forman parte de esos grupos criminales que controlan una parte del país.
Moreira, que estuvo preso una semana, salió de forma precipitada de España cuando le fue devuelto el pasaporte y le comunicaron que a pesar de que le devolvían su facultad de viajar a donde quisiera, la investigación seguiría abierta al menos de forma “provisional”, a la espera de que los fiscales recabaran más datos para profundizar en las graves acusaciones en su contra. También habría servido la presión diplomática y política que, según un reportaje de investigación del diario español El País, ordenó desde la presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, y fue ejecutada tanto por la Procuraduría General de la República y la Embajada de México en España. La orden era neutralizar la operación policial y judicial contra el ex presidente nacional del PRI.