La educación constituye un importante instrumento de cambio social pero la falta de ella puede ser una peligrosa amenaza en contra de la estabilidad social y del gobierno. La responsabilidad del Estado en dicha materia ha sido desdeñada.
En el Panorama de la Educación 2013: indicadores de la OCDE, se establecen datos dramáticos sobre el estado de la educación en México. Nuestro país se encuentra entre los niveles más bajos de educación de entre los integrantes de dicha comunidad económica. Sólo 19 por ciento de los mexicanos cuenta con estudios de bachillerato y 17 por ciento de entre 25 y 64 años de edad tienen la educación superior. De los jóvenes de entre 19 y 25 años de edad que no estudian ni trabajan (ninis) clasificada por nivel educativo: 27.6 por ciento (secundaria), 18.9 por ciento (bachillerato) y 16.8 por ciento (licenciatura). México ocupa el penúltimo lugar en el gasto anual por estudiante entre todos los países del grupo señalado.
Habría que agregar que 25 por ciento las escuelas de educación básica del país se ubica en instalaciones no propias para impartir clases; 36 por ciento carecen de drenaje; 24 por ciento no tiene agua; 10 por ciento no tiene baños; 8 por ciento no posee energía eléctrica; una de cada 10 escuelas carece de pizarrón; 20 por ciento no tiene escritorio ni silla para el maestro y el acceso a las nuevas tecnologías en las escuelas es nulo o muy limitado.
Si el partido MORENA pusiese su atención en cada uno de estos rubros, como hoy lo pone con la construcción de 5 universidades, seguramente el gobierno y demás partidos políticos voltearían sus ojos hacia ellos, no por generosidad sino simplemente por egoísmo electoral y mezquindad política. ¡La sociedad saldría ganando!
@NVS_