RITA MAGAÑA TORRES
La vicecoordinadora d del PRD en el Senado, Dolores Padierna, consideró optimista al gobierno federal en la política económica para 2015, ya que prevé un crecimiento de 3.7 por ciento, pero en los últimos dos años, este rubro ha quedado por debajo de lo pronosticado.
Y es que recordó que en 2013 se planteó un crecimiento de 3.5 por ciento y sólo se logró menos de la tercera parte 1.1 por ciento, mientras en 2014 el pronóstico fue de 3.9 por ciento y, a la fecha, la Secretaría de Hacienda ya lo redujo a 2.7 por ciento.
“Esta es una muestra de que el gobierno es muy optimista o que no cuenta con los mecanismos de política económica para lograr los resultados que se propone”, añadió.
La integrante de la Comisión de Hacienda del Senado recordó que los pronósticos del gobierno federal han fallado en otros indicadores: para 2013, previó una inflación de 3.0 por ciento y la real fue del 4.0 por ciento; para 2014 pasó casi lo mismo.
Consideró que las únicas metas que se han superado son la de los precios del petróleo y el gas natural, será que la forma prudencial del gobierno federal es porque prefiere tener un margen para usar recursos excedentes de manera discrecional o deja al Congreso un margen para que pueda aumentar el precio e incrementar el presupuesto.
Indicó que se prevé un déficit de la cuenta corriente de US$ 27,660 millones, para 2015, que equivale al -2.0 por ciento del PIB, mismo que podría financiarse con la inversión extranjera directa que entraría al país como producto de las reformas estructurales.
Es decir, agregó, que el gobierno federal ya no está esperando seguir financiando el déficit con inversiones extranjeras especulativas, “la apuesta que está haciendo el gobierno en este sentido es demasiado optimista.
Mencionó que en el caso de que se lleguen a concretar las inversiones extranjeras previstas por las reformas a las telecomunicaciones y energética, no serán significativas para que alcancen los más de US$ 27 mil millones que se requieren para financiar el déficit de la cuenta corriente en 2015.
Por otra parte, si se logran las metas de inversión extranjera, el contenido importado de las mismas incrementaría las importaciones, sobre todo de bienes de capital y, en consecuencia, aumentaría el déficit de la cuenta corriente, advirtió.
Por ello, dijo, hay que insistir que mientras no se implemente una política industrial efectiva para sustituir importaciones e incrementar el contenido nacional de las exportaciones, ni las mejores “reformas estructurales”, tendrán efectos positivos en la calidad de vida de la población.