Este fin de semana, inició lo que será una nueva confrontación entre el Gobierno del Distrito Federal y los vecinos de las colonias Hipódromo y Condesa. El tema está relacionado a desarrollo de obras públicas innecesarias que afectarán servicios públicos prioritarios como el de la recolección de basura.
Pues bien, el conflicto dio inicio cuando los operadores del camión de la basura se dieron cuenta de que alrededor del camión, en el espacio en el que se estaciona en espera de que los vecinos lleven sus bolsas de basura para que sean recolectadas sobre la calle de Alfonso Reyes, en la colonia Hipódromo, trabajadores de una empresa contratista comenzaron a trazar líneas discontinuas verdes. Ante el cuestionamiento del operador, le explicaron que es el trazo que delimita el área de ampliación de los camellones y que recortará incluso el área de maniobra de vuelta y retorno en dichos cruces. El proyecto está a cargo de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) en coordinación con la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) del Gobierno de la CdMx y que ya había sido avalado por los Comités Vecinales y por la Delegación Cuauhtémoc.
El operador del camión se comunicó con el Comité Vecinal para explicar que a lo largo de todo el camellón de Avenida Alfonso Reyes se iba a afectar con esta obra el servicio de recolección, ya que ahora tendrían que estacionarse sobre la vialidad principal o buscar otras alternativas para estacionar su camión.
La primera respuesta de los integrantes del Comité Vecinal fue desmentir al representante de la constructora ya que nunca fueron consultados sobre esas obras; y la segunda acción fue comunicarse con la delegación Cuauhtémoc para aclarar esta situación y, para sorpresa, también se desmarcaron alegando que la delegación no ha sido consultada y que ese es un proyecto de gobierno central.
Por supuesto que ni el comité ni los vecinos creen en la versión de la delegación, ni están conformes con el proyecto. Es evidente que la SEMOVI y la SEDEMA están dilapidando el poco presupuesto que se tiene para proyectos prioritarios y están cediendo la planeación y la toma de decisiones a quienes más ganan mientras más metros cuadrados de obra y concreto coloquen en la ciudad. Y es evidente que mientras más metros cuadrados de obra sean cobrados, más grandes serán los moches que irán a engordar los bolsillos de los gobernantes y de quienes quieren hacer su vaquita para la recolección de fondos de campaña para lograr sus aspiraciones a la presidencia de la República o a gobernador de la Ciudad de México o para una diputación, senaduría o alcaldía.
El presupuesto que pretenden dilapidar en la ampliación de camellones, debería destinarse mejor a la atención de las verdaderas demandas ciudadanas como el saneamiento de las áreas verdes de la colonia, que ya reflejan las consecuencias de un descuido añejo y que padece de plagas que están dañando los árboles y los ponen en riesgo de caerse. También debería destinarse a seguridad pública mediante la instalación de cámaras de seguridad, más luminarias y más y mejores policías en las áreas de alta incidencia delictiva; es un hecho evidente que la delincuencia ya rebasó a las autoridades y ya el Sector Roma Condesa, conformado por las colonias Hipódromo, Condesa y Roma, ha sido tomada como nueva plaza del crimen organizado. Prueba de ello el incremento de la extorsión a negocios, los asesinatos de empresarios, secuestros, balaceras, robos a casa habitación, robos de autopartes y de vehículos, la presencia de zonas de exclusión o extraterritorialidad, en donde la ley que impera es la de los grupos invasores de vivienda y los grupos delictivos ligados a ellos, en donde ya ni la policía pasa, ni la fiscalía ve y ni el Jefe de Gobierno ni la Secretaría de Gobierno actúan. Vislumbro un mal e infértil escenario de inicio de la “nueva Ciudad de México”