Antes de ser trasladado del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, Joaquín El Chapo Guzmán Loera, fue interrogado en torno a la preparación y ejecución de su fuga de ese centro carcelario el pasado 11 de julio.
Personal de la Subprocuraduría especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) se encargó de realizar las preguntas cuyas respuestas se integraron a las averiguaciones previas en las cuales ya se ejercitó acción penal en contra de 34 personas.
Funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional señalaron que el líder del Cártel de Sinaloa también fue interrogado en torno a su organización delictiva y la manera en que recibía apoyo logístico y económico.
Las fuentes consultadas refirieron que Guzmán Loera permaneció en silencio durante largos lapsos del interrogatorio realizado por más de tres horas en el hangar de la Procuraduría General de la República (PGR) en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), sitio en el cual al filo de las diez de la noche de ayer, ofrecieron el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y la procuradora Arely Gómez González, quienes estuvieron acompañados de los titular de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos, de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, y el comisionado nacional de seguridad (CNS), Renato Sales Heredia.
En tanto, el abogado Juan Pablo Badillo Soto, tramitó a nombre de Joaquín Guzmán Loera, solicitó la protección de la justicia federal para que su cliente no sea objeto de confinamientos “fuera de todo procedimiento judicial, sometiéndolo a violente degradación e inhumano maltratamiento”.
Asimismo, en el expediente que toco en turno al juzgado noveno de distrito en materia de amparo con sede la Ciudad de México, el litigante solicitó también que la justicia federal impida que Guzmán Loera sea objeto de “incomunicación y maltrato psicológico, físico y degradante al que ha sido sometido con inusitada violencia”.