Es 8 de junio de 2011 y nadie sabe aún que esa fecha será recordada para siempre en la historia de los habitantes de la comunidad de San Cristóbal Bajo, perteneciente al municipio de San Mateo Piñas, del distrito judicial de San Pedro Pochutla, Oaxaca.
En una de las veredas del campo, varios testigos ven a Julio César Ruiz Martínez caminar junto al pequeño Gamaliel de apenas 6 años, quién regresa de la escuela. Al no llegar a casa, varios pobladores salen a buscarlo. Después de varias horas, alguien grita:
¡Aquí, aquí, aquí está el niño Gamaliel!
Vicenta, su madre, siente que el corazón le da un vuelco, la angustia no la deja avanzar hacia el fondo de aquella barranca, es una pesadilla, corre pero no llega, oye pero no escucha lo que dicen las voces, repentinamente su mirada se clava en una escena brutal, ahí frente a ella yace Gamaliel semidesnudo con el rostro empolvado. Aquel grito de Vicenta es desgarrador y provoca calosfríos a quienes se encuentran a kilómetros de la zona… Es un grito de dolor, de negación, desesperación y rabia.
¡No, mi pequeño Gamaliel, no por favor Dios mío, nooooo, Virgencita de Juquila, nooooooo! Vicenta se aferra a Gamaliel a quién apenas comenzaba a descender su temperatura corporal.
Horas después, Juan Manuel Pacheco Medina, el perito médico a cargo del caso, dictaminó lesiones múltiples causadas por un objeto punzocortante y también signos de penetración anal.
Aquel hombre con el que habían visto caminar a Gamaliel de nombre Julio César Ruiz Martínez lo había violado y luego a sangre fría lo acalló de 9 puñaladas abandonando su cuerpo cerca de la Ranchería donde el pequeño Gamaliel vivía con su madre, Vicenta García.
Algo que llamó la atención, fue que junto el cuerpo inerte de Gamaliel había un perro, un perro que no ladraba pero que presenció lo que había sucedido.
¡Ese perro es de Julio César Ruiz Martinez!
Todos los presentes miraron, reconocieron e identificaron al perro y éste, como si supiera la conexión con su dueño, simplemente se alejó.
Al día siguiente, Vicenta se presentó en el Palacio Municipal de San Mateo Piñas solicitó la detención de Julio César Ruiz Martínez. El abogado de Ruiz Martínez, denunció que su cliente había sido llevado violentamente a la comandancia de la Agencia Estatal de Investigaciones y torturado para que se declarara confeso.
Después de que Vicenta denunció a Julio César, Eutiquia Martínez García, madre del sospechoso y Paula García Méndez, tía de Julio César comenzaron a intimidar a Vicenta, para obligarla a dejar la comunidad de San Mateo Piñas.
Lo único cierto es, que Gamaliel fue encontrado muy cerca de su ranchería y que la defensa de Julio César ha manipulado una y otra vez el croquis del lugar donde fue encontrado el cuerpo de Gamaliel. Además han presentado un certificado expedido por un médico apócrifo que encubre al infanticida y las autoridades se lo han creído.
Se han cumplido tres años de que Gamaliel de 6 años, fue violado y asesinado por un hombre de 23 (en el 2011), tres años de que Julio César Ruiz Martínez, único detenido y señalado como el infanticida y violador de Gamaliel puede ser liberado y no sentenciado gracias a las deficiencias en la integración de la averiguación previa iniciada al respecto.
¿Dónde está la justicia? ¿Dónde los derechos humanos de Gamaliel? ¿Quién protege a Julio César Ruiz Martinez? ¿Qué necesita la autoridad para dictar sentencia?
«A veces me dan ganas de terminar con esta vida, donde ya no tengo nada ni a nadie, ya no creo en Dios, no creo en nada, vivo odiando todo y una vez que el Juez dicté sentencia, me quitaré la vida» dice una madre que no solo perdió a su hijo sino las ganas de vivir.
!Justicia para Gamaliel¡
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