Por si alguna duda quedaba de que el priismo del ayer lo tenemos gobernando, basta con escuchar las palabras del presidente Enrique Peña Nieto para darnos cuenta de que en la política aún domina el reciclaje y las viejas costumbres.
El mismo día que la Suprema Corte aprobó el amparo a los cuatro mexicanos que lo pidieron para sembrar y consumir mariguana, el Primer Mandatario emitió declaraciones precipitadas a los reporteros de la fuente mostrándose respetuoso tanto del órgano de justicia como del debate mismo.
Al siguiente día, en lo que parecían ser los primeros indicios de hacia donde se dirigía la política de Estado en torno al tema, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y la procuradora General de la República, Arely Gómez, emitieron sendas declaraciones retomando la misma postura, y llegamos a un fin de semana con una Corte a la vanguardia y un gobierno tolerante ante las tendencias mundiales sobre el control de droga. O al menos así parecía.
Las palabras de ayer del Presidente nos hacen recordar aquellas conferencias del octogenario líder de la CTM ya fallecido Fidel Velázquez, quien repetía una y otra vez a los pacientes reporteros de que en México “la política es fondo” y les pedía siempre leer entre líneas para entender mucho de la realidad nacional.
Cuando el ministro Arturo Saldívar elaboró el dictamen a favor de estas cuatro personas tomó en cuenta argumentos judiciales, sociales, políticos, y más, y si bien tiene una opinión personal respecto del tema, ésta no dominó la tesis jurisprudencial. En ese sentido se condujeron los demás impartidores de justicia, y también el ministro Mario Pardo, quien tuvo que dejar de lado sus preferencias personales para asumir la postura en contra con una tesis igual de correcta.
Pero sabemos que la política suele adolecer de argumentos sólidos y se deja llevar por las inercias que dictan los intereses, y si bien el Presidente ordenó al secretario de Gobernación encabezar un debate nacional sobre políticas públicas en torno a la mariguana, lo hizo dando “línea” al respecto al emitir su posición personal de que es un error legalizarla. Esto, a sabiendas de que las opiniones presidenciales son dogmas para los políticos del mismo partido.
Esta “línea velada” permeará irremediablemente en las bancadas de su partido en el Congreso de la Unión y dará al traste con la discusión tanto en San Lázaro como en el Senado. Para los legisladores la “línea” ya fue emitida desde “muy arriba” y será difícilmente cuestionada, por lo que el debate de la legalización de la mariguana ha recibido una estocada mortal de manos presidenciales.
PARA EL REGISTRO Solo para agradecer las comunicaciones para esta columna, sobre todo de la Asociación Internacional de Corresponsales. Un abrazo y nos vemos mañana.
@betata75