Redacción
Una joven mujer adicta a las drogas, de apenas 20 años de edad y que apenas rebasa el 1.60 metros, fue detenida ayer por la madrugada por agentes de inteligencia de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM). Está acusada de ser quien degolló a dos personas y dejó heridas a otras seis en el municipio de Chimalhuacán. Es señalada como: La Degolladora.
La mujer buscaba brincar la barda de su casa para entrar a ella cuando agentes de la dependencia que encabeza Alejandro Gómez la capturaron. Al parecer iba por algunas cosas que ya no pudo recoger.
La joven, que tiene tatuaje de un conejo de Play Boy en la mano derecha y otro de la Santa Muerte en la espalda, intentó escapar de los agentes, pero finalmente no pudo hacerlo.
Durante el día, la mujer fue interrogada por personal de la dependencia, y anoche se esperaba que algunas de las víctimas que lograron verla, acudieran a reconocerla y confirmar su identidad.
De acuerdo con fuentes de la PGJEM, la noche del miércoles los agentes supieron que estaría en un punto entre el DF y el Estado de México y decidieron organizar el operativo para capturarla, para lo cual solicitaron apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSPDF) en caso de que lograra escapar. Sin embargo, al final no fue necesaria su intervención.
Tras su captura, la mujer fue llevada a Toluca, en donde permanecía detenida hasta anoche. Fuentes de la dependencia explicaron que en el transcurso de hoy, la dependencia daría a conocer el informe oficial sobre la captura.
La Procuraduría estatal tiene reportados dos homicidios, y cuando menos seis agresiones cometidas por esta persona, todos se registraron entre el 14 y el 18 de septiembre.
La principal hipótesis que tenían los investigadores es que se trataba de una mujer que tiene problemas mentales. Tras los ataques, el gobierno del Estado de México destinó a 45 agentes y 10 unidades de Seguridad Pública para patrullar las calles de este municipio. Aunado a ello, un grupo de agentes investigadores de la PGJEM, se unió a la búsqueda.
Entre los vecinos existía otra teoría sobre la identidad de esta persona. Los pobladores de la zona suponían que se trata de un hombre que se viste de mujer. La presunción se debía a que el agresor tenía mucha fuerza.
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