Bienvenidos a la sección “sexo y salud” del mejor diario digital de México: www.puntoporpunto.com/web en esta ocasión abordaremos todo lo referente a el “limón”, y bien nos merece hablar de todas las bondades de este fruto cítrico que nos brinda ayuda natural en la supervivencia de la especie humana.
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El limón es un fruto híbrido de Citrus familia de las rutáceas y originario del Sudeste de Asia; dentro de sus antecedentes históricos están que en el siglo III, las invasiones bárbaras destruyeron todas las plantaciones de limones haciéndolo desaparecer de Europa y diez siglos después reaparecen con los árabes que volvieron a plantar en España.
El limón así como muchos otros alimentos, llegaron a América por los mismos conquistadores.
Es un fruto de sabor ácido y extremadamente fragante.
El árbol de donde nace, llamado limonero, florece todo el año.
Tiene diversas aplicaciones culinarias tanto para aderezar como para cocinar alimentos así como para realizar licores.
Dentro de sus propiedades, el limón ocupa un primer lugar entro los frutos curativos, preventivos y de aporte vitamínico, transformándolo en un gran eliminador de toxinas y hasta un poderoso bactericida.
Posee vitamina C en abundancia, que refuerza las defensas del organismo para evitar enfermedades, sobre todo de las vías respiratorias que van desde un simple catarro, amigdalitis, hasta pulmonías, bronquitis, congestiones, gripe y asma.
El limón es muy rico en minerales entre los que se destacan potasio, magnesio, calcio y fósforo; en menor cantidad contiene sodio, hierro y flúor.
De igual forma cuenta con vitamina A, E y algunas vitaminas del complejo B: B1, B2, B3, B5, B6 y niacina.
Tienen muy bajas calorías (40 por cada 100 gramos).
También es necesario saber que cuando se consume embotellado o enlatado mantiene la vitamina C y el potasio.
Hay que saber elegirlos: El color debe ser amarillo intenso y su cáscara firme, brillante y de textura fina, de hecho cuando la cáscara es gruesa tiene menos pulpa y menos jugo, aunque los limones son más grandes.
Si se sumergen durante cinco minutos en agua caliente se le extrae mayor cantidad de jugo.
Es un fruto que se puede definir como medicinal ya que se ha demostrado que actúa como curativo en más de 150 enfermedades.
En cualquier parte del organismo donde se encuentren toxinas, ya sea en la sangre, en los órganos o en los tejidos, el limón una vez ingerido ayuda para combatirlas disolviendo sus acumulaciones y expulsarlas.
En casos de intoxicación gastrointestinal por consumir alimentos en mal estado o combinar mal los alimentos o digestiones pesadas, el limón actúa normalizando las funciones alteradas, neutralizando las toxinas inclusive ayudando en su eliminación.
Es además considerado un eliminador de microbios y el mejor protector contra las enfermedades infecciosas.
En los casos de fiebre (hipertermia) ayuda a eliminarla, oxidando y excretando los tóxicos que no han sido debidamente neutralizados y eliminados. A excepción de los casos de fiebre reumática.
El limón es bueno en casos de hipertensión, arteriosclerosis y enfermedades cardiovasculares (activando la circulación de la sangre), en casos de diabetes ayuda evitando complicaciones relacionadas con arterias.
Previene la formación de cálculos renales y se menciona que puede llegar a disolverlos lentamente.
Al igual que cualquier medicamento su consumo está directamente ligado a las condiciones física de cada persona pues, si bien es un gran aliado de la salud también su consumo deberá ser restringido frente a situaciones específicas, que puede estar padeciendo una persona.
Está contraindicado, en casos de desmineralización, descalcificación, anemia, raquitismo, fragilidad de los huesos, inflamación de las encías, dientes flojos y muy cariados, estado de acidosis, sensibilidad a los ácidos o estreñimiento crónico.
La cantidad a consumir depende de cada persona y de su constitución orgánica. Las personas de constitución fuerte lo toleran más que los ancianos y los niños, de igual manera los obesos más que los delgados.
Dependiendo de estos factores se puede llegar a tomar desde pequeñas dosis de jugo hasta medio limón y llegar a tomar el jugo de tres limones diarios aquellas personas que lo toleran bien.
Aquí enlistamos algunas sugerencias sobre cómo y en qué casos utilizarlo:
- Para el dolor de cabeza aplicar rodajas de limón sobre la zona dolorida, cambiándolas por otras, a medida que éstas se van calentando.
- Cuando hay dolores musculares, ciática, lumbalgia, dolores de piernas y columna, se sugiere masajear con jugo de limón la zona afectada.
- Para los pies cuando están cansados o hinchados, deberán darse baños de pies con agua y jugo de limón.
- En casos de indigestión se lo puede combinar con una tisana (té) de manzanilla; y si es un problema hepático se lo combina con boldo o diente de león.
- El limón mezclado con ajos es recomendable en los casos de escarlatina, sarampión, escorbuto, nerviosismo, falta de apetito, parásitos.
- El limón exprimido y asociado con aceite de almendras dulces, es una aplicación muy eficaz para el hígado.
- En casos de hemorragias se absorberá por la nariz una mezcla de jugo de limón y cuatro partes de agua.
- El zumo de limón combinado con glicerina es muy eficaz para las manos maltratadas.
Así que como ven, el limón tiene demasiadas propiedades naturales que no debiéramos aprovechar como recurso natural.
De esta manera concluimos el tema “limón” esperando que la información vertida sea de utilidad en la vida diaria.
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