Reformas y pobreza

 

Fuerte llamado de atención es el informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) al señalar que el número de pobres en el país se incrementó en 2 millones de personas entre 2012 y 2014, así como el pronunciamiento del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), promotor del sector empresarial de las reformas estructurales aprobadas en el sexenio de Enrique Peña Nieto como la laboral, la energética y la educativa, al expresar que no debe extrañar que el número de pobres en México haya subido en los últimos dos años, pues el efecto de las reformas se verá a mediano y largo plazos.

Se señala como observación puntual que no solo se incrementó la pobreza sino también la desigualdad, por lo que es necesario fortalecer el aparato productivo para el crecimiento, con la intervención, promoción y apoyo del gobierno para proteger y reactivar el mercado interno, para generar más empleo y reducir la pobreza, así lo dicen organismos empresariales y sociales, lo que significa un cambio en la política económica, del modelo económico que se abre de par en par por el libre mercado sin regulación alguna y sin ningún orden, en una producción desordenada con una comercialización desleal.

A esto, es momento de retomar la discusión sobre el modelo económico para las decisiones políticas, en aquel momento se decía que el país, su planta productiva, comercial y de servicios corría el riesgo de no estar preparada para la libre competencia con otros capitales, con los capitales de los países desarrollados, empezando por el del vecino del norte, hoy se puede decir que se ha comprobado que no tenemos el desarrollo suficiente para esa competencia ni técnica, ni laboral, ni económicamente, en donde el gobierno también interviene mediante acciones de protección y no dejar al libre mercado de manera suelta, ante fallas es necesaria su intervención para corregir y reencauzar.

Coincidimos con las afirmaciones de organismos y cámaras empresariales del país al decir que “las reformas podrán generar resultados pero la pobreza y la reducción del ingreso no pueden esperar años para que esto suceda, requerimos una política económica que genere empleo de manera inmediata”, así como fortalecer el aparato productivo en todo el país para

impulsar el crecimiento económico con equidad y abatir los crecientes índices de pobreza, “sólo a través de la generación de empleos de calidad es como podremos garantizar que un mayor número de mexicanos obtengan ingresos que cubran sus necesidades más elementales y exista una distribución más equitativa de la riqueza.”

A decir de la organización social El Barzón de que el gobierno de Peña Nieto es una fábrica de pobres que aumenta la pobreza y la desigualdad, así como del informe de la Coneval, la Secretaría de Desarrollo Social no tiene nada qué presumir e indicar que el incremento de la pobreza se va a agravar, con el riesgo de que un mayor número de mexicanos caigan en esa condición debido a que hasta ahora el gobierno ha sido incapaz de crear las condiciones de un desarrollo sostenido, se tiene en el fondo una importante coincidencia, la de cambiar el modelo económico, el buscar el crecimiento interno, proteger la planta productiva, comercial y de servicios local, y la intervención del gobierno para corregir fallas y desviaciones, esto aún en el discurso neoliberal.

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