– Higinio Martínez se perfila como aspirante de Morena
– También la ex alcaldesa de Texcoco, Delfina Gómez A.
La oposición en el estado de México ha podido ser gobierno en varios municipios mexiquenses, quizá los más importantes, sin embargo, a la hora de decidirse por ganar la gubernatura se duermen, se estacan o negocian con el gobierno saliente. Las contiendas registradas desde 1999, donde participaron Arturo Montiel Rojas, José Luis Durán Reveles e Higinio Martínez Miranda, bien pudiera haberse registrado un cambio, no obstante el desprestigió en que había caído el tricolor en los años anteriores bien pudo haber sido un factor para que Montiel perdiera la elección, pero no, ocurrió que al final los partidos del PAN, PRD, PT entre otros se desinflaron.
¿Pero que pasa en el Estado de México que la oposición no gana una elección gubernamental? ¿Por qué teniendo la oportunidad sobre todo en épocas de crisis tienen la esperanza y la desechan? José Luis Durán Reveles, un panista que gobernó Naucalpan tuvo el triunfo y a la mera hora aflojó en su campaña y perdió. Lo mismo le ocurrió a Higinio Martínez Miranda en la contienda iba bien y la desaprovecho.
Hay dicen qué quien es candidato al gobierno del estado, primero miden el terreno, cuánto dinero tienen y sobre todo si la estructura partidaria la tienen bien solida tienen la oportunidad de lograr el triunfo, sin embargo, hay un factor que es muy importante, las traiciones de los propios militantes, de la dirigencia, pero sobre todo que hay un precio para cada uno de los aspirantes. Si logran convencerlo en este caso desde los Pinos, gana el candidato oficial, es decir los triunfos no se dan siempre en las urnas sino en las mesas de negociación. Es el palpitar de quien lleva la batuta en la fiesta. Las llamadas “concertasesiones”
Por ejemplo en la elección donde ganó Enrique Peña Nieto, toda la estructura partidaria se volcó a su favor. De hecho sus adversarios, la ex dirigente empresarial de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Yeidckol Polevnsky, candidata de Andrés Manuel López Obrador, puntero entonces en las preferencias electorales de la sucesión presidencial. Yeidckol tuvo la oportunidad de ganar la elección, sin embargo, la ambigüedad con sus origenes y su nombre verdadero cambió la historia de ella.
En tanto el blanquiazul optó por el diputado federal, Rubén Mendoza Ayala, quien le ganó a José Luis Durán Reveles, quien competía por segunda ocasión, ya que había sido adversario de Arturo Montiel. “El Feo” como se autonombró Rubén Mendoza era un político del PRI que al perder la nominación de su partido como candidato a alcalde por Tlalnepantla decidió buscar otros aires y fue como llegó al PAN, es decir fue considerado como un advenedizo.
Pero eso fue otra historia, porque dicen los que saben que está siempre se repite y tal parece que para el 2017, nuevamente, 18 años después ahora con más experiencia, más amarres políticos con los gobernadores mexiquenses se prevé que regrese Higinio Martínez Miranda como el candidato natural del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para competir por la gubernatura en el 2017. De hecho con su triunfo como alcalde de Texcoco, (van ya dos veces con esta que gana la presidencia municipal) se perfila como el contrincante más serie que tiene uno de los partidos de izquierda. Los otros dos, pero por el PRD son, Luis Sánchez Jiménez, actual senador y Juan Zepeda Hernández, ambos ex alcaldes de Nezahualcóyotl y éste último será el próximo coordinador parlamentario de la próximo legislatura.
Pero no sólo está el por parte de Morena, ya también se menciona a la ex alcaldesa de esta localidad, la profesora Delfina Gómez Álvarez, que con el apoyo y asesoría de Higinio Martínez logró amalgamar a la sociedad texcocana, quien el pasado proceso electoral del 7 de junio lograron desechar al PRI con Brazil Acosta, miembro distinguido de Antorcha Popular, que por más que atrajo a miles de simpatizantes en sus mítines no logró abatir el trabajo de Movimiento Ciudadano para después darle paso a Morena, el partido del Peje.
Lo cierto es que a dos años de realizarse la elección en el estado de México, la situación para el PRI no la tiene nada fácil sobre todo porque la pugna por el poder entre el Grupo Atlacomulco y el del Valle de México se irá acentuando cada día y evidentemente la actuación de los actores políticos tanto del PRI como del PAN, PRD y sobre todo Morena darán pauta a lograr que la contienda sea realmente competitiva.
Habría que ver al final quien es el que decide al sucesor de Eruviel Ávila, quien ya presto para participar en la contienda presidencial. Habrá que ver porque cuándo él ganó la gubernatura no logró el consenso general de los mexiquenses, quienes se sentían invadidos por un personaje que no tenía ese linaje de los de Atlacomulco, pero como él mismo lo dijo cuándo se enteró de que sería el candidato del tricolor. “No fui yo sino las circunstancias las que me designaron, de ahí que haya aceptado con mucho gusto aceptar”. En fin la política es de frases y negocias, quien no lo entienda así está fuera de lugar. Hasta mañana y ojo cuídese de los políticos porque ya andan husmeando para ver a quien apoyar. Comentarios a[email protected].