La Justicia de ESTADOS uNIDOS exoneró hoy al policía blanco Matt Kenny, que mató en Madison (Wisconsin) al afrodescendiente Tony Robinson, al considerar que el agente usó de forma legítima la fuerza cuando disparó el pasado marzo contra el joven, envuelto horas antes en disturbios callejeros.
«Mi conclusión es que esta muerte trágica y lamentable fue el resultado del uso legítimo de la fuerza de la Policía y que no deben de presentarse cargos contra el oficial Kenny en la muerte de Tony Robinson» dijo en una rueda de prensa el fiscal del condado de Dane (Wisconsin), Ismael Ozanne.
Durante su intervención, el fiscal destacó su condición de afroamericano, abogó por la no violencia para el cambio y recordó que él se convirtió en 2010 en el primer fiscal de distrito negro en la historia de Wisconsin.
Después de citar numerosas entrevistas e informes policiales, Ozanne aseguró que Robinson, de 19 años, mantuvo horas antes de su muerte una actitud «agresiva» que despertaba «miedo» sobre su seguridad y la de otros.
El fiscal citó tres llamadas de alerta que recibió el número de emergencias 911, en las que dos personas anónimas y un amigo del propio Robinson alertaban de que el joven estaba sin camiseta, corriendo y saltando delante de los automóviles y agrediendo a algunos de los viandantes.
Según detalló el fiscal, citando los resultados de la autopsia, el joven, de 19 años, había ingerido diferentes tipos de drogas, como marihuana, setas alucinógenas y píldoras xanax.
Ozanne detalló que el agente Kenny, con 12 años de servicio en el cuerpo de Policía, efectuó siete disparos en tres segundos, que atravesaron «de adelante a atrás» al joven, quien murió poco después del suceso en un hospital cercano.
«Mi decisión no traerá a Tony Robinson de vuelta. Mi decisión no va a terminar las disparidades raciales que existen en el sistema de justicia, en nuestro sistema de justicia. Mi decisión no se basa en la emoción. Más bien, esta decisión se basa en hechos», destacó el fiscal.
Las autoridades locales de Madison han mantenido reuniones con los líderes comunitarios en los últimos días para evitar que la decisión desencadene conflictos, como los vividos en Ferguson (Misuri) tras la muerte de Michael Brown, o recientemente en Baltimore (Maryland) con el fallecimiento de Freddy Gray.
La muerte de Robinson a manos de un agente se suma a la lista de sucesos de estas características que, tras la muerte en agosto del año pasado de Brown, ha situado la discriminación de la Policía hacia las minorías en la primera línea de debate en Estados Unidos.
Otro de los nombres que engloba la lista de africanos fallecidos es el del niño de 12 años Tamir E. Rice, que murió en noviembre pasado cuando un policía blanco supuestamente confundió la pistola de juguete que portaba el menor con un arma de verdad y le disparó.
El sheriff del condado de Cuyahoga (Ohio), Clifford Pinkney, anunció hoy que la «mayor parte» del trabajo de la investigación está «completo», aunque rechazó decir cuándo se conocerá si su oficina presenta cargos contra los dos agentes implicados.
Rice, de solo 12 años, se encontraba en un parque jugando con un arma de juguete, que imitaba a un pistola semiautomática, cuando llegaron los dos agentes alertados por la llamada de un vecino que aseguraba que un joven estaba apuntando a los viandantes con lo que parecía un arma de fuego.
Según la Policía de Cleverland, los agentes llegaron al parque y pidieron al joven que levantara las manos, pero él se llevó las manos a la cintura y sacó el arma, lo que hizo que uno de los policías, Timothy Loehmann, le disparara dos veces, una en el abdomen y otra en el pecho.
Una vez que la Oficina del Sheriff concluya sus investigaciones, un gran jurado decidirá si los agentes deben de ser imputados.