La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) mostró hoy su «profunda preocupación» por la ley del estado de Utah que autoriza el uso de pelotones de fusilamiento para las ejecuciones cuando no haya fármacos disponibles para preparar la inyección letal.
«Fuentes como el Centro de Información sobre la Pena de Muerte han informado de que la muerte por fusilamiento puede causar una muerte inhumana, lenta y dolorosa», explica en un comunicado la CIDH, organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington.
«A este respecto, la Comisión recuerda a los Estados Unidos su obligación internacional de no exponer a las personas bajo su jurisdicción a un castigo cruel e inusual», añade.
El gobernador de Utah, Gary Herbert, firmó el 23 de marzo la polémica ley que reinstaura el uso de un pelotón de fusilamiento para ejecutar a los presos condenados a muerte en ese estado en caso de que no disponga de inyecciones letales.
Los legisladores de Utah habían relegado este método de ejecución en 2004, pero lo volvieron a aprobar este marzo con las mayorías republicanas en el Senado y en la Cámara de Representantes para hacer frente a la cada vez más difícil obtención de inyecciones letales.
La nueva norma dicta que la inyección letal sigue como método preferente, pero en caso de no tener suministros, se procederá al uso de un pelotón de fusilamiento en lugar de suspender temporalmente la ejecución, como ocurre en otros estados.
«La Comisión reitera la recomendación de que los estados apliquen una moratoria de las ejecuciones como paso hacia la abolición gradual de esta pena. La Comisión considera que la adopción de esta ley es retroceso», sostiene la CIDH en su nota.
«El Comité alienta al Estado de Utah para seguir el camino de la abolición o la moratoria sobre la pena de muerte», añade.
En 2011 los estados empezaron a tener problemas con el suministro de las sustancias que se usan en las inyecciones letales después de que la empresa estadounidense Hospira dejara de producir el componente esencial de la mezcla.
Desde entonces han ido probando fórmulas nuevas, que el año pasado fallaron en tres ocasiones provocando sufrimiento prolongado en esos presos antes de la muerte.
Más allá de los problemas de suministro, el Tribunal Supremo estudia la legalidad del uso del midazolam, la sustancia que falló en 2014, por lo que las ejecuciones en estados como Oklahoma, Florida o Ohio están temporalmente suspendidas.