AGENCIAS
La Fiscalía de Marsella ha anunciado este jueves que «ha hablado la caja negra» del airbus siniestrado en Los Alpes y que tienen en su poder la «transcripción de los 30 últimos minutos». Esta información ha sido vital, ya que ha arrojado que era el copiloto el que se quedó solo en la cabina, y que estaba vivo hasta el momento del choque: «Se le oye respirar».
Es más, el copiloto, de nacionalidad alemana, «accionó el botón de descenso de manera voluntaria». Mientras, los controladores le llamaban hasta tres veces «sin obtener respuesta».
«La acción sólo puede ser voluntaria. Escuchamos una respiración humana hasta el impacto», ha especificado la Fiscalía gala, confirmando la información de que el copiloto estaba además solo en la cabina. Al otro lado de la puerta, el piloto -el también alemán Patrick Sonderheimer-, que se encontraba fuera de la cabina, se identificaba, llamaba y aporreaba la puerta para que le dejara entrar. Sonderheimer había salido «para satisfacer sus necesidades fisiológicas». Hasta ese momento, la conversación entre ambos a lo largo del vuelo había sido normal.
La tripulación ayudó al piloto en su desesperado y vano intento de derribar la puerta, «que es blindada, según las normas internacionales», al tiempo que en el aparato se activaba la alarma que indica una rápida aproximación al suelo.