Un equipo internacional de científicos afirmó este miércoles que la selva del Amazonas pierde su habilidad de absorber los gases de efecto invernadero.
En la década de los 90, el bosque tropical más grande del mundo era capaz de absorber al menos dos millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
Actualmente, de acuerdo al grupo de científicos, la región de la amazonía ha perdido el 30 por ciento de esa capacidad.
La evidencia de este estudio, publicado en la revista Nature, se desprende de una investigación que tomó más de 30 años sobre casi 2 mil árboles en la zona.
Se descubrió que los árboles están creciendo de manera más rápida, pero también están muriendo más pronto, reduciendo la capacidad de absorber el CO2.