REDACIÓN
Ayer, un indigente amarró a dos perros a las vías del tren en la salida a San Miguel Octopan, en Celaya, Guanajuato, para, según sus propias palabras, “para ver cómo quedaban”.
Lo que pasó fue que el tren atropelló a ambos canes, uno de la raza french poodle y el otro criollo. El primero murió destrozado en el lugar y el segundo sufrió la mutilación de la parte trasera de su cuerpo.
Raúl Rodríguez Velázquez, activista de la asociación protectora de animales Cuatro Patitas, llegó al lugar de los hechos y llevó a una clínica veterinaria al perro mutilado para que lo sacrificaran.
Raúl y otros activistas dieron con el hombre que amarró a los perros, quien se mostró agresivo con ellos.
Bajo los efectos de las drogas, el individuo dijo a los activistas que amarró a los perros “para ver cómo quedaban”.
El intercambio de palabras entre el indigente y los activistas de Cuatro Patitas se convirtió en cuestión de minutos en intercambio de insultos y de golpes.
Vecinos de la zona dijeron a los activistas que el indigente se ha convertido en un amenaza a la seguridad, pues a menudo comete robos a transeúntes para conseguir sus drogas.
Raúl Rodríguez dijo que presentarán una denuncia ante el Ministerio Público por la acción cruel de amarrar a dos perros a las vías del tren con el único objetivo de que fueran atropellados.
Indicó en los últimos dos años se han registrado cuatro casos similares, de personas que amarran perros a las vías del tren.
De las tres ocasiones en que Cuatro Patitas ha intervenido, en una logró rescatar a una perrita french poodle antes de que pasara el tren; en otra, llegaron cuando el tren ya había pasado y le había mutilado dos patas a una perrita de color negro, por lo que tuvo que ser sacrificada.
La tercera fue la del pasado miércoles, cuando los activistas no pudieron hacer nada por evitar la muerte en el lugar de un perro y la mutilación de la parte trasera de su cuerpo del otro, el cual fue sacrificado.