Es sólo un obstáculo en el camino y se superará eventualmente.
Así reaccionaron varios abogados, expertos y activistas ante la decisión de un juez federal de Texas que el lunes congeló la implementación de dos programas federales que podrían proteger de la deportación a entre cuatro y cinco millones de inmigrantes que viven ilegalmente en el país.
Los grupos pidieron a los inmigrantes sin autorización que viven en Estados Unidos que sigan preparándose para acogerse a los programas, el más inmediato de los cuales entraba en vigor el miércoles 18 de febrero.
Los abogados y activistas dijeron el martes durante una conferencia telefónica con periodistas que están seguros de que el Departamento de Justicia apelará la decisión del juez «rápidamente» y que entonces es probable que una corte federal de apelaciones decida a favor del gobierno.
Ese proceso, señalaron, tomará tan sólo «unas semanas». Después de ese plazo, dijeron, y si la corte falla a favor de la administración, entraría en vigor la ampliación del primero de los programas: uno que protege temporalmente de la deportación a jóvenes que fueron traídos por sus familias ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños y les concede un permiso de trabajo.
El juez Andrew Hanen, de la corte distrital de Browsville, en Texas, emitió una medida preliminar a favor de una coalición de 26 estados que interpusieron una demanda en contra de las acciones ejecutivas del presidente Barack Obama en inmigración, anunciadas por el propio mandatario en noviembre.
«Los inmigrantes y sus familias, sus comunidades, no deberían tener miedo. De hecho esa la intención detrás de esta demanda de tono político. La intención es crear confusión y miedo en nuestras comunidades», dijo el martes Marielena Hincapié, directora ejecutiva del Centro Nacional de Leyes de Inmigración. «Estamos seguros de que esta medida temporal será eventualmente revocada y nuestras comunidades deben estar preparadas para acogerse a los programas».
Si la corte federal de apelaciones del Quinto Circuito decide en contra del gobierno el asunto podría acabar frente al Tribunal Supremo, dijeron los abogados el martes.
El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, anunció el martes que debido a la decisión del juez, el gobierno no aceptará solicitudes el miércoles para el nuevo programa de suspensión de deportaciones de jóvenes inmigrantes.
Destacó que la decisión del juez no afecta a quienes se acogieron al plan original de suspensión de deportaciones que Obama aprobó en el 2012. Más de 600.000 jóvenes se han beneficiado de esa iniciativa.
Johnson confirmó que el Departamento de Justicia apelará la decisión del juez Hanen, que estipuló la víspera que la demanda de congelar las medidas presentada por 26 estados, liderados por Texas, debería seguir adelante porque la ayuda a inmigrantes afectará los presupuestos.
«Esto es un llamado de atención a nosotros, los inmigrantes para que sigamos luchando por una reforma migratoria. Tenemos ganas de que esto no acabe aquí y vamos a seguir luchando por nuestros sueños», dijo Marisa Falcón, una inmigrante argentina de 41 años que vive en La Florida.
Falcón, que trabaja a tiempo parcial con un emprendimiento propio de decoraciones de fiestas, dijo que la decisión del juez le «genera dudas y temor de hasta donde pueden llegar» los sectores que se oponen a legalizar a los inmigrantes sin autorización.
Algunos legisladores republicanos, como el representante de Virginia y presidente de la comisión judicial de la cámara baja Bob Goodlatte, elogiaron la decisión de Hanen.
«El abuso ejecutivo del presidente Obama sobre inmigración representa un peligro presente y claro a nuestra Constitución y me complace que las acciones del presidente hayan sido detenidas temporalmente para que la demanda de los estados pueda prosperar», dijo Goodlatte.
La Casa Blanca declaró el martes que las órdenes ejecutivas presentadas en noviembre estaban dentro de la autoridad legal del presidente.
Los gobiernos de México y Guatemala lamentaron el martes la decisión del juez Hanen.
Activistas de decenas de grupos han organizado presentaciones y concentraciones a lo largo de Estados Unidos el martes y el miércoles para informar a los inmigrantes sobre los programas de alivio migratorio.