AGENCIAS
Netflix anunció que desde este lunes su servicio de video por internet está disponible dentro de Cuba.
La compañía dijo que estaba «encantada» de finalmente poder ofrecer «al pueblo cubano» populares series como House of Cards u Orange is the New Black.
El corresponsal de la BBC en Cuba, Will Grant, explica que probó a abrir una cuenta en el servicio y pareció funcionar.
Sin embargo, como señala Grant «en realidad son pocos en la isla los que de verdad podrán acceder».
En un hotel internacional en La Habana donde los cubanos se pueden conectar por unos US$5 la hora, nadie había oído de Netflix antes de este anuncio, mucho menos usarlo.
En principio, la gente aplaudía la idea de poder acceder a películas y series online.
«Me gustaría mucho porque, como estudiante extranjera, hay muchas cosas que necesito ver que con la red así, a veces es difícil conseguir», dice María da Costa, una joven de Angola.
Sin embargo, muchos decían que aunque les gustaría tenerlo, les parecía imposible tener internet con suficiente banda ancha para poder ver películas.
«Yo dudo que tengamos el 3G o 4G necesario», dice Alicia, una cuentapropista. «Aquí todo anda muy lento».
La bloguera Yoani Sánchez expresó en su cuenta de la red social Twitter que «el problema es acceder a internet».
«Hoy pude asomarme por una hora a #Internet pero conexión cara y lenta… una estafa estatal», agregó.
Sólo trabajadores extranjeros o altos cargos del gobierno disponen de una conexión lo suficientemente rápida para poder ver vídeos.
Tampoco el uso de tarjetas de crédito es algo habitual entre los cubanos. De momento, es necesario que sea internacional.
Y, finalmente, el precio de US$8 por mes es un lujo fuera del alcance de gran parte de los 11 millones de residentes.