AIDA RAMIREZ MARIN
La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) así como la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), respaldaron en su totalidad, las acciones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que concluyeron en la clausura total del proyecto “Dragon Mart”.
Ello, aseveró Francisco Funtanet Mange, presidente de la cúpula de los industriales, debido a que dicho proyecto pudo haber desencadenado la entrada de 300 mil toneladas anuales de mercancías chinas a México con valor de dos mil millones de dólares, y que habrían desplazado una cantidad similar de productos nacionales.
“La cancelación del proyecto Dragon Mart envió una clara señal a los inversionistas, para que en México procedan con legalidad y pleno respeto al Estado de derecho, sin hacer uso de competencias desleales”, dijo.
Al mismo tiempo aclaró que la industria nacional no tiene temor a competir y le dará siempre la bienvenida a inversiones productivas que no dañen o generen pérdidas a las empresas mexicanas.
“En CONCAMIN siempre tuvimos una postura firme con respecto a Dragon Mart; trabajamos arduamente de la mano con el Gobierno Federal para hacerle saber los riesgos en materia de subvaluación, triangulación, piratería, informalidad e incluso desempleo que nosotros vimos desde un inicio; hoy, reconocemos que este esfuerzo tenga buenos resultados para la industria mexicana”, señaló.
El líder de los industriales del país pidió a las autoridades continuar con el debido proceso para que los presuntos responsables de los daños al ecosistema en Quintana Roo, respondan y reparen las afectaciones pues, aseveró, nunca hay que perder de vista que la preservación de nuestro entorno es fundamental, es la base de la industria nacional y el patrimonio de todos los mexicanos.
En tanto, Luis Zárate Rocha, dirigente de la CMIC, consideró que la cancelación del proyecto chino por parte de las autoridades ambientales federales fue la decisión correcta, a pesar de la afectación en la generación de empleos en la región sureste.
“La suspensión fue por un tema ecológico, de medio ambiente; sí afecta, porque se esperaban plazas de trabajo, pero fue una decisión sabia porque está comprobado que afecta temas ambientales”, argumentó.
Aseguró que con ello el sector estará al pendiente de las observaciones de la Semarnat para que las obras se construyan bien y cuidando el medio ambiente.
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