Las CATÁSTROFES CLIMÁTICAS incrementan CRISIS MUNDIAL de VIVIENDA y DESPLAZAMIENTOS

A medida que los desastres climáticos se vuelven más extremos e impactan en sus países de origen y sus destinos, las personas desplazadas se ven obligadas a moverse una y otra vez sin un lugar seguro a donde ir.

Meses después de los letales incendios forestales de Los Ángeles de principios de año, la especulación abusiva que sucedió a la catástrofe ha llevado a las autoridades californianas a actuar con mano dura. Pero la escalada de los precios de la vivienda en ciudades afectadas por catástrofes climáticas se ha convertido en un patrón.

Y ese patrón está acentuando una crisis mundial de vivienda que ya existía. Impulsada por la compra de inmuebles por parte de empresas de inversión, así como por la inflación y los elevados costes de construcción, la vivienda se ha vuelto inasequible para muchos en todo el mundo.

  • «No se trata de un problema exclusivo de las zonas rurales o urbanas, ni de los propietarios o los inquilinos”, afirma Sara McTarnaghan, investigadora del Urban Institute, un centro de estudios estadounidense dedicado a la política social. «Hay una especie de experiencia compartida en la que los precios de la vivienda y los alquileres han seguido subiendo mucho más rápido que los ingresos”.

También es un problema que no entiende de límites geográficos. La mitad de las ciudades con los alquileres que más rápido suben de todo el mundo están en el Sur Global.

Escapar de las zonas de alto riesgo

El problema se agrava con fenómenos meteorológicos extremos y desastres naturales como huracanes, inundaciones e incendios forestales, cada vez más intensos y frecuentes a medida que se siguen quemando combustibles fósiles.

  • Estas catástrofes están afectando a la popularidad de barrios en zonas de riesgo. En ciudades costeras como Miami, la amenaza de los huracanes hace que los especuladores inmobiliarios desvíen su mirada de las propiedades situadas frente a la playa, a medida que el nivel del mar sube como consecuencia del calentamiento global.
  • «Hay personas con altos ingresos en zonas costeras bajas vulnerables a las inundaciones que ahora buscan zonas más elevadas”, afirma Zac Taylor, experto en financiación climática de la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos). Y este cambio en los patrones de inversión, añadió, está «desplazando a esos residentes existentes de bajos ingresos”.

Mientras que las propiedades frente al mar en barrios como Miami Beach siguen siendo populares, los precios en las zonas del interior con menores ingresos, como Little Haiti, están subiendo más rápido que en el resto de la ciudad. Los inmuebles situados a mayor altitud en Miami son algunos de los que más rápido se revalorizan en Estados Unidos. Los expertos lo llaman «gentrificación climática”.

«He hablado con promotores inmobiliarios que me han dicho que sí, que ahora piensan en la elevación cuando compran propiedades a largo plazo para su desarrollo”, dijo Taylor. «Así que sabemos que la presión del desplazamiento sobre esas comunidades se está viendo amplificada en cierta medida por la preocupación por el clima”.

Tras una catástrofe, la vivienda se encarece aún más

Cuando se producen desastres naturales, pueden erosionar el parque de viviendas disponible y ejercer una presión a corto plazo sobre la oferta de alquiler, a veces en ciudades totalmente distintas.

Los letales incendios forestales de enero en Los Ángeles arrasaron 16.000 construcciones, muchas de las cuales eran viviendas, lo que afectó al instante al que ya era uno de los mercados inmobiliarios más caros del país.

«A menudo pensamos en el éxito de la recuperación tras una catástrofe como la recuperación de las viviendas, pero no hay mucha visibilidad sobre si esa vivienda es asequible o sigue siendo ocupada por la misma persona”, dijo McTarnaghan.

  • En Nueva Orleans, los precios de la vivienda se dispararon un 33 % tras el paso del huracán Katrina en 2005. La tormenta causó daños por valor de 125.000 millones de dólares (114.000 millones de euros) y mató a 1.392 personas. Y el coste de la vivienda en Puerto Rico aumentó un 22 % tras el paso del huracán María en 2017.
  • María sigue siendo el huracán más letal de la historia reciente de Estados Unidos, con casi 3.000 muertos solo en Puerto Rico y unos 90.000 millones de dólares (76.000 millones de euros) en daños. Los esfuerzos de reconstrucción, la reurbanización y el aumento radical de los precios tras el desastre cambiaron barrios enteros.

Los costes de los seguros para los más de 1.200 millones de personas en todo el mundo que son muy vulnerables a, como mínimo, un desastre climático, también se están disparando.

En EE.UU., la prima media anual de seguros para propietarios de viviendas casi se triplicó, pasando de 536 dólares (477 euros) a 1.411 dólares (1.200 euros) entre 2001 y 2021, debido en gran parte al aumento del riesgo en las catástrofes relacionadas con el calentamiento global.

  • En Alemania, donde las inundaciones son cada vez más frecuentes, se prevé que las primas del seguro de hogar se dupliquen en la próxima década. En Australia, frecuentemente afectada por incendios forestales e inundaciones, el 15 % de los hogares sufre lo conocido como «estrés por asequibilidad del seguro de hogar”, lo que significa que pagan más de cuatro semanas de sus ingresos anuales en primas.

Garantizar la asequibilidad y la resiliencia

McTarnaghan sostiene que un mayor número de viviendas ayudará a hacer frente al aumento de la demanda tras una catástrofe. La ampliación del parque de viviendas también ofrecería en general más opciones a inquilinos y propietarios, lo que contribuiría a paliar la crisis generalizada de asequibilidad de la vivienda. Aun así, el cambio climático plantea retos únicos que no pueden resolverse únicamente con un parque de viviendas abundante.

«Hay una necesidad realmente urgente de transformar nuestro parque de viviendas para reducir su huella de carbono, pero también para reducir la vulnerabilidad física a los riesgos climáticos”, dijo McTarnaghan.

  • Una planificación urbana que haga hincapié en el desplazamiento de la densidad de viviendas hacia zonas de bajo riesgo podría ayudar. Además, la adaptación a las condiciones climáticas, como tejados resistentes al fuego o revestimientos resistentes en regiones propensas a huracanes y tifones, puede ayudar a protegerse contra las catástrofes.

Zac Taylor sostiene que la reducción del riesgo debe considerarse parte de un amplio enfoque social. «Necesitamos una visión más clara de la sociedad en la que queremos vivir. ¿Qué queremos proteger y en qué queremos invertir? ¿Cuán importante es que haya viviendas seguras y asequibles? Tenemos que pensar en esto si queremos rediseñar nuestras instituciones para hacer frente a estos riesgos”, afirmó.

Los desastres naturales causaron 220 millones de desplazamientos internos en los últimos 10 años

La crisis climática provoca cada vez más desplazamientos forzosos y afecta desproporcionadamente a las personas que debieron huir de sus hogares para salvar sus vidas. Actualmente, en el mundo hay más de 120 millones de personas desplazadas por la fuerza y 90 millones de ellas, 3 de cada 4, viven en países con exposición alta o extrema a peligros relacionados con el clima.

  • En los últimos 10 años, los desastres relacionados con el clima han causado 220 millones de desplazamientos internos, lo que equivale a aproximadamente 60.000 desplazamientos por día. Específicamente en 2023, 26,4 millones de los desplazamientos internos fueron causados por desastres climáticos. Se trata de la tercera cifra más alta en la última década.
  • El cambio climático, el conflicto y el desplazamiento están cada vez más interconectados: 70% de las personas desplazadas internamente por conflictos, 60% de las personas apátridas y 40% de personas refugiadas viven en países vulnerables, que no están preparados para adaptarse al cambio climático. En tanto que la mitad de las personas desplazadas actualmente vive en países expuestos tanto a conflictos como a amenazas climáticas, entre ellos Sudán, Siria, Haití, la República Democrática del Congo, Myanmar, Etiopía, Yemen y Somalia.

Asimismo, 42 de los 45 países que contabilizaron desplazamientos por conflictos en 2023 también experimentaron desplazamientos por desastres climáticos. Esto provoca que los Estados tengan cada vez menos posibilidad de dar respuesta, proporcionar protección e invertir en la adaptación y resiliencia.

“La manera en la que experimentás la crisis climática depende de quién sos y de dónde vivís. En algunos lugares puede resultar en una crisis alimentaria, en otros en una crisis de agua. Puede generar una crisis de vivienda, de supervivencia y, en muchos casos, también es una crisis de derechos humanos. Las personas desplazadas se encuentran en la primera línea de afectados, por eso necesitan apoyo y protección”, señala Paula Martínez Álvarez, Directora de Comunicaciones de Fundación ACNUR Argentina.

A medida que los desastres climáticos se vuelven más extremos e impactan en sus países de origen y sus destinos, las personas desplazadas se ven obligadas a moverse una y otra vez sin un lugar seguro a donde ir. Esto eleva el riesgo de desplazamiento prolongado y reduce las posibilidades de retorno, conforme más partes del mundo se vuelven inhabitables. A modo de ejemplo:

  • El 86% de los refugiados afganos han buscado refugio en Irán y Pakistán, países que también enfrentan riesgos climáticos aún mayores.
  • El 72% de los refugiados de Myanmar se encuentran en Bangladesh, donde las catástrofes naturales como ciclones e inundaciones se clasifican como extremos.
  • Desde que estalló la guerra en Sudán, 700.000 personas han buscado refugio en Chad, uno de los países más vulnerables del mundo al cambio climático.

Las estadísticas a futuro continúan siendo desalentadoras: para 2040, se espera que el número de países expuestos a peligros climáticos extremos aumente de los tres actuales (Bangladesh, Emiratos Árabes Unidos y Omán) a 65 países, de los cuales, la gran mayoría, ya alberga a poblaciones desplazadas. Sumado a esto, se proyecta que, en comparación con la actualidad, la mayoría de los asentamientos y campamentos de refugiados experimentarán el doble de días de calor extremo para 2050 si no se toman medidas fuertes en contra del cambio climático.

¿Qué sucede en América?

En América son cada vez más evidentes los efectos adversos del cambio climático que se pueden percibir a través de diversos fenómenos meteorológicos como La Niña y El Niño. Esto, sumado a los desafíos socioeconómicos y de seguridad, incrementa el riesgo de desplazamiento, dentro y fuera de las fronteras, para millones de personas.

  • Hasta diciembre de 2023, la región de las Américas había dado acogida a 23 millones de personas que reciben protección o asistencia de ACNUR, de otras organizaciones socias o de los Estados.
  • En la última década, los desastres han provocado un promedio anual de 2.1 millones de desplazamientos internos, sobre todo debido a los peligros relacionados con el cambio climático (Informe Global sobre Desplazamiento Interno de 2023).

Los Ponchos Azules son más de un millón de personas en Argentina que conforman el movimiento más grande del mundo en apoyo a las personas refugiadas. Este año, con la intención de concientizar sobre el impacto que provoca la crisis climática, Fundación ACNUR sumó a su reconocido poncho azul los colores del gráfico de rayas del calentamiento global. Creado por el científico Ed Hawkins, el diseño representa, en una escala de tonos desde el azul al rojo, el incremento de la temperatura en los últimos 100 años.

  • Además, como parte de sus acciones de visibilización, Fundación ACNUR Argentina dedicó una sección especial sobre cambio climático en su quinta edición del Concierto con los Refugiados, un evento a beneficio de las personas refugiadas y desplazadas que este año se realizó en el Teatro Gran Rex. Más de 3000 personas solidarias que asistieron al show formaron parte de una impactante experiencia artística de la mano del destacado fotógrafo argentino Alejandro Chaskielberg. El público utilizó la luz de sus celulares bajo la guía de Chaskielberg, quien, en un juego de luces, sombras y colores, logró crear una imagen que replica el gráfico de rayas del calentamiento global.

“Nuestras iniciativas buscan informar y sensibilizar, pero también son un fuerte llamado a la acción. El calentamiento global está generando una crisis climática que será la catalizadora de la mayor crisis humanitaria de la historia. La situación requiere del interés y el compromiso de todos nosotros. Todavía estamos a tiempo de actuar”, sostiene Martínez Álvarez.

Vulnerabilidad de la población mexicana a la pobreza por fenómenos climáticos

Los fenómenos meteorológicos extremos son un tipo de revés que los hogares enfrentan con cada vez mayor frecuencia debido al cambio climático.

  • Derivado de ello, se ha estimado que al menos un tercio de la población mexicana es vulnerable a la pobreza debido a fenómenos relacionados con el clima.
  • De acuerdo con un informe del Banco Mundial, 31.2% de la población en México se encuentra expuesta al menos a un tipo de fenómeno climático severo, y un 7.7% adicional al menos a dos tipos de fenómenos climáticos de alta intensidad.

La investigación detalla que sólo cerca de un tercio de estas personas expuestas se encuentra en una situación de pobreza.

Una gran proporción de los no pobres también está expuesta a fenómenos climáticos extremos; y, en el caso de algunos riesgos, los no pobres tienen mayor exposición que los pobres. Los hogares que no son pobres son vulnerables a fenómenos climáticos extremos y pueden caer en pobreza debido a estos fenómenos. Los hogares que son pobres y están expuestos pueden profundizar su situación de pobreza debido a un impacto climático”, advierte.

  • En este contexto, plantea que las políticas públicas deben adoptar medidas no sólo para reducir la pobreza, sino también para reducir la vulnerabilidad a la pobreza, ya que, si produce un choque, éste puede revertir los avances alcanzados.
  • Esto amplía el enfoque de las políticas hacia la clase vulnerable y media, considerables grupos de la población en un país de ingresos medios altos como México, que se encuentran expuestos a los peligros de los fenómenos climáticos”, añade.

La vulnerabilidad a la pobreza debido a fenómenos climáticos se enfoca en identificar a la población que puede caer en una situación de pobreza debido a pérdidas de ingresos o activos asociadas a impactos climáticos.

Los daños a la vivienda debidos a fenómenos climáticos afectan la protección de las familias, pero también las fuentes de generación de ingresos. En los casos más graves, las pérdidas de vivienda pueden provocar migraciones y, por consiguiente, repercusiones de los fenómenos climáticos de una región al resto del país o incluso a otros países”, ejemplifica.

  • El reporte indica que invertir en servicios de saneamiento, carreteras rurales y acceso a servicios financieros, en particular en las zonas rurales, es una acción de política que permitiría afrontar las privaciones en términos de vulnerabilidad física.
  • Las inversiones en mejoras de vivienda, pero también en otras formas de infraestructura pública como caminos rurales y saneamiento, que ayudan a hacer frente a los desastres climáticos tendrán un doble impacto en la reducción de la pobreza a través de la reducción de las carencias sociales asociadas a la vivienda de calidad y la vulnerabilidad a la pobreza debido a los desastres climáticos”, expone.

Agrega que el desarrollo de una protección social adaptativa abordaría la necesidad de contar con un sistema de seguridad social que responda a los crecientes riesgos climáticos.

La protección social adaptativa se concentra en desarrollar resiliencia a los riesgos mediante el diseño de mecanismos de protección social para hacerles frente antes, durante y después de que estos ocurran”, refiere.

Para ello, considera, que se requiere de una identificación distinta de los beneficiarios, no sólo los pobres, sino también los vulnerables, la ubicación y tipo de impacto y el tamaño de la transferencia requerida.

Según la investigación, casi la totalidad del territorio mexicano enfrenta altos porcentajes de población expuesta a fenómenos climáticos extremos.

Más mexicanos expuestos a huracanes

Más de 50% de la población se encuentra expuesto a una alta probabilidad de huracanes severos en los municipios costeros de Yucatán y Quintana Roo, y Baja California Sur, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero.

Por otro lado, altos porcentajes de la población están expuestos a sequías graves en la meseta central de Chihuahua, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí; y llanuras al este de la Sierra Madre Oriental en Nuevo León y Tamaulipas, así como en múltiples municipios pequeños en Puebla, Oaxaca y Chiapas.

  • El reporte del Banco Mundial menciona que las inundaciones son menos frecuentes y más dispersas en el territorio, concentrándose en Tabasco y los municipios costeros de Guerrero y Michoacán.
  • Las olas de calor, en tanto, afectan a grandes proporciones de la población en los municipios costeros de Baja California, Sonora, Sinaloa y Nayarit, en la costa del Pacífico; Tamaulipas, Veracruz y Tabasco en el Golfo de México, y Quintana Roo en la costa del Atlántico.

Los deslizamientos de tierra se concentran en las sierras de Querétaro, Puebla, Oaxaca y Michoacán en el centro del país; Chiapas en el sur y partes de Jalisco y Zacatecas al noroeste.

Destaca que si se cuentan por separado, el peligro que afecta a más personas son las olas de calor, toda vez que casi 21 millones de personas se encuentran expuestas. A esto le siguen las sequías, las cuales afectan a 14.7 millones de personas, los deslizamientos de tierra con 8.8 millones de personas, las inundaciones con 7.7 millones y los ciclones con 7.5 millones./Agencias-PUNTOporPUNTO

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