El presidente Donald Trump saltó al terreno de juego y enseguida cimbró el sistema financiero del futbol mexicano.
Con su decisión de clasificar a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, el gobierno de Estados Unidos ha puesto el reflector sobre las finanzas de los equipos del balompié nacional, donde desde hace años se sospecha que hay intereses de la delincuencia organizada.
- El futbol mexicano es una de las industrias más rentables del país, con una economía que mueve miles de millones de pesos anualmente. Sin embargo, su compleja estructura financiera y la falta de regulación estricta han permitido que grupos criminales se infiltren en el sistema a través de los clubes, la compra de jugadores, los contratos de publicidad y la venta de boletos para el lavado de dinero y otras actividades ilícitas.
- El pasado 20 de enero, el presidente Trump emitió una orden ejecutiva que cataloga como organizaciones terroristas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo, La Nueva Familia Michoacana, el Cartel del Noreste (CDN) y Carteles Unidos.
Este cambio de nominación representa un giro drástico en las herramientas legales con que cuenta el gobierno de Washington para rastrear las finanzas del crimen organizado, ya que a partir de ahora tiene mayores facultades para congelamiento de activos, lo que afecta no solo a los cárteles mismos, sino también a quienes mantengan relaciones comerciales con ellos de manera directa o triangulada.
El cambio de etiqueta también le concede al gobierno de Trump mayores márgenes para aplicar medidas penales contra individuos y empresas que brinden apoyo material a los grupos criminales, entre los que podrían encontrarse los equipo de futbol profesional.
Presión desde Washington
Antes de la llegada de Trump para su segundo mandato, un informe elaborado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) ya advertía sobre los riesgos de que el futbol mexicano se viera infiltrado por el crimen organizado y alertaba sobre la necesidad de transparentar las finanzas y transacciones de los clubes antes de que el gobierno estadounidense hiciera sentir su fuerza.
- De acuerdo con el documento titulado “El lavado de dinero en equipos de futbol profesional en México como área de oportunidad de combate al lavado de dinero”, anticipa que “el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) ejercerá presión a México para que cumpla con sus recomendaciones y compromisos establecidos”.
- Armado en mayo de 2020, cuando la SSPC era encabezada por Alfonso Durazo, el reporte también destaca que “el Departamento del Tesoro del gobierno de Estados Unidos hará público y de manera mundial, mediante listados de personas físicas y morales, a los equipos de futbol, así como sus dueños, para que no se establezcan contactos comerciales con los mismos”.
Ante la recategorización de los cárteles mexicanos, la firma Deloitte, especializada en asesoría financiera, auditorías y control de riesgos, advierte que las empresas que operan en México y tienen vínculos comerciales con Estados Unidos —entre ellas las instituciones futbolísticas— deben, entre otras cosas, monitorear transacciones financieras y detectar patrones sospechosos.
Además sugiere actualizar las políticas internas contra el lavado de activos, auditar regularmente los flujos de efectivo para identificar posibles inconsistencias y diseñar programas de capacitación para empleados sobre identificación y reporte de señales de alerta relacionadas con lavado de dinero.
- En diversas ocasiones, el futbol mexicano ha sido un vehículo para el lavado de dinero por parte de grupos criminales. Uno de los casos más sonados fue el de Tirso Martínez Sánchez, alias El Futbolista, un operador financiero del Cártel de Sinaloa que invirtió en varios equipos de fútbol para lavar dinero del narcotráfico.
- Entre 2003 y 2006, Martínez adquirió franquicias como Querétaro, Irapuato, Venados de Yucatán y La Piedad. Una auditoría de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) detectó irregularidades en los casos de Irapuato y Querétaro, lo que llevó a la desafiliación de estas franquicias y a la reducción de la Primera División de 20 a 18 equipos.
Carlos Ahumada, quien fuera presidente del Club León, fue investigado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) por presuntos nexos con el narcotráfico. Entre 2002 y 2004 se especuló que Ahumada había obtenido 94 mil dólares de operaciones ilícitas, lo que lo llevó a vender el equipo.
Más recientemente, Guillermo Billy Álvarez, expresidente del Cruz Azul, fue detenido en enero de 2025 tras estar casi cinco años prófugo. Álvarez enfrentaba cargos de delincuencia organizada, lavado de dinero, administración fraudulenta y defraudación fiscal.
Millones sobre el terreno de juego
El documento en poder señala que al menos 53.8 por ciento de los clubes del futbol mexicano —que abarca la LigaMX o Primera División, la Liga Expansión MX o Liga de Ascenso, la Liga MX Femenil, la Liga Premier, la Liga TDP y el Sector Amateur— tienen su sede en zonas donde operan los principales cárteles de la droga, es decir, alrededor de 168 de las 312 instituciones que componen el futbol organizado.
“Las zonas donde hay más clubes en México y están en lugares de conflicto son: Jalisco (29 franquicias), Estado de México (27) y Michoacán (15), sitios donde operan principalmente La Familia Michoacana y el Cártel Jalisco Nueva Generación”, detalla el documento.
- 53.8 por ciento de los clubes del futbol mexicano tienen su sede en zonas donde operan los principales cárteles de la droga, es decir, alrededor de 168 de las 312 instituciones que componen el futbol organizado.
- El diagnóstico de la SSPC reconoce que la parte más vulnerable del balompié nacional son los clubes de divisiones de menor categoría, dado que tienen mayores necesidades financieras, además de que no hay una inspección rigurosa de sus finanzas por parte de las autoridades competentes, lo que las convierte en blanco fácil del lavado de dinero.
Según el reporte, “todas las divisiones del futbol en México se han visto involucradas en temas de narcotráfico”. Enlista los casos de León, Querétaro, Irapuato y Necaxa, en la Liga MX, y a los Guerreros de Autlán y Mapaches de Nueva Italia, en la Tercera División.
La industria del balompié nacional mueve alrededor de 145 mil millones de pesos anuales y la vigilancia de los flujos financieros es frágil, por lo que “puede representar una vía libre para prácticas ilícitas”, subraya el informe de la SSPC, el cual agrega que el futbol genera unos 192 mil empleos por los que se pagan cerca de 25 mil millones de pesos.
Para Santiago Nieto Castillo, exdirector de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, sería muy benéfico que tanto las autoridades hacendarias como los directivos del balompié nacional apliquen mayores controles de los ejercicios económicos y mercantiles que realizan los equipos de futbol para reducir el margen de maniobra de las bandas criminales.
“Es necesaria una mejor fiscalización respecto al uso de los recursos que se encuentran al interior de los equipos de futbol, porque hay sospechas en cuanto al uso de estructuras paralelas para la mercantilización de los productos y estructuras paralelas para el pago a los jugadores, y creo que todo esto podría generar operaciones de lavado dinero”, opinó Santiago Nieto.
Durante su desempeño como jefe de la UIF (2018-2021), Santiago Nieto firmó un acuerdo de colaboración con la Federación Mexicana de Futbol que buscaba facilitar la fiscalización del sistema financiero del balompié profesional, lo que dio pie a investigaciones sobre lavado de dinero en los clubes Cruz Azul y Veracruz.
Cierre de filas contra lavado
El futbol mexicano no es solo un deporte, sino una industria multimillonaria que impacta diversos sectores de la economía. Desde la generación de empleos hasta la inversión en infraestructura y la comercialización de derechos televisivos, el fútbol es un motor económico que dinamiza el país y lo posiciona en el escenario internacional.
- Los derechos de transmisión representan una de las principales fuentes de ingresos para los clubes. Las televisoras pagan sumas millonarias por la exclusividad de los partidos, lo que a su vez genera ingresos publicitarios. Además, plataformas de streaming han comenzado a incursionar en este sector, diversificando aún más el mercado y ofreciendo nuevas oportunidades de monetización.
- El pago por derechos de transmisión pueden representar hasta 50 por ciento del presupuesto de algunos clubes, mientras que el patrocinio y la venta de boletos suman otro 30 por ciento. Se estima que equipos como América y Chivas tienen un valor de mercado superior a los 500 millones de dólares.
Ante la elevada rentabilidad de la industria del futbol y dada la frágil supervisión de los flujos financieros, el documento de la SSPC sugiere una mayor coordinación entre la la Secretaría de Hacienda, la UIF, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional (GN) y la FMF con el fin de cerrar el paso al lavado de dinero
La vulnerabilidad del sistema financiero vinculado al balompié “hará necesario que a la Guardia Nacional se le den atribuciones jurídicas y de investigación para coadyuvar con la FGR con todos los datos de prueba necesarios para la integración de carpetas de investigación relacionadas al delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita vinculadas a equipos del futbol mexicano y sus propietarios”.
El objetivo de esta estrategia, según el reporte de Seguridad, es lograr “el subsecuente congelamiento de cuentas, con la finalidad de que posteriormente sea incautado el dinero producto de actividades ilícitas”.
Conforme se vaya concretando el hallazgo de redes de corrupción que aprovechan los bajos niveles de regulación para el lavado de activos en el futbol, el informe aconseja el establecimiento de “obligaciones enérgicas para clubes, federaciones y confederaciones, así como a todas las instituciones bancarias para que emitan en tiempo y forma todas las alertas de transacciones sospechosas a la UIF”.
En particular, el documento sugiere poner la lupa en la regulación de las operaciones, transacciones, transferencias de jugadores, patrocinios de equipos y jugadores, además de acuerdos publicitarios, así como sanciones regulatorias en el uso de efectivo en la venta de boletaje de partidos de futbol, inversiones de corto plazo en clubes de poca solvencia y venta de clubes a personas dedicadas al traslado de recursos a paraísos fiscales.
- En febrero pasado, la diputada panista de la Ciudad de México, Frida Guillén, presentó una iniciativa de ley para que el futbol mexicano sea incluido en la lista de actividades vulnerables al lavado de dinero, con el fin de incrementar la supervisión de las finanzas.
- La iniciativa identifica varios actores financieros importantes en la industria del futbol: los clubes (células básicas de la industria), los jugadores de futbol (los activos más valiosos de la industria), “sponsors” corporativos (inversores más importantes), medios de comunicación, inversores individuales, (“benefactores” de los clubes), clubes locales comerciales o agrupaciones dedicadas a formar reservas de talento y representantes de futbol.
Entre los flancos vulnerables del negocio del futbol están que se trata de un mercado es de fácil penetración, redes intrincadas de partes interesadas, directivos que carecen de profesionalismo, diversidad de estructuras jurídicas, carácter irracional de las sumas involucradas, necesidades financieras de los clubes y la vulnerabilidad social de algunos jugadores./Agencias-PUNTOporPUNTO