México registró en enero la producción de hidrocarburos líquidos más baja en los últimos 46 años, por lo que la reciente regulación en el sector energético aprobada por el Poder Legislativo y remitida a la presidenta Claudia Sheinbaum para su publicación supone ser la oportunidad para revivir a Petróleos Mexicanos (Pemex) y su actividad, de acuerdo con expertos.
- Información de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) muestra que en el primer mes del año la extracción promedio de petróleo y sucedáneos en México fue de un millón 673.4 mil barriles diarios, cifra que no se observaba desde 1979.
- Pemex aportó 93.8 por ciento de esta cifra, con un millón 611 mil barriles diarios, mientras que los privados apenas 62 mil barriles diarios.
Por ello, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), las nuevas leyes permitirán a Pemex tener socios para dirigir más capital a proyectos detenidos, pero mantendrá el control exclusivo de las asignaciones, tanto las de desarrollo propio, donde la participación privada se encuentra limitada a contratos de servicios, como las de desarrollo mixto.
- Oscar Ocampo, coordinador de energía del instituto, estableció que las reformas darán mucho poder a la empresa para determinar las posibilidades de inversión de privados; sin embargo, considera que el reto es que se le perciba como un socio confiable por la deuda que tiene con proveedores, misma que suma más de 25 mil millones de dólares.
“Pemex debe enviar señales de solidez financiera y de que habrá piso parejo en las asignaciones para despertar el interés de los inversionistas y realmente puedan participar en la extracción y perforación”, explicó.
La apertura ¿sirvió?
En 2013 se aprobó la reforma energética propuesta por el entonces presidente Enrique Peña Nieto para apuntalar la extracción de crudo con empresas privadas; sin embargo, a la fecha la participación de estas firmas apenas representa 6.2 por ciento de la extracción total de hidrocarburos.
Después se limitó su participación a partir de 2018, dejando todo en manos de Pemex, pero con la nueva regulación para este año se volverá abrir una oportunidad de negocio para estas compañías que en su mayoría son de capital extranjero.
“A partir de la adecuación de las leyes en materia energética, Pemex decidirá las áreas de su interés, en cuáles podrá trabajar por sí solo y dónde buscará alianzas, lo cual, aunado a que no existirán nuevas rondas petroleras dará certeza a los 90 contratos de producción y servicios que se mantienen con 26 empresas”, señaló el asesor en energía y economía Ramsés Pech.
- Pero para Gonzalo Monroy, director de la consultora especializada en el sector energético GMEC, las modificaciones legales difícilmente detonarán la inversión privada que opera en algunas regiones.
“Los contratos mixtos que ahora se quieren impulsar son asignaciones que ya tiene Pemex, mismo que decidirá con quienes establece una alianza y en qué condiciones lo cual es un esquema ambiguo, no facilita un buen entorno de negocios, por lo que probablemente se presenten pocos jugadores que están optando por otros mercados como Argentina, Colombia o Brasil donde las reglas son más claras”, destacó.
El área de Estudios Económicos de BBVA México aseguró que para incrementar la producción petrolera en este año y los siguientes se requerirá de una mayor aportación de nuevos campos ya que el declive natural de los espacios maduros continuará.
Ven cautela en inversión
Especialistas en legislación energética coincidieron que con la nueva Ley del Sector de Hidrocarburos aprobada por el Congreso y promulgada hoy 18 de marzo, se incrementa la incertidumbre para las empresas privadas, que se someterán a las necesidades de Petróleos Mexicanos (Pemex) y aunque no se contemple la expropiación, tendrán contratos con los que la rentabilidad no puede subir para que el Estado los obligue a asociarse, mientras cuidan que sus procedimientos no incurran en prácticas interpretadas como objeto de recisión de permisos o contratos.
En la nueva legislación ya aprobada por el Congreso y en espera de su promulgación por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum durante la 87 conmemoración de la Expropiación Petrolera se incluyen dos transitorios que protegen lo contratos y permisos con que cuentan empresas particulares mientras estén vigentes.
- Sin embargo, el Artículo 86 de esta Ley prevé la recisión como procedimiento de la autoridad frente a estos instrumentos celebrados entre el Estado y privados. Será hasta 180 días después de la publicación de la nueva legislación en que se dará a conocer la reglamentación específica en torno a las formas que tendrá la autoridad de poner fin a la participación de algún actor de la industria petrolera.
- Así lo explicó Víctor Hugo Juárez, socio de la consultora energética Edge, quien recordó que la prioridad en exploración y extracción petrolera serán los trabajos de Pemex y en orden jerárquico se le darán áreas petroleras mediante asignaciones, que podrá migrar a contratos propios o mixtos eligiendo a su socio y sólo al final se buscará que privados operen solos en el país.
Así, todas las actividades que lleven a cabo los actuales operadores que obtuvieron contratos mediante licitaciones en el último sexenio priísta contarán con una estricta revisión de la Secretaría de Energía, que tiene como obligación una política energética que beneficia a Pemex. A la vez, la Comisión Nacional de Energía (CNE) sustituirá en materia de revisión de actividades de programas mínimos de trabajo al anterior regulador y el Fondo Mexicano del Petróleo, junto con la Unidad de Ingresos de Hacienda, establecerán la imposición y seguimiento de contraprestaciones que se deberán pagar.
“Al final Pemex mismo estará evaluando la actividad de todos los actores del sector, porque su conveniencia e intereses están por encima de todas las demás actividades. Tanta supervisión implica demasiada presión para las empresas que invertirán con cautela, como es lógico”, dijo el experto.
- Si bien se adelgaza la burocracia y se espera una reducción de trámites con mayor velocidad, también se verá que serán quienes estén cercanos al gobierno los que recibirán contratos o permisos para las actividades del sector, porque todo gira en torno a los intereses de Pemex.
A su vez, Óscar Moreno, socio del despacho Pérez-Llorca en el área de Proyectos, Energía e Infraestructura, explicó que los contratos y permisos existentes se van a respetar, con lo que puede existir cierta tranquilidad para las empresas.
“Por lo menos las reglas se van aclarando, ya se tiene un panorama más amplio de lo que puede y no hacer la industria y cómo invertir”, dijo, “sólo falta una reglamentación adecuada”./Agencias-PUNTOporPUNTO