TEXTO ÍNTEGRO: Calentamiento GLOBAL triplica la intensidad de los “INCENDIOS” FORESTALES

Para 2100, se espera que incendios como los de los años 2023 y 2024 sean seis veces más comunes en Canadá y tres veces más frecuentes en la Amazonia occidental, con una duplicación de la frecuencia en Grecia.

El informe ‘Estado de los incendios forestales 2023-24‘, publicado en la revista Earth System Science Data, ha hecho un balance a escala global de los incendios forestales extremos desde marzo de 2023 hasta febrero de 2024, además de explicar sus causas y evaluar si los eventos podrían haberse predichos.

  • Este trabajo anual está codirigido por la Universidad de East Anglia, el Centro de Ecología e Hidrología, la Oficina Meteorológica del Reino Unido y el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo.
  • Según sus resultados, los incendios forestales sin precedentes en Canadá y la Amazonia en este periodo de tiempo fueron, en gran parte, atribuibles al cambio climático.

Por otro lado, el dossier también revela que las emisiones globales de carbono provenientes de incendios forestales en esa temporada fueron un 16 % superiores al promedio, con lo que se llegó a un total de 8,6 mil millones de toneladas de CO2.

Además, estos incendios provocaron la evacuación de más de 230.000 personas y la muerte de ocho bomberos. En América del Sur, este desastre ambiental en la Amazonia afectó a la calidad del aire y le llevó a tener algunas de las peores calificaciones de calidad a escala global.

«El año pasado, vimos incendios forestales matando personas, destruyendo propiedades e infraestructura, causando evacuaciones masivas, amenazando medios de vida y dañando ecosistemas vitales», dice Matthew Jones, investigador en el Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático en la UEA y uno de los autores principales.

«Los incendios forestales se están volviendo más frecuentes e intensos a medida que el clima se calienta, y tanto la sociedad como el medio ambiente están sufriendo las consecuencias», añade.

Causas de su gran expansión

Además de catalogar los incendios de alto impacto en todo el mundo, el informe se centró en explicar las causas de la extensión extrema de los incendios en tres regiones: Canadá, Amazonía occidental y Grecia.

  • El clima de incendios, caracterizado por condiciones cálidas y secas que promueven el fuego, ha cambiado significativamente en las tres regiones focales en comparación con un mundo sin cambio climático.
  • Este contexto ambiental ha provocado que el clima extremo propenso a los incendios en estos dos años los hizo al menos tres veces más probables en Canadá, 20 veces más en la Amazonía y dos veces más probables en Grecia.

«Es prácticamente seguro que los incendios fueron mayores durante el año 2023 en Canadá y la Amazonia debido al cambio climático», expresa Chantelle Burton, científica del clima de Met Office UK y una de las autoras principales del estudio.

«Ya vemos el impacto del cambio climático en los patrones climáticos en todo el mundo, y esto altera los regímenes normales en muchas regiones. Es importante que la investigación sobre incendios explore cómo el cambio climático está afectando a sus causas», continúa.

Previsión para el futuro

Para 2100, se espera que incendios como los de los años 2023 y 2024 sean seis veces más comunes en Canadá y tres veces más frecuentes en la Amazonia occidental, con una duplicación de la frecuencia en Grecia.

«Mientras las emisiones de gases de efecto invernadero continúen aumentando, el riesgo de quemas forestales extremos escalará”, afirma Douglas Kelley, científico del Centro de Ecología e Hidrología de Reino Unido.

  • La previsión del riesgo de incendios es un área de investigación en crecimiento y ya se han construido sistemas de alerta temprana basados únicamente en factores climáticos.
  • Por ejemplo, en Canadá, el clima extremo propicio para incendios se predijo con dos meses de antelación. Los casos en Grecia y la Amazonia tuvieron ventanas de previsibilidad más cortas.

Di Giuseppe, otra de las autoras principales del trabajo, declara: «No estamos particularmente sorprendidos los incendios recientes que salen en las noticias, ya que se predijo un clima propicio para ello por encima del promedio en partes de América del Norte y del Sur. Sin embargo, los extensos incendios en el Ártico sí nos han sorprendido: algo que debemos observar en nuestro próximo informe».

Se eleva las zonas de riesgo de incendios forestales

En el sur de California, donde el viento de Santa Ana juega a desafiar la geografía y el clima, las llamas han ganado terreno una vez más. 77 kilómetros cuadrados devoradas, 130 estructuras reducidas a cenizas. Los bomberos luchan contra el tiempo y la furia en el condado de Ventura, y es sólo el último de los 7.473 incendios que este año han marcado el estado dorado.

  • Pero California no arde sola en esta danza feroz: alrededor de 1.200 millones de personas en el planeta habitan en vecindades que bordean estas zonas volátiles, la llamada Interfaz Urbano-Forestal (WUI, por sus siglas en inglés).
  • Los espacios donde la urbanización y la naturaleza conviven en una tensión explosiva han aumentado en un 85% entre 2010 y 2020, y en ellos se ha desatado una cantidad de incendios sin precedentes.

Este fenómeno se ha convertido en una amenaza global, como señala en diálogo con Time el investigador geógrafo Yonxuan Guo, de la Academia China de Ciencias. Guo y su equipo utilizaron datos del satélite MODIS de la NASA para estudiar la expansión de la WUI en las últimas dos décadas, y los resultados son alarmantes: la extensión de estas zonas peligrosas no solo se disparó un 15% de 2000 a 2010, sino que en la década posterior ese crecimiento casi se triplicó, transformando 1.2 millones de kilómetros cuadrados en un campo de combustión latente.

En este análisis, China sobresale con un 95,97% de la expansión global de la WUI entre 2010 y 2020, debido al veloz crecimiento de ciudades y suburbios. Estados Unidos y Nigeria le siguen en esta desafiante expansión.

“Ha sido un crecimiento sin precedentes de la urbanización”, apuntaron los autores del estudio Global expansion of wildland urban interface intensifies human exposure to wildfire risk in the 21st century publicado en Science Advances. Y con ello, cerca de 589.914 kilómetros cuadrados adicionales de terreno susceptible a incendios han surgido en zonas urbanizadas.

  • América del Norte amplió su huella en un 24,8%, Asia Central en un 21% y Europa en un 10,3%. Aunque la expansión ha sido global, algunos lugares permanecen indemnes: las extensiones despobladas del norte de Canadá, los desiertos de Australia y el Sáhara, así como la remota Groenlandia.

Los incendios que ocurren en estas interfaces urbano-forestales pueden ser devastadores. Los casos recientes como el incendio de Lahaina en 2023, en Maui, y el de Camp en Paradise, California, en 2018, lo dejaron claro. Una chispa, un cable caído, una colilla de cigarro o una fogata, basta para encender el polvorín. El fuego en Lahaina, que comenzó con la caída de una línea eléctrica, consumió más del 80% de las edificaciones del área y cobró la vida de 102 personas. En Paradise, una tragedia similar arrebató 85 vidas y casi 19.000 estructuras.

Los efectos de los incendios en las zonas de Interfaz Urbano-Forestal (WUI) no solo son devastadores para el paisaje y las comunidades, sino también para la salud y el medio ambiente a una escala regional e incluso global. La inhalación de humo y partículas tóxicas, resultantes de incendios en estas áreas, se extiende a cientos de kilómetros, afectando la salud respiratoria de millones de personas, incluso aquellas que viven lejos del foco de las llamas. Problemas respiratorios como el asma, la bronquitis y otras enfermedades pulmonares se ven agravados por la exposición prolongada al humo de los incendios, un fenómeno que se intensifica en regiones donde las WUI se han expandido rápidamente.

  • Los incendios en WUI tienden a desplazarse entre 2 y 9 kilómetros desde su punto de ignición, avanzando rápidamente entre la vegetación seca y las estructuras urbanas. La presencia de calles, autopistas y estacionamientos puede, en algunos casos, ayudar a contener el fuego, pero en zonas con poca infraestructura de separación, las llamas encuentran un camino casi libre, potenciando el riesgo de destrucción masiva.
  • Además de la afectación directa, los incendios en WUI liberan grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático y genera un círculo vicioso de condiciones que favorecen nuevos incendios.

Frente a esta amenaza latente, el investigador Yonxuan Guo y su equipo sugirieron que las áreas WUI deben recibir una atención prioritaria en términos de medidas de prevención y mitigación. En su análisis, Guo señala que revertir el crecimiento urbano en estas zonas sería un desafío monumental. Sin embargo, propone que los gobiernos y las autoridades locales implementen una serie de políticas y recursos destinados a reducir los riesgos de incendio y proteger a las comunidades.

“Es esencial que los gobiernos prioricen estas zonas”, destacó Guo, subrayando que países como China, Estados Unidos y Nigeria, que lideran la expansión de las WUI, deben asumir la responsabilidad de proteger estas áreas mediante políticas robustas y la asignación de recursos.

Entre las medidas propuestas se incluyen el fortalecimiento de la infraestructura de prevención, como la creación de zonas de amortiguación o barreras naturales y artificiales que ayuden a frenar la propagación de incendios. Asimismo, Guo propuso un incremento en los recursos de extinción en áreas de alto riesgo, así como una mayor inversión en tecnología de monitoreo y alerta temprana para detectar y responder rápidamente ante posibles incendios.

La implementación de campañas educativas dirigidas a las comunidades en zonas de WUI también forma parte de la estrategia, ya que concientizar a los residentes sobre los riesgos y las precauciones necesarias puede ayudar a reducir los eventos de incendio provocados por errores humanos.

Esta combinación de prevención, recursos de respuesta rápida y políticas de gestión de riesgos se perfila como una estrategia necesaria para afrontar los desafíos que representan las áreas de interfaz urbano-forestal. En un contexto de cambio climático y expansión urbana acelerada, actuar ahora es crucial para evitar que estas áreas se conviertan en escenarios de desastres cada vez más frecuentes y devastadores.

El cambio climático impulsaron los incendios de California

El cambio climático lo está haciendo todo más extremo y los trágicos incendios que vivió el sur de California a comienzos de este año no son la excepción. Según un estudio publicado por la iniciativa World Weather Attribution (WWA) —un grupo de científicos que busca responder la pregunta de cuál es el rol del cambio climático en este de tipo de eventos lo más pronto posible— asegura que el calentamiento del planeta sí aumentó la probabilidad de que se dieran Palisades y Eaton, los dos incendios que prendieron a Los Ángeles, en los que al menos 28 personas murieron y más de 16.000 inmuebles se perdieron.

“Han sido los más destructivos de la historia de Los Ángeles y potencialmente los más costosos de la historia de Estados Unidos”, dice la organización en un comunicado.

  • La doctora Clair Barnes, investigadora sobre la atribución de las condiciones meteorológicas mundiales del Centro de Política Medioambiental del Imperial College de Londres, explica que los factores que llevan a que un incendio se potencie son varias, razón por la se concentraron en el juego que cumple el cambio climático en cuatro de estas: la temperatura, la humedad, la velocidad del viento y las lluvias.
  • Sobre las tres primeras, los modelos dieron unas señales muy claras: las condiciones de calor, sequía y viento que provocaron los incendios en California fueron 35% veces más probables debido al cambio climático. Y si los países —a través de la quema de carbón, gas y petróleo, así como de la deforestación— llevan a que la temperatura mundial aumente 2,6 °C para 2100, como está previsto que suceda si no se toman buenas medidas, se suma un 35% más de probabilidad de que se produzcan incendios similares para en enero en esta zona.

“También encontramos que la temporada de incendios forestales es cada vez más larga y peligrosa a medida que las emisiones de combustibles fósiles calientan el clima”, dice el estudio. Tanto así que las condiciones propensas a los incendios duran actualmente alrededor de 23 días más, en promedio, si se compara con lo que sucedía cuando el clima no había sido afectado severamente por las actividades industriales.

“El sur de California tiene una larga historia de incendios”, comenta el profesor John Abatzoglou, catedrático de Climatología de la Universidad de California Merced y uno de los más de 30 autores de la investigación. Pero para este caso particular se dieron dos circunstancias diferentes. Primero, los vientos de Santa Ana, que vienen del interior del país, fueron impulsados cuesta abajo, hacia zonas urbanas y densamente pobladas. Y, segundo, “la temporada de lluvias, que suele darse entre octubre y diciembre, y bloquea los incendios, nunca llegó. Apenas vimos algunas precipitaciones el fin de semana pasado”.

  • Sobre este último factor, el análisis hace una aclaración. Aunque sí encontró que actualmente es 2,4 más probable que estas lluvias sean escasas cuando hay fenómeno de El Niño, subiendo a 2,8 cuando se trata de La Niña, no vieron en los modelos una tendencia que les dijera que esto sucede principalmente por el cambio climático.

“No es que no estemos seguros de que el cambio climático no esté detrás”, dice la doctora Friederike Otto, codirectora de World Weather Attribution. Si no que no pueden dar un número que indique qué tanto se le puede atribuir al cambio de temperatura global la probabilidad de escasez de lluvias durante los meses de octubre a diciembre.

El estudio aún no está revisado por pares científicos, pero sus métodos sí lo están. Y demuestra que lo que sucedió en California “fue una tormenta perfecta”, como describe Abatzoglou. La proximidad de los incendios a áreas densamente pobladas aumentó su impacto y dejó una lección sobre la que el profesor advierte: “Las comunidades no pueden volver a construir igual porque será cuestión de años para que estas zonas quemadas vuelvan a tener vegetación y vuelva a haber en estos paisajes un alto potencial de incendios de rápido movimiento”.

¿Sabes cuáles son los incendios forestales más famosos en el mundo?

Los incendios forestales de Los Ángeles han provocado diez muertos y afectado a más de 10,000 estructuras. Estos son otros fuegos famosos por las catástrofes que dejaron a su paso

Los incendios activos que continúan quemando el condado de Los Ángeles ya suman por lo menos diez personas fallecidas y han afectado más de 10,000 estructuras, mientras que los bomberos agotados siguen luchando por contener las llamas avivadas aun por los vientos.

Estos son los incendios forestales más famosos en el mundo:

1. Incendio Roma en el año 64 D.C.

El 19 de julio del año 64 d. C., en Roma, quien ese entonces era gobernada por el emperador Nerón, quien “odiaba y torturaba a los cristianos”, se produjo un incendio. De acuerdo al sitio web rainviewer.com, algunos investigadores consideraran que este incendio fue debido a un accidente, No obstante, entre los ciudadanos circulaba el rumor de que el gobernante había incendiado Roma.

Aquella noche, “Nerón observó desde el balcón con cara de alegría cómo ardía Roma, y muchos lo vieron”.

$!Incendio de la ciudad de Roma el 19 de julio del año 64 d. C.
Incendio de la ciudad de Roma el 19 de julio del año 64 d. C. Foto: Wikipedia
“Las fuentes primarias sobre la historia del incendio romano no se han conservado, por lo que su causa aún no está clara. La escala del desastre fue catastrófica”, precisa rainviewer.com y añade que el fuego que duró 6 días y que como consecuencia del fuerte viento provocó que las llamas arrasaran toda la ciudad destruyéndola por completo. “Después del desastre, toda la culpa recayó sobre los desafortunados cristianos, que fueron castigados públicamente”, concluye rainviewer.com .

2. En 1666 ocurrió un Gran incendio Londres

En 1666 hubo un gran incendio en Londres, según rainviewer.com este es considerado uno de los desastres más grandes en la historia de la ciudad. Como consecuencia de este hecho hubo 6 personas fallecidas; el incendio duró 4 días y quemó 13,200 casas.

Este incendio se produjo durante la noche del 2 de septiembre de 1666 en la casa del panadero Thomas Farriner en Pudding Lane. Se piensa que inició debido a una “chispa de un hogar sin apagar”.

Según los expertos, prosigue rainviewer.com, “70,000 habitantes de Londres perdieron sus hogares. El fuego quemó muchos edificios administrativos e iglesias, incluida la catedral de San Pablo. Al principio, las autoridades intentaron culpar a los católicos del incendio, pero en 1667, el Consejo Real dictaminó que el incendio fue causado por “la mano de Dios, un fuerte viento y una estación muy seca””.

3. Nueva York 1776

En 1776, cuando Estados Unidos todavía aún no era independiente y era una colonia británica.

Los estadounidenses se levantaron en armas con el propósito de conseguir su independencia de los colonizadores europeos.

En ese año los británicos ya estaban en Nueva York.

Fue entonces que a un oficial estadounidense “se le ocurrió la idea de quemar la ciudad junto con los colonialistas en lugar de luchar contra ellos”, indica rainviewer.com.

Para el 20 de septiembre, la ciudad seguía envuelta en llamas; como resultado de este hecho cerca de 500 casas se quemaron y muchos colonizadores perdieron la vida.

4. Chicago 1871

En 1871 un enorme incendio en Chicago provocó una devastación en la ciudad que quemó 17,000 edificios. Según rainviewer.com, este incendio duró del 8 al 10 de octubre.

Debido a que el fuego se propagó lentamente el número de personas que perdieron la vida “fue relativamente pequeño, cerca de 300 personas”. Sin embargo, como consecuencia del “duro invierno posterior” las víctimas del incendio se vieron muy afectadas debido a “que se quedaron sin techo”.

“El Gran Incendio de Chicago se desató a las 21:00 horas, probablemente en el granero de la familia O’Leary. Cuando se informó del incendio, los vecinos se apresuraron a salvar la casa de O’Leary. Los fuertes vientos del suroeste provocaron que las casas vecinas se incendiaran y el fuego se dirigió hacia el centro de la ciudad”, describe rainviewer.com.

Como consecuencia de este incendio, muchos de los edificios que fueron consumidos por las llamas “tenían características arquitectónicas únicas”, entre ellos, la editorial del periódico Chicago Tribune.

5. Boston 1872

El sábado 9 de noviembre de 1872, se registró en la ciudad de Boston, el que es, de acuerdo a rainviewer.com, es el mayor incendio urbano y con el que hubo las pérdidas económicas “más costosas” en la historia de Estados Unidos; las llamas consumieron 65 acres (26.30 hectáreas) y 776 edificios, provocando daños valorados en 73.7 millones de dólares.

6. Texas 1947

En 1947 hubo un enorme incendio en Texas que se originó cuando un cigarro fue arrojado en un barco que transportaba 2,300 toneladas de nitrato de amonio, precisa rainviewer.com; fue tal la onda expansiva de la explosión que fue registrada por sismógrafos de ese año a miles de kilómetros del epicentro.

Derivado de la explosión, barcos que se encontraban en el muelle ardieron, así mismo añade rainviewer.com, el fuego que se propagó velozmente hacia las refinerías de petróleo y las plantas químicas.

Sin embargo, detalla rainviewer.com, “la tragedia no terminó ahí. Al día siguiente, otro barco con salitre explotó”.

Como consecuencia, miles de edificios quedaron en cenizas y cerca de 660 personas fallecieron.

7. Incendio en el Parque Nacional de Yellowstone en 1998

Entre finales de julio y principios de agosto de 1988, ocho incendios catastróficos envolvieron en llamas al parque de Yellowstone.

  • Como consecuencia de la sequía y los fuertes vientos “hicieron imposible controlar el fuego”, precisa rainviewer.com.
  • De acuerdo rainviewer.com las ráfagas de viento alcanzaron una velocidad de 80 kilómetros por hora, lo que originó que el fuego tuviera un avance de 20 kilómetros por día.

Para lograr extinguir el fuego se contó con la participación de alrededor de 10,000 bomberos y militares.

“Se lanzaron unos 5,000,000 de litros de retardantes de llama y 40,000,000 de litros de agua desde helicópteros y aviones cisterna. Pero el fuego no se rindió: siguió avanzando, habiendo prácticamente devorado varios asentamientos. Durante muchos días, una espesa cortina de humo permaneció suspendida en el aire. A finales de verano, el parque parecía un campo de batalla. A mediados de septiembre, gracias al clima fresco, las tormentas de otoño y las primeras nevadas, el desastre finalmente se calmó”, describe rainviewer.com.

8. 2003 The Cedar Fire en San Diego

Entre los meses de octubre y diciembre de 2003 se produjo un incendio en San Diego, California, considerado uno de los peores icurridos en ese estado.

  • El incendio inició el 25 de octubre de ese año uniéndose a otros 11 fuegos al sur de California.
  • El incendio conocido como Cedar, se extendió velozmente, impulsado por los vientos de Santa Ana y la sequía, a su paso destruyó 2,820 edificios y 15 personas fallecieron.

Los daños económicos derivados de este fuego fueron de 1,300 millones de dólares.

Hasta ahora Cedar es el incendio forestal más grande ocurrido en San Diego.

9. 2020 38 Incendios, Cimplex Fire, en California

Tras la caída de un rayo al norte de California a mediados del mes de agosto en 2020, un nuevo incendio forestal se unió a 38 fuegos activos, convirtiéndose en un enorme complejo de incendios considerado el más grande en ese estado.

Los fuegos más grandes incluidos en este complejo fueron Doe, Glade, Hull, Tatham y Elkhorn, todos ellos quemaron mas de un millón de acres de tierra, sobre todo en el Bosque Nacional de Mendocino.

Se llevó 3 meses para lograr extinguir este complejo de incendios forestales.

* Grandes incendios forestales tomando en cuenta el número de acres quemados

  1. Incendios de la taiga siberiana en Rusia en el año 2003: 55 millones de acres
  2. Incendios forestales en Australia entre los años 2019-2020: 42 millones de acres
  3. Incendios en los Territorios del Noroeste en Canadá en 2014: 8.5 millones de acres
  4. Temporada de incendios en Alaska, Estados Unidos en 2004: 6.6 millones de acres
  5. Incendio forestal del Viernes Negro en Australia de 1939: 5 millones de acres
  6. El gran incendio de Canadá en 1919: 5 millones de acres
  7. Incendio de Chinchaga en Canadá de 1950: 4.2 millones de acres
  8. Incendios forestales en Bolivia de 2010: 3.7 millones de acres
  9. El gran incendio de Connecticut, Estados Unidos de 1910: 3 millones de acres./PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro a Continuación:

https://essd.copernicus.org/articles/16/3601/2024/essd-16-3601-2024.pdf

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