Debido a la situación que enfrenta el mundo, se han implementado medidas para evitar el contagio y proteger la salud de sus habitantes. Sin embargo, las epidemias también tienen efectos negativos sobre las economías. En primer lugar, es costoso establecer planes de contención del virus y de atención de la población infectada. Así que cuando existe un caso de contagio en un país, surgen desequilibrios económicos tanto por los efectos de los planes de contención, como por el miedo al contagio.
¿Cómo una enfermedad puede llegar a afectar la economía?
Lo primero que tenemos que entender es la diferencia entre: Endemia, epidemia y pandemia.
- Endemia: cuando una enfermedad se presenta de forma periódica en una región específica. Ej: Malaria.
- Epidemia: se da un aumento muy rápido e inesperado de los contagios en un período de tiempo en una región específica. Ej: El SARS.
- Pandemia: es una epidemia que se vuelve internacional y hay un aumento inesperado alrededor del mundo. Además, los contagios se empiezan a dar localmente y no sólo de donde se origina la enfermedad. Ej: H1N1.
Los principales desequilibrios económicos de los países surgen por las nuevas necesidades de los sistemas de salud, posibles cierres de empresas, comercios, y centros educativos.
De manera general, existe una reducción significativa en la productividad de un país o región. Las consecuencias económicas no son las mismas para todos los países, ya que algunos gozan de mejores sistemas de salud y economías más o menos robustas.
Algunas implicaciones económicas de las principales de las enfermedades a nivel global
El Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, por sus siglas in inglés)
Es una enfermedad respiratoria sumamente contagiosa, causada por el Coronavirus. Apareció por primera vez en Asia en febrero de 2003, afectando rápidamente a más de 20 países en Norteamérica, Suramérica y Europa.
- Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial hubo 8 098 personas contagiadas, de las cuales 774 murieron a causa de dicha enfermedad.
- El impacto de este virus representó una contracción del PIB mundial en un 0,1% durante el 2003. Según el diario El País, los costos globales de esta epidemia en dicho periodo fue de $40 000 millones.
- Los países asiáticos fueron los más perjudicados en el ámbito económico, afectando principalmente el turismo, la hotelería y el transporte.
El virus H1N1
- Conocido también como “fiebre porcina” o “influenza” apareció por primera vez en Estados Unidos en el año 2009, pero se convirtió en una pandemia al propagarse rápidamente por todo el mundo.
Este virus contenía una combinación exclusiva de genes de virus de influenza que nunca antes habían sido identificadas en personas o animales. Las cifras preliminares de la OMS en 2009, indicaron que los fallecidos por este virus ascendieron a 18 641, sin embargo, se desconoce el número exacto y se teme que sea hasta 10 veces mayor.
A pesar de que el virus apareció en Norteamérica, la economía del cono del sur del continente americano fue la más afectada a causa de H1N1. Se estima que las pérdidas económicas en el 2009 oscilaron entre el 0,5% y el 1,5% del PIB en los países afectados.
- US$50 000 Millones: Costos globales del virus H1N1 en el mundo para el 2009
Ébola
En el año 2014 hubo una epidemia de Ébola en el continente africano, específicamente en Nigeria, Malí, Senegal, República Democrática del Congo, Sierra Leona, Liberia y Guinea. Estos últimos tres países fueron los más afectados, ya que se contabilizaron 28 610 personas infectadas y 11 308 fallecidos entre el 2014 y el 2016. En este mismo periodo también hubo contagios en los Estados Unidos, España, Reino Unido e Italia.
Para combatir los efectos de esta epidemia, los países infectados contemplaron estrategias para responder tanto a la crisis humanitaria, como la crisis económica. Se estima que el costo de recuperación para Liberia, Sierra Leona y Guinea fue de $812 millones, $844 millones y $2.89 billones, respectivamente.
- US$53 000 Millones: Pérdidas económicas globales del Ébola durante el 2014.
Coronavirus de Wuhan (2019-2020)
Este virus se considera como el más perjudicial en el ámbito económico, ya que China es una potencia mundial y los efectos sobre su economía tienen repercusiones globales. En los primeros meses del año, la economía china podría verse afectada hasta en un 2% del PIB. Esto ha tenido repercusiones en la demanda de petróleo, ya que China es el mayor importador del mundo. Incluso, la baja productividad en el país ha afectado a las empresas cuyas fábricas se encuentran en China.
Finalmente, el Banco Mundial rebajó las previsiones de crecimiento económico global para la primera mitad del 2020, pasando de 5,5% a 5,4%.
- US$280 000 Millones: Posibles costos finales del Coronavirus de Wuhan a nivel mundial.
Los inesperados efectos económicos del coronavirus
Es muy probable que la pantalla de esta computadora, el teléfono de tu celular o la tableta en la que estás leyendo esto haya sido fabricada en China o al menos utilice componentes fabricados ahí. Otros sectores igual de afectados alrededor del mundo son:
- Industria textil: La principal afectación del sector ha sido por los cierres de fábricas, debido a la prevención por la aglomeración de personas. Por ejemplo en Suzhou (Ciudad de China) se producen el 80% de los vestidos de novias que se venden en todo el mundo. El principal comprador de textiles de origen chino es Estados Unidos.
- Escasez de celulares – industria tecnológica: China es el mayor fabricante y exportador mundial de celulares. Apple anunció el 17 de febrero que el suministro de IPhone a nivel global se verá afectado debido al brote de la enfermedad. Además, ha habido una caída de un 50% de la exportación de teléfonos inteligentes de China (octubre 2019 a marzo 2020).
- Turismo: China es el mayor proveedor de turistas al mundo. Sólo en 2018 los chinos hicieron casi 150 millones de viajes. Para naciones como Myanmar, Tailandia, Camboya y Vietnam los chinos representan un quinto de sus turistas. También en países europeos, como Francia, se estima que los chinos gastan en promedio $1.100 por viaje.
- Transporte aéreo: La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) dijo el 21 de febrero que las aerolíneas perderán US$29.300 millones en 2020 debido al brote de coronavirus.
- Industria farmacéutica: Las grandes empresas farmacéuticas han encendido sus alarmas debido a la importancia de China como proveedor de materias primas para muchos productos farmacéuticos.
- Consumo de petróleo: El consumo de este a nivel mundial ha caído desde que empezó el año, esto debido a que China es el principal consumidor de petróleo en el mundo. Se reporta una caída de más del 20% después del brote de coronavirus.
- Sector industrial y manufactura: El cierre de importantes fábricas en Italia (país muy afectado por el coronavirus) podría afectar severamente la producción de autos europeos. En el caso de China, la maquinaria industrial también es considerado un producto importante de exportación.
Mundo
De acuerdo con El Observatorio de Complejidad Económica (OEC por sus siglas en inglés), China es el mayor exportador del mundo, con ventas cercanas a los $2200 trillones en el 2019.
Los principales sectores de exportación de China son:
- Maquinaria y equipo eléctrico (26%)
- Maquinaria incluidas computadoras (17,2%)
- Muebles, luces, señales, edificios prefabricados (3,9%)
- Plástico y artículos de plástico (3,2%)
- Vehículos (3%)
En América Latina, los países más expuestos a los efectos del coronavirus con Chile y Perú. La razón: las exportaciones chilenas a China representan el 33% de su total y la cifra es del 25% para el caso peruano. Para Brasil y Argentina es menos del 15% en cada uno.
Desde 2005, China ha concedido préstamos por un valor de más de 140.000 millones de dólares en América Latina, casi tanto como lo ha hecho en África. El país también ha invertido, con la participación de empresas chinas en proyectos privados y públicos. Sin duda las repercusiones en China se reflejarán en Sudamérica.
Centroamérica
Desde 2012 China se ha convertido en el segundo mejor socio comercial de la región, sustituyendo parte importante de las importaciones provenientes de Estados Unidos. Las importaciones chinas en Centroamérica han crecido a una tasa del 13,1% (CEPAL 2018).
- De acuerdo con la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), los países centroamericanos importaron mercancías provenientes de China por $8,922 millones durante el 2018.
- Se ha logrado comprobar que la economía mundial sufre ante las grandes epidemias del mundo. Los efectos económicos se manifiestan más en los países con mayores casos de infección. No obstante lo anterior, cuando esos países son potencias mundiales, los desequilibrios económicos se vuelven globales.
- La economía china es tan relevante que está afectando al resto de las economías mundiales. De hecho, la economía de China podría verse afectada hasta en un 2% del PIB. Debido a la afectación económica, algunos expertos aseguran estar en presencia de una pandemia económica.
Según Oxford Economics, si la propagación del virus no se controla y se transforma en una enfermedad global (pandemia) las repercusiones económicas podrían manifestarse hasta en una contracción del 1,3% del PIB mundial, costándole a la economía alrededor de $1,1 trillones (estimado).
Las enfermedades transmitidas por los alimentos cuestan USD 110 000 millones al año
De acuerdo con un estudio del Banco Mundial publicado en octubre de 2018, el impacto de los alimentos insalubres cuesta a las economías de ingreso bajo e ingreso mediano alrededor de USD 110 000 millones anuales en pérdida de productividad y gastos médicos.
Sin embargo, gran parte de estos costos podrían evitarse si se adoptaran medidas preventivas para mejorar la forma en que los alimentos son manipulados desde la explotación agrícola hasta la mesa del consumidor. Una mejor gestión de la inocuidad de los alimentos también contribuiría de manera significativa al logro de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular aquellos relacionados con la pobreza, el hambre y el bienestar.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades transmitidas por los alimentos afectaron a 600 millones de personas y causaron 420 000 muertes prematuras en 2010. Esta carga mundial de enfermedades transmitidas por los alimentos no se distribuye en forma pareja.
- En relación con su población, los países de ingreso bajo e ingreso mediano de Asia meridional, Asia sudoriental y África al sur del Sahara soportan una elevada carga. Estos países representan el 41 % de la población mundial, pero registran el 53 % de todos los casos de enfermedades transmitidas por los alimentos y el 75 % de las muertes relacionadas con estas.
- Los niños pequeños son los más afectados por los alimentos insalubres: los menores de 5 años constituyen apenas el 9 % de la población mundial, pero representan casi el 40 % de los casos de enfermedades transmitidas por los alimentos, y el 30 % de las muertes infantiles se relacionan con dichas enfermedades.
El estudio titulado The Safe Food Imperative: Accelerating Progress in Low- and Middle-Income Countries (El imperativo de la inocuidad de los alimentos: Acelerar los avances en los países de ingreso bajo e ingreso mediano), estas sombrías estadísticas se traducen en términos económicos a fin de centrar la atención de los Gobiernos en la necesidad de realizar mayores inversiones, contar con marcos reguladores más adecuados y adoptar medidas que promuevan cambios de comportamiento.
- Se estima que la pérdida total de productividad asociada con las enfermedades transmitidas por los alimentos en los países de ingreso bajo e ingreso mediano alcanza los USD 95 200 millones por año, y que el costo anual del tratamiento de dichas enfermedades es de USD 15 000 millones.
- Otros costos —que son más difíciles de cuantificar— son la pérdida de ventas por parte de las explotaciones agrícolas y las empresas, los ingresos comerciales que se dejan de percibir, las consecuencias para la salud cuando los consumidores evitan ingerir alimentos perecederos pero ricos en nutrientes, y la carga ambiental que significa el desperdicio de alimentos.
“La inocuidad de los alimentos recibe relativamente poca atención a la hora de formular políticas y no se destinan suficientes recursos a esta cuestión. Las medidas suelen ser reactivas —ante graves brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos, o interrupciones del comercio— en lugar de preventivas”, dice Juergen Voegele, director superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Alimentación y Agricultura del Banco Mundial.
“Al centrar la atención más deliberadamente en la inocuidad de los alimentos a nivel interno, los países pueden fortalecer la competitividad de sus agricultores y de la industria alimentaria, y desarrollar su capital humano. Después de todo, los alimentos inocuos son indispensables para nutrir a una fuerza de trabajo saludable, instruida y resiliente”.
- En el caso de muchos países de ingreso bajo e ingreso mediano, los rápidos cambios demográficos y de alimentación, entre otros, están contribuyendo a exponer en mayor medida a las poblaciones a peligros transmitidos por los alimentos, lo que pone a prueba —si acaso no sobrepasa— la actual capacidad para gestionar los riesgos que amenazan la inocuidad de los alimentos.
En el mencionado estudio se describe esquemáticamente la congruencia —o falta de congruencia— entre los riesgos para la inocuidad de los alimentos y la capacidad para gestionar dichos riesgos a medida que los países avanzan en su proceso de desarrollo económico y los sistemas y regímenes alimentarios se transforman. En el estudio se llega a la conclusión de que la brecha es más pronunciada en los países de ingreso mediano bajo, y se formulan recomendaciones específicas para ellos.
“Los Gobiernos de los países de ingreso bajo e ingreso mediano no solo deben invertir más en el área de la inocuidad de los alimentos, sino que también deben hacerlo de manera más inteligente”, dice Steven Jaffee, economista agrario principal del Banco Mundial y coautor del estudio.
“Esto implica invertir en conocimientos fundacionales, recursos humanos e infraestructura; establecer sinergias entre las inversiones en inocuidad alimentaria, salud humana y protección del medio ambiente, y utilizar la inversión pública para movilizar inversión privada”.
- El estudio también promueve un cambio de los planteamientos con respecto a la regulación sobre inocuidad de los alimentos. El enfoque tradicional se centra en hacer cumplir las normativas mediante la realización de pruebas de productos e inspecciones de las instalaciones donde se manipulan alimentos, y en la imposición de sanciones legales y financieras en caso de infracción. Se debe insistir más en la necesidad de proporcionar información y otros recursos, a fin de motivar y empoderar a los operadores del sector alimentario para que cumplan la regulación sobre inocuidad de los alimentos.
“Los resultados de la regulación deben medirse en términos de empresas que la cumplen, la confianza de los consumidores, y los efectos directos de la inocuidad de los alimentos, y no en función de la cantidad de multas o cierres de empresas”, dice Jaffe./Agencias-PUNTOporPUNTO