Tras su contundente victoria electoral, el presidente electo, Donald Trump, confirmó su intención de declarar una emergencia nacional (que le permitiría conseguir recursos adicionales) y utilizar el ejército para implementar su plan de deportación masiva de inmigrantes indocumentados.
- Su recién nombrado «zar de la frontera», Tom Homan, ha dicho que los inmigrantes indocumentados que sean considerados como una amenaza a la seguridad nacional o la seguridad pública serán una prioridad, sin ofrecer más detalles.
- Y el vicepresidente entrante, JD Vance, ha declarado que las deportaciones podrían comenzar con un millón de personas.
- Cuando Trump llegue a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025, es posible que inicie de inmediato el proceso de deportaciones como lo ha prometido. «Vamos a cerrar la frontera porque ahora mismo tenemos una invasión», dijo el sucesor de Joe Biden.
«Vamos a hacer la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos». Según la última estimación del Departamento de Seguridad Nacional, con datos hasta 2022, en Estados Unidos hay 11 millones de indocumentados.
Expertos proyectan que en la actualidad esa cantidad de personas habría aumentado a por lo menos 12 millones.
¿Cuánto aportan a la economía del país?
El debate es intenso porque muchas de las cifras son estimaciones y porque hay poca información reciente.
- Algunas investigaciones señalan que los indocumentados aumentan el tamaño de la economía, pagan más en impuestos de lo que reciben en servicios públicos, hacen el trabajo que otros no están dispuestos a hacer y elevan el consumo interno.
En cambio, los partidarios de las deportaciones aseguran que los «sin papeles» les quitan los puestos de trabajo a los estadounidenses, tienen bajos salarios, consumen poco, no pagan impuestos (o pagan muy poco) y son una carga para las redes de asistencia social.
¿Quiénes son los indocumentados en Estados Unidos?
De todos los indocumentados que viven en Estados Unidos, unos 3 millones no son «deportables», dado que tienen permiso para vivir y trabajar en el país, según le explica Jeffrey Passel, investigador del centro de estudios Pew Research Center.
- En ese grupo están aquellas personas que han solicitado asilo, los que se han acogido al Estatus de Protección Temporal (TPS), los que pertenecen al programa de personas llegadas en la infancia (DACA), y aquellos que están en el país con permisos de permanencia temporal conocidos como parole.
Sin embargo, bajo la nueva administración, puede haber cambios que le quiten esa protección a quienes no tienen una residencia permanente.
Como en el último par de años se ha disparado el número de inmigrantes que cruzan la frontera sur, es posible que los indocumentados sean muchos más de lo que señalan las estimaciones.
Sea cual sea su estatus, dice Passel, «lo que sabemos es que contribuyen al aumento del tamaño de la economía».
Mercado laboral
Según el Pew Research Center los indocumentados representan cerca del 5% de la fuerza laboral en Estados Unidos. La mayor parte se emplea en labores agrícolas, en la construcción, el servicio doméstico, restaurantes y hotelería.
- Nan Wu, directora de investigación del Consejo Americano de Inmigración (AIC, por sus siglas en inglés), una organización que aboga por los derechos de los inmigrantes, dice que hay industrias como la construcción y la agricultura que tienen escasez de mano de obra.
- Una deportación masiva complicaría las cosas para los empleadores. «Les haría aún más difícil encontrar suficientes trabajadores», le dice Wu a BBC Mundo.
- Probablemente aumentaría los costos de producción, causaría retrasos en los proyectos de construcción y provocaría interrupciones en los servicios, argumenta. «Haría que los alimentos y la vivienda sean aún menos asequibles en muchas partes del país» y causaría un aumento de la inflación.
Potencialmente los más afectados son los trabajadores agrícolas. Las estimaciones señalan que entre un 40% y un 50% de ellos son indocumentados.
- En cuanto a las remuneraciones, varios estudios sostienen que los indocumentados no son realmente una competencia para la mano de obra «con papeles», en la medida que hacen trabajos más riesgosos, mal pagados y que muchos no están dispuestos a realizar.
- «No es un juego de suma cero», escribió Chloe East, investigadora no residente del Hamilton Project del centro de estudios Brookings Institution. La evidencia muestra que no es verdadera la creencia de que cuando un indocumentado ocupa un puesto de trabajo, un estadounidense lo pierde.
¿Cuánto pagan en impuestos los indocumentados?
Según el Instituto de Política Fiscal y Económica (ITEP por sus siglas en inglés), los indocumentados pagaron casi US$97.700 millones en impuestos en 2022.
Lo hicieron, y lo hacen, cada vez que compran un producto o un servicio, cuando arriendan o adquieren una propiedad y cuando pagan tributos sobre la renta personal y empresarial.
- Una parte de esos recursos, señala el ITEP, fue destinada al financiamiento de servicios públicos a los que por ley no pueden acceder, como por ejemplo, la seguridad social, el seguro de desempleo, o la mayor parte de los programas de salud para personas en una situación económica precaria.
- El Consejo Americano de Inmigración, por otro lado, calcula que en 2022 el pago de impuestos hecho por los indocumentados fue cercano a los US$76.000 millones. Más allá de las distintas estimaciones sobre la contribución impositiva, lo que está claro es que existe un aporte importante de recursos.
«Una deportación masiva privaría a los gobiernos federales, estatales y locales de miles de millones de dólares en ingresos fiscales», dice Nan Wu.
Sin embargo, los partidarios de las deportaciones argumentan que estas personas son una carga fiscal neta porque reciben más recursos en servicios gubernamentales de lo que pagan en impuestos.
Consumo, inflación y crecimiento económico
Un estudio del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE, por sus siglas en inglés) plantea que si se concretan los planes de deportación anunciados por Trump (bajo el supuesto de que afecten a 1,3 millones de personas), las consecuencias para el crecimiento económico serían negativas.
- Calculan que para el año 2028, el Producto Interno Bruto (PIB) bajaría un 1,2% y disminuirían los puestos de trabajo. Por otro lado, argumentan, los indocumentados también son consumidores.
«Deportarlos significa menos demanda de alimentos, vivienda, servicios y otras necesidades domésticas», escriben Anjali Bhatt, Megan Hogan, Marcus Noland y Warwick J. McKibbin.
Bajo su perspectiva, «las deportaciones masivas aumentarían los precios, costarían empleos y dañarían la economía estadounidense».
- El debate político actual se ha centrado en la llegada de inmigrantes indocumentados en el último par de años. Poca información hay disponible sobre este período, dado que los estudios disponibles trabajan con datos hasta 2022.
- Sin embargo, lo que se conoce oficialmente es que el año pasado hubo un récord de inmigrantes de 2,5 millones que cruzaron la frontera sur, según el Departamento de Seguridad Nacional.
- Esas personas solicitan asilo y, mientras esperan durante varios años una respuesta a su solicitud, tienen permiso para vivir y trabajar en Estados Unidos en calidad de indocumentados, contribuyendo a la economía.
Pero «una economía más grande no equivale necesariamente a una mejor economía», dice un artículo del Wall Street Journal.
Economistas han advertido que «se espera que los inmigrantes recientes tengan salarios más bajos y sean menos productivos que sus predecesores», señala la publicación.
- Aunque a largo plazo, agrega, podrían tener un efecto positivo al ser más jóvenes que el promedio de la población estadounidense. Como tienen una vida laboral más extensa, tienden a contribuir más en impuestos de lo que reciben en beneficios.
- Cuando Donald Trump llegue a la Casa Blanca en menos de dos meses, se espera que entregue los detalles de su plan de deportación que, como él ha prometido, comenzará desde el primer día que asuma la presidencia.
Mientras, el anuncio de que va a declarar una emergencia nacional y que utilizará al ejército para deportar a los indocumentados resuena en los oídos de quienes pueden verse afectados.
Prevén una recesión y un problema inflacionario serio en EU
Las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de realizar deportaciones masivas de personas migrantes, es poco probable que se realice, ya que podría ocasionar “una recesión y un problema inflacionario serio” en el país vecino, y en el supuesto de que se lleven a cabo, no habría una afectación a las remesas que llegan a México, pues las personas que más envían son legales en EU, señaló Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México.
- El analista destacó que, de los 12 millones de migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, se estima que sólo 4.1 millones son indocumentados, y la probabilidad de deportarlos es complicada en términos logísticos, “no es que los migrantes no documentados estén localizados en una parte particular del país y puedan ser fácilmente localizados. Están dispersos por todo el territorio”.
Además, Estados Unidos tendría “un impacto muy negativo” en su economía, pues se ocasionaría una disminución en la oferta laboral que repercutiría en el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense.
“Si ponen muchos recursos pueden hacerlo, pero que quieran llevar a cabo una medida que los va a llevar a una recesión y que les va a causar un problema inflacionario serio, me parece que es un escenario con probabilidad baja”, indicó.
- No obstante, dijo que lo que sí puede suceder es que Trump sí deporte a más personas que en su primer mandato al frente de la Casa Blanca, incluso que el número de personas sea mayor que en la administración de Barack Obama, pero “una deportación de varios millones de personas sería muy complicado implementar”.
- Serrano explicó que, uno de los motivos para buscar la deportación de personas indocumentadas es porque “ocupan trabajos de la población nativa”, los estadounidenses se quedan sin empleo, pero la realidad es que, en este momento Estados Unidos tiene la tasa de desempleo más baja de los últimos años.
“No hay un problema particular de desempleo”; es decir, si deportan a las personas, los trabajadores estadounidenses no ocuparían esos puestos de trabajo, pero sí “ocurriría que desaparecerían sectores como el de la construcción, servicios o agropecuario”, añadió.
Respecto a las remesas, el analista de BBVA destacó que, el escenario base que tienen contemplado es que habrá una caída importante de las remesas que llegan a México, pero no por temas políticos (deportaciones), sino económicos.
Y aseguró que el ingreso de remesas en México creció 7.6 por ciento en 2023 y cerraron el año en 63 mil millones de dólares; para 2024 el estimado será de un incremento de 4.1 por ciento y llegarán a 65 mil 900 millones de dólares; y para 2025 previó un crecimiento menor de 3.0 por ciento y alcanzarán los 67 mil 900 millones de dólares, “van a seguir creciendo, pero van a crecer menos porque habrá un ajuste en el mercado laboral”.
Migrantes en México
Por su parte, Gabriela Rodríguez Ramírez, secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), aseguró que la llegada de más personas migrantes a México es un tema que genera incertidumbre, pero que el Gobierno de México asume esa incertidumbre y trabaja “abriendo puentes con gobiernos como con los pueblos para atender y seguir definiendo una política” acorde al tema; asimismo, señaló que “no tenemos un grandísimo problema, sino un tema”.
- Ante el envejecimiento de la población mexicana, se necesitarán jóvenes de otros países para mantener la economía, “eso va a pasar en México y muy pronto”, indicó Rodríguez Ramírez.
- Además, sostuvo que las personas migrantes del resto de Centroamérica y Suramérica que llegan a México, o en caso de connacionales deportados podrían ser integrados a los nuevos 12 polos de desarrollo que ya anunció la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
“El nearshoring o la relocalización es la política económica más importante de este momento y habla la presidenta de 12 nuevos polos de desarrollo que incluyen el desarrollo ferroviario, la reubicación, entonces pues esa es la respuesta para los migrantes, para los mexicanos que viven acá, para los que regresen, para los que vienen de Centroamérica, porque nosotros estamos ya en proceso de envejecimiento poblacional también tenemos que ubicar cómo está la dinámica demográfica en México y repetimos no es alarmante el número de migrantes”, puntualizó.
- En ese sentido, Carlos Serrano señaló que la migración “nació con la humanidad misma” y que, aunque este fenómeno representa problemas, se debe atender a las personas migrantes, sean muchas o pocas, y se deben dar oportunidades.
- También mejores condiciones de salubridad, “hay que invertir recursos, porque me parece que México no debe caer en lo que han caído otros países, aquí debemos dar el trato más digno a los migrantes”.
Indicó que si bien, la migración puede presionar las finanzas públicas, también será una oportunidad para fortalecer la fuerza laboral del país. /PUNTOporPUNTO
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