El Global Peace Index (GPI), elaborado por el Institute for Economics & Peace (IEP) se ha consolidado como una herramienta esencial para medir los niveles de paz a escala mundial. Publicado anualmente, el GPI evalúa la situación de la paz en 163 países y territorios independientes, abarcando más del 99% de la población global. Los resultados de la edición de 2024, sin embargo, no son alentadores.
Global Peace Index utiliza 23 indicadores cualitativos y cuantitativos, agrupados en tres categorías principales:
- Grado de seguridad y protección social. Esta categoría incluye factores como el crimen violento, la percepción de la delincuencia, la intensidad de los conflictos internos y la estabilidad política.
- Alcance de los conflictos internos y externos. Evalúa los conflictos en los que el país está involucrado, el número de muertes causadas por conflictos internos y externos, así como las relaciones con los países vecinos.
- Nivel de militarización. Analiza el gasto militar, la disponibilidad de armas y la cantidad de personal militar.
Tendencias globales en seguridad y paz
En la edición de este año, los resultados presentan un panorama inquietante: la seguridad global ha disminuido un 0,56%, con un deterioro en 97 países, mientras que solo 65 han mostrado mejoras. Además, 55 naciones están actualmente inmersas en conflictos activos, la mayor cifra registrada desde la Segunda Guerra Mundial.
- Aunque se han observado mejoras en áreas como la reducción de manifestaciones violentas y las tasas de homicidios, los conflictos en curso y el aumento de la militarización han agravado la situación global.
- Europa sigue destacándose como el continente más seguro, con 7 de los 10 países más pacíficos del mundo. Sin embargo, a pesar de su liderazgo en paz, Europa ha experimentado su mayor deterioro en términos de militarización desde 2008.
En contraste, regiones como Oriente Medio y África del Norte continúan siendo las menos pacíficas, con Yemen y Sudán encabezando la lista de los países más inseguros.
Por su parte, Norteamérica ha experimentado una notable caída en la paz, atribuida al incremento del crimen violento, que ha afectado tanto a Estados Unidos como a Canadá.
Los 5 países más seguros del mundo en 2024
A pesar del declive global, algunos países continúan siendo ejemplos de estabilidad y paz:
- Islandia. Líder en estabilidad y seguridad, Islandia sigue ocupando el primer lugar en la lista de países más pacíficos, gracias a su baja criminalidad y ausencia de conflictos externos. Se mantiene en el primer puesto desde hace más de una década.
- Irlanda. Mejoras significativas en seguridad interna han llevado a Irlanda a consolidarse como uno de los países más seguros de Europa, con una notable reducción de tensiones sociales.
- Austria. Reconocida por su estabilidad económica y seguridad, Austria se destaca como uno de los países europeos más tranquilos y con una baja percepción de criminalidad.
- Nueva Zelanda. Ejemplo de paz y seguridad en el Pacífico, Nueva Zelanda continúa sobresaliendo con bajos niveles de crimen y un enfoque en la diplomacia y resolución pacífica de conflictos.
- Singapur. Con un sistema de justicia eficiente y una baja tasa de criminalidad, Singapur sigue siendo uno de los países más seguros del mundo, destacando por su estabilidad política.
Por otro lado, El Salvador se ha destacado como el país que más ha mejorado en términos de seguridad a nivel global, gracias a la reducción de la tasa de homicidios y a una percepción de seguridad más positiva entre sus ciudadanos, subiendo 21 puestos en el ranking. A continuación, le siguen los Emiratos Árabes Unidos, que avanzaron 31 posiciones, Nicaragua, que subió 12 puestos, y Grecia, que ascendió 17 puestos.
Los países menos seguros de 2024
Por otro lado, el índice destaca los países que enfrentan mayores desafíos debido a conflictos armados, inestabilidad política y criminalidad:
- Yemen. El devastador conflicto armado y la crisis humanitaria han convertido a Yemen en uno de los países más inseguros del mundo en 2024. La violencia y la inseguridad están en su punto más alto.
- Sudán. La guerra civil y los enfrentamientos entre el ejército y las fuerzas paramilitares han colocado a Sudán entre los países menos seguros, con una situación de desplazamiento masivo y grave inestabilidad.
- Sudán del Sur. La violencia interna y los conflictos tribales continúan azotando a Sudán del Sur, exacerbando una crisis humanitaria persistente y una inestabilidad política severa que deteriora gravemente la seguridad del país.
- Afganistán. A pesar de la retirada de fuerzas extranjeras, Afganistán continúa siendo extremadamente peligroso debido a la persistente violencia del Talibán y una crisis humanitaria profunda.
- Ucrania. La intensificación del conflicto con Rusia y la crisis económica han llevado a Ucrania a ser uno de los países menos seguros, con altos niveles de violencia y una severa crisis humanitaria.
Desde 2008, todas las regiones han experimentado un deterioro en sus puntuaciones en el indicador de conflictos externos. África Subsahariana ha registrado el deterioro más severo, con un aumento del 134%, seguida por el Sur de Asia con un 115%, y MENA con un 105%.
- El conflicto en Gaza ha tenido un impacto muy fuerte en la paz global, con Israel y Palestina mostrando los primeros y cuartos mayores deterioros en paz, respectivamente. Ecuador, Gabón y Haití también se destacan entre los países con mayores deterioros en su nivel de paz.
- Eso ha llevado a que la brecha entre los países más pacíficos y los menos pacíficos sea ahora la más amplia de los últimos 16 años. En comparación con 2008, los 25 países más pacíficos han aumentado su nivel de paz en un 1% en 2024, mientras que los 25 países menos pacíficos han visto una disminución del 7,5% en su nivel de paz.
Impacto económico global de la violencia
El impacto económico de la violencia en el mundo es abrumador. En 2023, el costo global de la violencia ascendió a 19.1 billones de dólares, lo que equivale al 13.5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, o 2,380 dólares por persona. Este impacto incluye gastos en militarización, conflictos internos y externos, y pérdidas económicas derivadas de la inestabilidad política y social.
- El aumento de los conflictos, la criminalidad y las tensiones geopolíticas ha generado un entorno global menos seguro, afectando a numerosas economías, particularmente a las más afectadas por guerras y conflictos armados, como Ucrania, cuyo PIB se redujo en un 30% en 2022, aunque en 2023 vio una reducción del 24% en el impacto económico de la violencia.
El gasto militar sigue siendo uno de los principales impulsores de este costo, representando el 74% del impacto económico de la violencia. En el último año, 86 países aumentaron su gasto militar en relación al PIB, mientras que solo 50 lo redujeron, lo que refleja la creciente militarización en medio de tensiones internacionales.
En Palestina e Israel, los conflictos incrementaron el impacto económico de la violencia en un 63% y 40%, respectivamente. A pesar del aumento en el compromiso con las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, el deterioro de la paz en muchas regiones sigue exacerbando las pérdidas económicas y sociales.
Tendencias en conflictos y militarización
En los últimos cinco años, la militarización ha experimentado un aumento significativo, con un incremento del 184% en el gasto militar desde 2008. Esta creciente militarización se ve reflejada en la adopción de tecnologías militares avanzadas, como los drones, que han transformado la naturaleza de los conflictos modernos. Estos avances tecnológicos han complicado la resolución de conflictos, al incrementar la sofisticación de las tácticas y la intensidad de los enfrentamientos.
Un mundo cada vez más violento
El Global Peace Index 2024 revela una realidad preocupante: la estabilidad global está en declive. La creciente militarización, los conflictos prolongados y la violencia en nuevas regiones subrayan los retos significativos que enfrenta la paz mundial. Esta expansión de la violencia y la persistencia de conflictos han llevado a un aumento notable en la desigualdad en la paz.
- Actualmente, más de 95 millones de personas están desplazadas, ya sea como refugiados o internamente, debido a conflictos violentos. En 16 países, más del 5% de la población ha sido desplazada forzosamente, lo que subraya el devastador alcance de los conflictos actuales.
En este contexto, la comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos para enfrentar las causas de los conflictos y buscar soluciones efectivas para resolver las crisis. Sin un compromiso renovado con la paz, la brecha en la estabilidad global continuará ampliándose, afectando a las comunidades más vulnerables en todo el mundo.
El gasto militar global alcanzó un nuevo máximo histórico
El gasto militar mundial aumentó un 9% interanual en 2023 hasta alcanzar la cifra récord de 2.200.000.000.000 de dólares (2,2 billones), a medida que los múltiples conflictos agravaban la inseguridad mundial, según un nuevo informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) publicado este martes 13 de febrero.
- El informe, la 65ª publicación anual de “Military Balance” del IISS, también estimó que el gasto militar batirá otro récord este año, a medida que estos conflictos siguieran dejando sentir su impacto.
En declaraciones a los periodistas en Londres, el Director General del IISS, Bastian Giegerich, dijo que los múltiples factores representaban “un panorama de inestabilidad estratégica y una nueva era de poder disputado”. Citó la actual invasión rusa de Ucrania, la modernización militar de China, los conflictos en Oriente Medio y los golpes militares en África.
- El informe del IISS también destacó la intensa destructividad de la guerra. En Ucrania, el IISS estimó que Rusia ha perdido unos 3.000 carros de combate principales desde que invadió el país en febrero de 2022.
- Esas pérdidas superaron el total de tanques en el inventario activo de Rusia antes de la guerra, lo que obligó a sacar vehículos más antiguos del almacén.
- Mientras tanto, el gasto en defensa de los Estados miembros de la OTAN ha aumentado hasta cerca del 50% del total mundial, según el informe del IISS, una proporción asombrosa para una alianza militar cuyos Estados miembros representan menos de una octava parte de la población mundial.
Las nuevas estimaciones sobre el crecimiento de los presupuestos militares mundiales coinciden con repetidos comentarios del ex presidente Donald Trump sobre los niveles de gasto en defensa de los aliados de Estados Unidos.
En un mitin de campaña de fin de semana dijo que animaría a Rusia a hacer “lo que les diera la gana” a los miembros de la OTAN que no gastaran el objetivo de la alianza del 2% del producto interior bruto en defensa. “No han pagado. Son morosos”, afirmó haber dicho Trump a un dirigente extranjero cuando era presidente.
La guerra de Ucrania empuja a Europa
Aunque Estados Unidos sigue representando la mayor parte del gasto en defensa de la OTAN, el IISS, con sede en Londres, descubrió que los miembros no estadounidenses han aumentado colectivamente su gasto militar en un 32% en la década transcurrida desde que Rusia se anexionó ilegalmente Crimea en 2014, y la mayor parte del crecimiento se produjo en los últimos dos años.
- El año pasado, diez estados miembros de la Unión Europea alcanzaron el objetivo declarado de gastar el 2% de su PIB en defensa, frente a los ocho del año anterior. Según el IISS, todos los miembros europeos de la OTAN alcanzaron el objetivo de destinar el 20% de su gasto a equipamiento.
- La alianza también se ha visto impulsada por Finlandia, nuevo miembro desde el año pasado y con un gran ejército permanente, y por la probable adhesión de Suecia. Varios países grandes, como Francia y Alemania, han anunciado planes a largo plazo para aumentar el gasto.
Sin embargo, el IISS también señaló que algunos de esos países, especialmente Alemania, siguen estando muy por debajo del objetivo del 2% del PIB. Precisamente el año pasado, los miembros de la OTAN rechazaron el compromiso de garantizar que sus presupuestos de defensa superaran el 2 por ciento.
El IISS también advirtió que la inflación y los trastornos económicos han atenuado el impacto de algunos de los aumentos del gasto en defensa, mientras que el repunte de la demanda se ha topado con la realidad de que “la producción europea de armas no estaba preparada para tiempos de guerra”.
Rusia y China siguen aumentando sus presupuestos
Mientras Occidente gasta más en presupuestos militares, Rusia y China también lo hacen y con costes más bajos y una fuerte implicación estatal en la industria de defensa, a menudo parece que obtienen más por su dinero.
El gasto militar total de Rusia aumentó casi un 30% el año pasado a medida que se prolongaba la guerra en Ucrania, según informó el IISS, y se calcula que el Kremlin gasta ahora aproximadamente el 7,5% de su PIB en el ejército. El país ha revisado significativamente su industria de defensa desde que se hizo evidente que no estaba preparado para la guerra en Ucrania.
- Se calcula que el gasto militar total de Rusia ascenderá a 108.000 millones de dólares en 2023, más del triple que el de Ucrania (31.000 millones). Sin embargo, a diferencia de Rusia, Ucrania a menudo ha podido reemplazar los equipos perdidos por equivalentes mejores, suministrados por Occidente, señaló el IISS.
- La ayuda militar a Ucrania se ha convertido en rehén de una agria división política en Estados Unidos. El Senado aprobó esta semana una ayuda de 60.000 millones de dólares para Ucrania, pero se espera que los legisladores de extrema derecha de la Cámara de Representantes intenten bloquearla.
El año pasado, China aumentó su gasto en defensa por 29º año consecutivo, según el IISS, aunque un crecimiento económico inferior al previsto contribuyó a que su porcentaje del PIB se mantuviera por debajo del 2 por ciento. Beijing está inmerso en un programa de modernización militar diseñado para crear un ejército de “talla mundial” que dependa menos de la tecnología extranjera para mediados de siglo, señaló el IISS.
Las ambiciones de China han contribuido a estimular el gasto militar entre sus vecinos, y Taiwán anunció su mayor presupuesto militar con 19.000 millones de dólares, o alrededor del 2,6% del PBI. Japón y Corea del Sur también han aumentado su gasto militar, según el IISS, en parte debido a las amenazas de Corea del Norte.
Estados Unidos sigue siendo el país que más gasta en armamento del mundo; su presupuesto de 900.000 millones de dólares en 2023 supera al de los 15 países siguientes juntos. Pero aunque la guerra de Ucrania ha puesto a prueba la industria de defensa estadounidense, el IISS descubrió que el gasto como porcentaje del PBI -3,36% en Estados Unidos- era menor que en épocas anteriores.
“En comparación con el gasto en defensa durante la Guerra Fría, que alcanzaba el 8% con un PBI mucho menor”, declaró a la prensa en Londres Dana Allin, miembro del IISS. “Así que obviamente esto no es mucha presión para Estados Unidos”. /Agencias-PUNTOporPUNTO