Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, indicó que en la reunión que tuvo con los comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), dejó en claro que la reforma para la eliminación de algunos organismos autónomos sigue adelante.
“Escuchamos los planteamientos que tienen acerca de ellos. Saben claramente que la reforma sobre los organismos autónomos va hacia adelante, sin embargo, a nosotros nos instruyó la presidenta Claudia Sheinbaum de escucharlos y de tomar en cuenta lo que ellos estaban planteando”, precisó la funcionaria pública sobre la reunión.
- Respecto a la situación laboral de los empleados del Inai, la secretaria indicó en su participación de la conferencia de prensa matutina de este lunes que las decisiones sobre el futuro de los comisionados corresponderán a la nueva Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, que reemplazará a la actual Secretaría de la Función Pública.
“Lo que nosotros pensamos es que la mayoría de los trabajadores que son técnicos, etcétera, pues van a mantener sus derechos, pero llegando la nueva secretaría pues habrá que ver, pero sí, definitivamente en el caso de los comisionados, pues la ley es muy clara al respecto”, explicó.
- Además, la titular de la Segob detalló que en la charla, cuya duración fue mayor a una hora, los miembros del Inai realizaron propuestas y dieron a conocer algunas inquietudes, las cuales fueron escuchadas por Rodríguez Velázquez. Además, reiteró que la Secretaría que encabeza continuará con diálogos con distintos organismos.
- Tras la reunión que los comisionados tuvieron con la titular de Segob, estos detallaron que se dejó abierta la posibilidad de realizar mesas de trabajo y se aseguró que los trabajadores no se tocarán si desaparece el organismo.
“Respecto al personal lo dijo textualmente (Rosa Icela Rodríguez): el personal del Instituto no tiene ningún problema, es intocable, los que en un momento dado se irían son ustedes cuatro –así nos lo dijo– pero el personal es intocable”, precisó la comisionada Norma Julieta del Río, en la sesión del pleno del organismo garante, el pasado 16 de octubre.
Desaparición del INAI volvería muy desgastante solicitar información pública
En medio de la publicación de la reforma al Poder Judicial y la firme intención para desaparecer al INAI, solicitar información pública podría volverse muy desgastante para periodistas y activistas, pues la desconfianza de que el gobierno garantice este derecho constitucional podría obligarlos a recurrir a los tribunales mediante recursos de revisión, advirtió la Doctora (Dra.) Grisel Salazar Rebolledo, Académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (IBERO).
«Esa preocupación se circunscribe en un contexto en el que los principales usuarios del INAI quieren saber qué sucede con la información pública que ofrece el gobierno y que interesa a la sociedad. Si vemos todas las reformas en conjunto, nos quedamos con un panorama bastante desolador. Realmente dudo que la Secretaría Anticorrupción vaya a tener la fuerza para obligar a otras dependencias a entregar la información que pida la ciudadanía», acotó.
Detalló que el derecho a la información sigue existiendo en el artículo sexto de la Constitución, pero con la desaparición del INAI se pierde un órgano garante autónomo. El derecho a la información está consagrado desde 1977, pero el papel crucial de este instituto desde 2003 ha sido garantizar la transparencia y la entrega de información de las dependencias públicas.
- La especialista recordó que este derecho no era plenamente ejercido antes de la creación del INAI, ya que las dependencias del gobierno difícilmente proporcionaban información de forma voluntaria, como fue el caso emblemático de Sergio Aguayo con su agrupación Alianza Cívica, quien solicitó transparentar los datos de la «partida secreta» del presidente Ernesto Zedillo.
El procedimiento que siguió Alianza Cívica se desarrolló en dos vertientes: La recuperación de la información sobre la forma en que se manejaban los presupuestos públicos y la utilización de medios jurídicos para obligar a las y los funcionarios, entre ellos al presidente, a que entregaran información sobre cómo se gastaban los recursos o ingresos del erario.
- La Dra. Salazar Rebolledo indicó que el INAI cubre un amplio universo de sujetos obligados como el Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, órganos autónomos, partidos políticos y organismos descentralizados, entre otros, por lo que modificar las leyes y construir nuevas dependencias tomará demasiado tiempo para implementarlas, dejando sin funcionar lo que sí funciona.
«Se va a perder el sentido social de la transparencia, la existencia de un órgano externo que vigile la entrega de información de las dependencias, se van a perder los avances de cobertura que el INAI ya había logrado. No sabemos qué procedimientos habrá para acceder a información que desconozcamos, todo se está haciendo muy rápido y sin estudios específicos», apuntó.
Indicó que el INAI es un órgano que se impulsó desde abajo, con la colaboración de la sociedad civil, periodistas y académicos que participaron en su diseño y que lo han defendido como un derecho ciudadano fundamental.
Señaló que aunado a que el Instituto exigió transparencia al gobierno anterior por reservar información importante durante largos periodos de tiempo, otra preocupación es que se le quiera desaparecer con el argumento del gasto que genera, cuando parece que detrás de esta decisión hay cuestiones ideológicas.
«El gobierno anterior ha sido el más opaco desde que existe el INAI. Incrementó la información reservada y se negó a dar información, además de que dejaba de documentar algunos datos o algunas reuniones. ¿Cómo podemos confiar en que el acceso a la información se va a mantener si no hay INAI?», cuestionó.
- Uno de los puntos más preocupantes es la ausencia de un plan claro sobre cómo funcionará esta nueva Secretaría Anticorrupción y cómo garantizará el acceso a la información de manera efectiva. Aunque el INAI puede tener problemas de costos o de operatividad, su desaparición sin un sustituto genera incertidumbre.
La especialista subrayó la tendencia del gobierno a eliminar de manera tajante instituciones en lugar de reformarlas o mejorarlas, además de que la desaparición del INAI no solo afecta a periodistas o a las organizaciones civiles, sino a la ciudadanía en su conjunto, que verá reducida su capacidad para contrastar la información de las «mañaneras».
Finalmente, dijo que sin un órgano autónomo que vigile la transparencia, la sociedad se ve obligada a confiar en el gobierno «por fe», lo que compromete la posibilidad de verificar los datos presentados y representa una mayor opacidad en el acceso a la información pública./CONGRESO-PUNTOporPUNTO