A dos semanas de la elección presidencial en Estados Unidos, Elon Musk se ha convertido en uno de los principales aliados de Donald Trump, poniendo a su disposición tanto su fortuna como los recursos de sus firmas y utilizando la red social X para promover el regreso del candidato Republicano a la Casa Blanca.
El 5 de octubre, al iniciar el último mes de campaña, Musk acompañó a Trump en su mitin de Pennsylvania para advertir que, si el expresidente no es reelecto en noviembre, esta bien podría ser la última elección en la historia de Estados Unidos. Manteniendo la retórica inflamatoria que ha lanzado contra el presidente Joe Biden y Kamala Harris desde que inició su campaña.
La presentación pública fue un mero acto político que sirvió para concretar los apoyos que Musk ha dado a Trump, pues fundó el America PAC (comité de acción política en inglés) al que destinó 79.5 millones de dólares de julio a septiembre con la intención de lograr 800 mil votantes en siete estados clave del Colegio Electoral, incluyendo Pennsylvania.
Ofreciendo 47 dólares por cada registro para votar en favor de Trump, el hombre más rico del mundo planea inclinar la balanza en demarcaciones tan competidas como Georgia. Cuyo caso en 2020 fue paradigmático pues el entonces Presidente insistió en haberlo ganado y necesitaba “encontrar sólo 11 mil 780 votos” para evitar que Biden se llevara el estado.
Reporte Índigo entrevistó a la doctora Iliana Rodríguez Santibáñez, profesora-investigadora en Derecho Internacional del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, para analizar la incursión de Elon Musk en el campo electoral alineado en búsqueda de que Trump retome la Presidencia de Estados Unidos.
“Musk en este momento como actor está haciendo lo que está en su capacidad, pero evidentemente es para que los demócratas no lleguen. Es un desafío a la soberanía”, dice al recordar que “siempre han existido poderes fácticos que se convierten en factores reales de poder y que generan una presión relevante en los que tienen el poder público”.
El multimillonario ha capitalizado X para generar mensajes políticos en favor de la candidatura Republicana, señala la académica al apuntar que “utiliza incluso cierta manipulación de comentarios a favor de Trump que, aunque sean corregidos, ya fueron atendidos por millones de usuarios que no revisan la subsecuencia”.
- Dado que Musk recibió y aceptó la oferta para proponer reformas a la administración pública en un hipotético segundo mandato del republicano, apunta que también hay “una legitimidad prometida por Trump al incluirlo como asesor dentro de su propio Gobierno y no sabemos si en alguna posición donde pueda tener, por supuesto, impacto en su propio negocio”.
También toma en cuenta que “son Gobiernos y personas que apoyan la ultraderecha las que están secundando la participación de Elon Musk en estos procesos”. Pues ha sumado el respaldo, si bien meramente político, del presidente argentino Javier Milei, la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el expresidente brasileño Jair Bolsonaro.
La IA está presente en la campaña
Además del financiamiento, Musk ha continuado sus acciones desde X en favor de Trump, cuya cuenta reactivó apenas compró la plataforma. En agosto tuvieron una plática en Space para promover su candidatura, además de las actividades que realiza desde su cuenta personal, donde ha llegado a difundir teorías conspirativas y fabricaciones con inteligencia artificial.
- Tras adquirir X en 2022, Musk procedió con el desarrollo de XAI, una agencia de inteligencia artificial que lanzó el chatbot Grok para operar a la par de la red social. A lo largo del 2024, diversos medios internacionales han reportado que Grok es utilizado para generar noticias falsas para que sean difundidas en la plataforma.
Esto, señala la doctora en Derecho Internacional, es un factor más que agrava la elección del próximo 5 de noviembre. Ya que a la tendencia de desinformación que lleva varios años en crecimiento, se suman las capacidades tecnológicas también en constante desarrollo, por lo que no duda en considerar este el inicio de una nueva era.
“Estamos ante una nueva era donde el riesgo es que sea la inteligencia artificial la que, en su momento, decida qué Gobierno llega. Todavía no estamos ahí, hay que decir que se tiene una gran desinformación y esto produce un gran temor entre los usuarios de la tecnología respecto a qué implicaciones tiene la inteligencia artificial”, apunta.
- El contexto de esta cerrada competencia electoral proviene de los resultados de las últimas dos gestiones. Trump dejó una crisis política encarnada en el asalto al Capitolio en enero de 2021 junto a las secuelas de la pandemia. Mientras Biden no ha podido salir del bache económico que se traduce en inflación y desempleo, sumándose a los recientes huracanes Helen y Milton.
A menos de tres semanas “hay una incertidumbre total y a todo ello se viene a sumar el uso de las redes sociales, el uso de la inteligencia artificial y la tecnología para generar un sesgo o incluso un botín político para uno y otro”, agrega Rodríguez Santibáñez. Recalcando que el uso de estos instrumentos continuarán marcando las contiendas electorales a futuro.
Una inversión política, la ganancia para Musk
La red social antes conocida como Twitter es el principal instrumento político de Musk aún a costa del aspecto económico. Ejemplo de ello es que, a dos años de la compra por 44 mil millones de dólares, el fondo Fidelity, inversionista en la empresa, estimó este octubre que sus acciones han perdido alrededor del 80 por ciento de su valor.
- Los ingresos, que en 2021 superaron los cinco mil millones de dólares, se encuentran este año rondando los mil millones, según reportó la plataforma de análisis SimilarWeb. La cual también apunta que X perdió 10.9 por ciento de su tráfico entre agosto y septiembre, quedando en 4.3 mil millones de visitas mensuales, muy detrás de las 12.3 mil millones de Facebook.
Reporte Índigo consultó a la maestra Raquel Saed, académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana especializada en política y medios de Estados Unidos, sobre cómo ha impactado la estrategia de Musk a los negocios que encabeza, comenzando por la red social.
“Compró Twitter, además, perdiendo dinero porque él sabía que esa plataforma no costaba tanto”, señala sobre la inversión que hizo Musk en 2022. Ponderando que, en materia política, el multimillonario “puede influir a través de la red social, pero no por lo que él ponga, sino por lo que él permita poner, que es muy diferente”.
Así, recuerda que uno de los principales beneficiados fue el expresidente, hoy candidato, Donald Trump.
“A Trump le gusta mucho que lo apoye la gente que es poderosa. En diferentes momentos desde Putin, Kim Jong-Un, incluso López Obrador. Hizo que fuera a saludarlo a la Casa Blanca en plena campaña de 2020, en plena pandemia”.
- En la elección de 2016, recuerda, grandes empresarios como Rex Tillerson, de ExxonMobil, o Steve Mnuchin, de Goldman Sachs, apoyaron al candidato Republicano. Tras ganar, los nombró secretarios de Estado y del Tesoro, respectivamente. Cuestionando si Musk estaría interesado en un pago así “cuando puede hacer lo que quiera sin tener una cartera política”.
- Las decisiones que Musk ha tomado al frente de X, en cuanto a los contenidos publicados como a las facultades que tienen los usuarios para interactuar con estos, han pasado factura a la empresa. En sus tres años de gestión, la confianza de los anunciantes bajó del 22 al 12 por ciento de acuerdo con la agencia de investigación de mercado Kantar.
Entre la desinformación y los tribunales, la historia reciente de X
El uso que Musk da a X continúa acumulando consecuencias legales. La más polémica siendo la suspensión de actividades en Brasil ordenada por el Supremo Tribunal Federal luego de que reactivó siete cuentas de extrema derecha vinculadas al ataque al Congreso en 2023 y después negarse a atender los citatorios judiciales.
Además de esto, la Unión Europea mantiene el caso contra X por violar la Ley de Servicios Digitales con contenido dañino y desinformación. Con la posibilidad de que la plataforma sea multada con hasta el seis por ciento tanto de sus ingresos anuales como los de otras empresas de Musk vinculadas a ella como XAI, Space X o NeuraLink.
- En este contexto, Raquel Saed, también conductora del podcast “Hablemos de Estados Unidos” recuerda el caso de la agencia Cambridge Analytica, que utilizó la información de los usuarios de Facebook para generar campañas de desinformación en beneficio de Trump en su primera campaña presidencial, así como también influir en el referéndum del Brexit en Reino Unido.
Tras pagar multas por más de cinco mil millones de dólares por el caso de Cambridge, que desapareció en 2018, Mark Zuckerberg “se ha puesto más las pilas”, dice la académica, para frenar la difusión de desinformación y mejorar el manejo de datos personales en Facebook y las otras plataformas de Meta. Contrastando con las acciones de Musk.
Además del manejo de X, la maestra en Comunicación también recuerda que Musk tiene a su disposición SkyLink, “un sistema satelital que sirve incluso para espionaje, eso es lo que más preocuparía. Por ejemplo, en la guerra de Ucrania, él tenía información antes, incluso, que el presidente Biden. La tiene en su computadora”./Agencias-PUNTOporPUNTO