De acuerdo con el 16º Índice Global de Pensiones Mercer CFA Institute (MCGPI) 2024, los sistemas de pensiones en Latinoamérica que han tenido una mejora significativa año tras año, destacando México, Chile y Uruguay, como entre los 3 mejores de la región a nivel mundial.
- “Algunos sistemas, incluidos varios en América Latina, han llevado a cabo reformas recientes para mejorar sus puntuaciones en los últimos años. México es un ejemplo notable de esto, subiendo de una calificación C de 55.1 en la encuesta de 2023 a una calificación B de 68.5 en 2024”, se indica en el informe.
- Según Leonardo Lara, líder de Wealth en Mercer México, señala que el sistema de pensiones mexicano se viene fortaleciendo en forma integral. En lo referente a los trabajadores del sector privado con el incremento en la pensión mínima garantizada y el aumento paulatino del nivel de contribución, reflejándose en un crecimiento acelerado en los activos del sistema.
“Esto se complementa con la evolución de los esquemas y estrategias de inversión acompañados de un sólido gobierno corporativo y de la regulación aplicable. Adicionalmente, el beneficio de la Pensión del Bienestar, no contributiva, ha tenido un incremento significativo, ayudando a procurar un nivel de ingresos que permite cubrir las necesidades básicas y nos acerca a un estándar de vida digno después de la jubilación.”
A nivel global
Asimismo, se indica el sistema de ingresos a la jubilación de Países Bajos mantuvo el primer lugar en la lista, seguido de Islandia y Dinamarca en segundo y tercer lugar, respectivamente.
“En un mundo donde las tasas de fertilidad están cayendo y la esperanza de vida está aumentando, los sistemas de ingresos de jubilación están en el centro de atención”, comentó Pat Tomlinson, CEO Global de Mercer.
“Asegurar una fuerte alineación en los sistemas de ingresos a la jubilación privados y públicos, aumentar la cobertura y fomentar una mayor participación en la fuerza laboral para aquellos que desean trabajar a edades más avanzadas son solo algunas de las formas de mejorar los resultados a largo plazo para los jubilados.”
- El estudio señala que a medida que los gobiernos y empleadores busque reducir sus costos futuros de pensiones y disminuir su riesgo, los sistemas de jubilación en todo el mundo, incluidos los de Latinoamérica, están alejándose cada vez más de los planes de beneficios definidos (DB) y cambiando a arreglos de contribución definida (DC).
“La transición hacia los planes de pensiones de contribución definida presenta desafíos de planificación financiera para los futuros jubilados, quienes deben tomar decisiones complejas que afectan su situación económica presente. Muchos no están preparados para estas decisiones, lo que resalta la necesidad de asesoría financiera acreditada y ética”, mencionó Margaret Franklin, Presidenta y CEO de CFA Institute.
El Índice destaca las brechas en la seguridad financiera a largo plazo y justifica la necesidad de nuevas iniciativas en el ámbito de la administración de inversiones para abordar estas necesidades.
- Asimismo, se indica que a pesar de estos desafíos, a medida que las personas viven más tiempo, la mayor flexibilidad y personalización que ofrecen los programas de contribución definida serán críticas. El concepto de jubilación está cambiando, y muchos individuos están haciendo una transición gradual hacia la jubilación o reingresando a la fuerza laboral en una capacidad diferente después de su jubilación inicial. Los planes de contribución definida también ofrecen beneficios importantes a los trabajadores temporales y contratados, que a menudo son excluidos de los esquemas tradicionales de beneficio definido.
“El avance de los sistemas de pensiones necesita continuar a medida que evolucionan las necesidades financieras de los jubilados y sus expectativas laborales”, comentó el Dr. David Knox, autor principal del informe y Socio Senior en Mercer.
“No hay una solución única para poner los sistemas de jubilación en una base más sólida. Ahora es el momento para que los gobiernos, los responsables de política pública, la industria de pensiones y los empleadores trabajen juntos para garantizar que la población de mayor edad sean tratados con dignidad y puedan mantener un estilo de vida similar al que experimentaron durante sus años laborales.”