Mis estimados ciberlectores, en esta ocasión les comento que el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) ha revelado un adelanto de la estrategia de seguridad de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que se desarrollará en sus primeros 100 días en el cargo. Este plan se centra en reducir los homicidios y desmantelar el control del crimen organizado en las zonas más afectadas del país. Y por supuesto que el operador principal será Omar García Harfuch, el “super policía”.
Ese plan se hubiera desarrollado desde hace años, para que se evitara que las células delictivas conocidas como los cárteles de la droga, crecieran desmesuradamente y le declararan la guerra a los gobiernos en turno aquí en México. Aunque la anterior administración federal fue la excepción porque Andrés Manuel López Obrador se hizo amigo de poderosos capos como Joaquín “El Chapo” Guzmán, los hijos de los Beltrán Leyva y otros más que pertenecen al Cártel de Jalisco Nueva Generación, aunque después traicionó a algunos de ellos y los entregó a la justicia de los Estados Unidos.
Claudia Sheinbaum dirigirá sus esfuerzos hacia las 10 ciudades más peligrosas de México, que incluyen Tijuana, Ciudad Juárez y Acapulco. De manera extraoficial se ha mencionado que García Harfuch se coordinará de manera directa con la Marina y el Ejército para desarrollar las maniobras de inteligencia y actuación correspondientes.
Según la presentación del WSJ, “las fuerzas de seguridad de México apuntarían a 10 ciudades en cinco estados, que por sí solas representan una de cada cuatro muertes relacionadas con el crimen organizado”.
Las primeras seis ciudades a ser atendidas incluyen:
Colima: Con una tasa de homicidio de 173 por cada 100,000 habitantes.
Acapulco: Afectada por dos huracanes, presenta una tasa de 85 homicidios por cada 100,000.
Guanajuato: Famosa por su alto número de asesinatos vinculados al crimen organizado.
Chiapas: Donde la violencia ha aumentado debido a rutas de tráfico de personas.
Culiacán: Enfrentando una guerra territorial entre facciones del Cártel de Sinaloa.
Otras ciudades prioritarias: Que serán anunciadas conforme avance el plan.
La presentación indica que estos lugares son el epicentro de la violencia, y los esfuerzos de Sheinbaum buscarán, en parte, combatir el tráfico de fentanilo, un problema que afecta tanto a México como a Estados Unidos.
Colima: Con una tasa de homicidio de 173 por cada 100,000 habitantes.
Acapulco: Afectada por dos huracanes, presenta una tasa de 85 homicidios por cada 100,000.
Guanajuato: Famosa por su alto número de asesinatos vinculados al crimen organizado.
Chiapas: Donde la violencia ha aumentado debido a rutas de tráfico de personas.
Culiacán: Enfrentando una guerra territorial entre facciones del Cártel de Sinaloa.
Otras ciudades prioritarias: Que serán anunciadas conforme avance el plan.
La presentación indica que estos lugares son el epicentro de la violencia, y los esfuerzos de Sheinbaum buscarán, en parte, combatir el tráfico de fentanilo, un problema que afecta tanto a México como a Estados Unidos.
La estrategia también prevé “nuevos esfuerzos para combatir el contrabando de la droga mortal fentanilo”, que ha causado miles de muertes en Estados Unidos.
“Estamos desarrollando un programa para los municipios que en este momento tienen el mayor número de homicidios”, comentó Sheinbaum en una conferencia de prensa.
La cooperación entre fiscalías estatales y federales es clave en este plan. El WSJ detalla que “el plan de seguridad prevé un mayor papel del gobierno federal, con un gabinete de seguridad nacional que examinará a los jefes de seguridad estatales designados por los gobernadores”.
Un aspecto destacado de la estrategia es la lucha contra la extorsión, particularmente en la industria del limón en Michoacán. El WSJ informa que el plan contempla la intervención del gobierno federal para establecer estándares a nivel nacional para las fuerzas policiales y sistemas penitenciarios de México.
“También se planea abordar la extorsión en la industria del limón en Michoacán”, se menciona en el artículo, en referencia a la situación en este estado donde las pandillas han impuesto tarifas a los productores.
Históricamente, cada presidente mexicano ha intentado desmantelar a los cárteles de la droga, pero los resultados han sido mixtos.
La administración de Felipe Calderón, por ejemplo, declaró la guerra a los cárteles, lo que llevó a una escalada de violencia sin precedentes. Por su lado, el enfoque más conciliatorio del presidente Andrés Manuel López Obrador, conocido como “abrazos, no balazos”, no logró frenar el aumento de la violencia.
Sheinbaum, quien logró reducir los homicidios en la Ciudad de México, –cuando menos eso dice ella pero honestamente yo lo dudo totalmente- espera replicar ese éxito a nivel nacional. Sin embargo, la efectividad de su plan dependerá en gran medida de la coordinación entre las fuerzas de seguridad y la asignación adecuada de recursos.
“Identificar 10 municipios prioritarios es muy positivo”, afirmó John Creamer, exdiplomático estadounidense en México. “Pero queda por ver si el gobierno proporcionará suficientes fondos y recursos humanos para la tarea”.
Sin embargo, la historia reciente muestra que enfrentar al crimen organizado es un desafío monumental. El asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, ocurrido apenas días después de asumir su cargo, es un claro recordatorio de la brutalidad con la que opera el crimen organizado en México. “Es un estado totalmente dominado por el crimen organizado”, comenta un experto en seguridad, “Es una jungla. Los criminales les están diciendo a las autoridades: Nosotros mandamos aquí”.
Mis estimados seguidores, les comento que el plan de seguridad de Sheinbaum es una respuesta a décadas de violencia y corrupción en México, que no solo se limita al narcotráfico, sino que también incluye actividades como la extorsión y el tráfico de personas, pero aún está en “veremos si funciona”.
“La lucha es por los centros logísticos, y no se trata solo de drogas”, dice Alberto Islas, un consultor de riesgos.
La propuesta de Sheinbaum también prevé una mayor intervención del gobierno federal en la supervisión de las fuerzas de seguridad estatales. La administración establecerá estándares nacionales para las 32 fuerzas policiales estatales, fiscales y sistemas penitenciarios. Esta estrategia busca abordar las deficiencias que han permitido que los cárteles operen con impunidad.
La falta de confianza en el sistema judicial ha sido un obstáculo importante. Actualmente, muchas quejas criminales no son reportadas, y aún menos llegan a juicio. La reforma judicial que en su momento impulsó López Obrador, que obliga a que todos los jueces federales sean elegidos por voto popular, busca mejorar esta situación.
Renato Sales, exjefe de seguridad de México, expresó su optimismo: “La declaración de la estrategia es un gran logro”, pero también advirtió que la ausencia de jueces durante la implementación de la reforma podría comprometer los resultados. A ver que sucede en estos días, esperemos que Dios nos agarre confesados porque seguramente se vienen varios desastres políticos que repercutirán en la sociedad mexicana.
APUNTES FIDEDIGNOS
Y en otro tema mis queridísimos ciberamigos, les comento que a la mitad del camino de su sexenio como gobernador de Sinaloa, al mismo tiempo que incrementó la ola de violencia en la entidad tras la detención de Ismael “Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López en los Estados Unidos, Rubén Rocha Moya se encuentra en el ojo del huracán. De hecho, se encontraría bajo investigación por su presunta relación con poderosos y sanguinarios grupos del crimen organizado.
Durante su conferencia de prensa semanal, este lunes 7 de octubre de 2024, el gobernador de Sinaloa fue cuestionado sobre las supuestas investigaciones a cargo de las áreas de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que lo involucran con el crimen organizado. Al respecto, catalogó las mismas como “deseos pagados” y las desestimó.
“Son deseos pagados, nada más. Es mentira. Claro que tengo el respaldo de las áreas que corresponde (…) Son inventos, son deseos. A mí nadie me investiga porque yo no soy delincuente. Yo me formé para servirle a la sociedad (…) Nada me descubren a mí. Tienen muchos deseos y no creo que sean los periodistas, son medios (de comunicación), nadie me investiga. Yo no estoy bajo investigación”, dijo.
A pesar de la negación del gobernador de Sinaloa sobre investigaciones que lo involucran con grupos del crimen organizado, un informe de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) obtenido por la revista Proceso demostraría el supuesto vínculo de Rocha Moya con el grupo conocido como “Los Chapitos”, facción del cártel de Sinaloa….¡¡¡¡SEGUIREMOS INFORMANDO!!!!
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