Especialistas en materia energética consideran que no se logró rescatar ni a Petróleos Mexicanos (Pemex) ni a Comisión Federal de Electricidad (CFE), además de que hubo un importante retroceso para la participación de empresas privadas.
“El Gobierno se quedó muy lejos de los que ellos mismos se habían puesto como objetivos, por ejemplo, tenían como meta que Pemex produjera dos millones de barriles diarios y por el momento andamos por debajo de 1.5 millones de barriles diarios, además, las finanzas de la petrolera siguen sumamente deterioradas y continúan con una deuda de más de 100 mil millones de dólares, son objetivos que no se cumplieron”, dijo Oscar Ocampo, coordinador de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
- Arturo Carranza, especialista del sector energético, coincidió en que las evaluaciones sexenales, deberán poner en el centro del análisis el rescate de las empresas públicas de energía, ya que es el principio ideológico de la política energética de López Obrador.
Puntualizó que en lo que respecta a Pemex, el gobierno trabajó para aumentar la capacidad de operación de la petrolera.
“La empresa cerró la puerta a las asociaciones con privados en el negocio de exploración y producción. Decidió, por el contrario, retomar los contratos de servicios para explotar los recursos petroleros en los campos terrestres del Sur del país. El resultado de este viraje fue una producción de petróleo crudo que dejó de caer rápidamente para hacerlo lenta pero constantemente hacia el final del sexenio”, dijo Carranza.
Respecto a CFE, Oscar Ocampo enfatizó que tampoco se lograron los objetivos de que la empresa eléctrica fuera una fábrica de electricidad que absorbiera el crecimiento de la demanda eléctrica a partir de una expansión ambiciosa de las centrales eléctricas, ya que prácticamente, no entró en operaciones ninguna central eléctrica de la CFE durante el sexenio.
Carranza subrayó que la actual administración se enfocó en ampliar la participación de la empresa en la generación de energía eléctrica.
“El tan cuestionado objetivo de 54 por ciento de generación para CFE y 46 por ciento de generación para los privados se fue alcanzando con el apoyo de una política regulatoria restrictiva, que frenó los nuevos permisos de generación eléctrica”, indicó.
- Respecto a los temas regulatorios, Marcial Díaz, presidente de la Asociación de Regulados del Sector Energético (ARSE), indicó que, aunque no se logró aprobar la reforma energética, el Gobierno se encargó de poner varios obstáculos en el camino.
“Sin duda la mayoría de los grandes proyectos se paralizaron porque hubo una ola de amparos para poder defender las inversiones que ya estaban operando en el país, pero el crecimiento fue muy poco significativo a comparación de lo que se dio en la administración anterior”, dijo.
- Resaltó que se impulsó un régimen totalitario en donde la petrolera mexicana sigue siendo el principal oferente en el mercado de combustibles, ya que se truncaron los permisos de importación y se limitaron los permisos para nuevas estaciones de servicio si no se tenía un contrato de suministro de la marca Pemex.
- “Aunque existe un universo de 14 mil gasolineras y más de 300 marcas, la realidad es que la franquicia Pemex sigue teniendo un factor hegemónico, ya que el 86 por ciento del combustible se sigue importando mediante Pemex, además, el 30 por ciento de los contratos petroleros se devolvieron”, indicó.
- Hacia adelante, Marcial Díaz recomienda a la próxima administración que trabajen en conjunto con el sector privado, “deben entender que no puedes solos y necesitan de la mano de los privados, tanto por su mano de obra, capital, experiencia y tecnología que le pueden imprimir a un país como México”, apuntó.
Arturo Carranza señaló que cualquiera de las propuestas políticas que resulte ganadora en las elecciones del 2 de junio deberá tomar decisiones importantes para lograr que las y los mexicanos tengan acceso a energía limpia y a costos competitivos.
“En materia eléctrica esto implica avanzar aceleradamente en la asignación de contratos para ampliar y fortalecer la red nacional de transmisión. En materia de hidrocarburos estos significan modificar el modelo de negocios de Pemex para desprenderse de negocios que le generan perdidas”, sugirió.
AMLO ha transferido 56,000 mdd a Pemex entre 2019-2024
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador transfirió 952,000 millones de pesos (56,000 mdd) de forma directa a Petróleos Mexicanos (Pemex) de 2019 a 2024, según informó el entonces director de la petrolera del Estado, Octavio Romero Oropeza.
La mayor parte del monto, 561,000 millones de pesos, se ha destinado al pago de deuda, detalló el directivo en la conferencia matutina del presidente, mientras que 391,000 millones de pesos han sido para infraestructura.
- Las cifras se revelan en medio de las alertas de entes financieros internacionales por la carga que representa Pemex para el Gobierno, como lo hizo Moody’s en febrero, cuando rebajó a ‘Ca’ desde ‘Caa3’ la calificación crediticia de la petrolera, lo que le hizo perder su grado de inversión en esta calificadora.
Pero el funcionario aseveró que la empresa estatal ha aportado 4,021 billones de pesos al Gobierno, por lo que, al considerar las transferencias, ha hecho una contribución neta al Estado de 3,069 billones.
- De acuerdo con Romero, del dinero entregado por el Gobierno, 320,000 millones de pesos fueron para construir la nueva refinería Olmeca en Dos Bocas en el sureste del país, y 48,000 millones de pesos para la producción de fertilizantes y el existente sistema de refinación nacional de seis plantas.
- Por último, 23,000 millones de pesos se usaron para comprar la refinería Deer Park en la ciudad estadounidense de Houston, Texas.
“No fue un dinero que se le entregó a Pemex ‘para ver en qué te lo gastas’, fue para infraestructura. Hoy Pemex vale más que cuando empezó, fue un dinero que se invirtió para la empresa y para darle valor”, defendió.
“Todo mundo dice ‘¿para qué le metes dinero a Pemex? Es un barril sin fondo, bla bla bla’. Entonces quisimos presentar esta lámina (diapositiva) porque es importante. Esto es lo que Pemex ha entregado a la Hacienda Pública en este periodo, hasta abril de 2024″, justificó el directivo.
Asimismo, aseveró que la deuda de Pemex, considerada la petrolera más endeudada del mundo, ha caído 30,000 millones de dólares en la gestión de López Obrador hasta los 101,500 millones de dólares; sin embargo, mucha de esa deuda paso al Estado- Gobierno.
También señaló que el Gobierno ha reducido a un 30% el pago del impuesto de derecho de utilidad compartida (DUC) que hace Pemex, lo que equivale a un 60% de impuesto sobre la renta (ISR), mientras que en 2019 el DUC era de un 65%, equiparable a un 128% de ISR.
Deuda de Pemex se dispara
La deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) con proveedores y contratistas ascendió a 126 mil 357 millones de pesos durante julio, lo que representó un incremento anual de 71.6 por ciento, según datos divulgados por el portal de transparencia de la petrolera.
- Pemex no publicó el reporte de junio de su deuda con sus proveedores y contratistas; sin embargo, en mayo, la deuda se ubicaba en 133 mil 901 millones de pesos, por lo que se logró una reducción de 5.6 por ciento respecto a ese mes.
- De manera desagregada, la petrolera que dirige Octavio Romero Oropeza informó que las obligaciones de pago de Pemex ya facturadas acarreadas desde 2023 ya lograron saldarse en su totalidad; sin embargo, todavía debe 125 mil 240 millones de pesos por deuda contraída durante este año.
A esta suma, hay que agregar mil 117 millones de pesos que corresponden a trabajos o materiales que ya fueron recibidos pero que se encuentran pendientes de facturar.
- Entre las empresas a las que más les debe Pemex se encuentran Opex Perforadora con 10 mil 563 millones de pesos, Cotemar (6 mil 555 millones de pesos), Constructora y perforadora latina (3 mil 226 millones de pesos), Typhon Offshore (5 mil 581 millones de pesos) y Hokchi Energy (mil 188 millones de pesos), por mencionar algunas.
Con estos últimos datos, Pemex no cumplió su promesa de saldar la deuda con sus proveedores y contratistas para agosto, tal como lo prometió su director general el pasado 22 de mayo.
CFE: pérdidas millonarias, más subsidios y más deuda
El Gobierno de López Obrador ha tenido como prioridad el reflotamiento de las finanzas de las paraestatales eléctricas, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
- Los apoyos directos del Ejecutivo corren en paralelo a los llamados apagones del servicio eléctrico y la incertidumbre de los operadores privados frente a la política energética del próximo Gobierno, frente a una Administración saliente que sin recato aseguró que el objetivo primario era el rescate de la CFE, en detrimento de los privados.
Aunque el rescate a la petrolera a manos del Ejecutivo ha acaparado los titulares por la magnitud de las inyecciones directas, los subsidios y transferencias directas para la eléctrica que dirige Manuel Bartlett tampoco son asunto menor. De enero a agosto de este año, estos subsidios ascendieron a 65.265 millones de pesos, un incremento de 1,6% respecto al mismo periodo del año pasado, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda.
La paraestatal eléctrica genera, actualmente, el 72% de la electricidad de México y tiene casi 50 millones de clientes en el país. Las transferencias que recibe la CFE de parte del Gobierno federal sirven para compensar las tarifas subsidiadas de la mayoría de los usuarios domésticos. Sin estos desembolsos de la Administración federal, el balance de la paraestatal eléctrica entre ingresos y egresos arroja un balance deficitario por 19.962 millones de pesos.
En ingresos, principalmente por la venta de electricidad, la paraestatal reporta de enero a agosto un crecimiento de 1,8%, respecto al mismo periodo de 2023, alcanzando los 328.743 millones de pesos. Mientras las ventas por electricidad registraron un alza marginal, los desembolsos operativos, en materiales, inversiones y pensiones van en ascenso. Durante los primeros ocho meses del año, los gastos de la CFE superaron los 348.000 millones de pesos, un incremento, respecto a los 334.125 millones de pesos de enero a agosto de 2023.
Las transferencias directas poco han servido para sanear las finanzas de la principal generadora eléctrica, golpeadas recientemente por las pérdidas cambiarias. Al primer semestre de este año, la CFE reportó pérdidas netas por 74.867 millones de pesos, un resultado decepcionante al considerar las utilidades netas de 2023. La eléctrica atribuyó el resultado negativo por la pérdida cambiaria de casi 100.000 millones de pesos en ese periodo, como resultado de una depreciación del peso frente al dólar.
- La deuda financiera de la paraestatal ascendió a junio de 2024 a 460.700 millones de pesos, un 14% más que los 402.500 millones de pesos reportados durante el mismo periodo de 2023. En su reporte, la paraestatal, justificó esta alza a una paridad débil del peso con relación al dólar, así como por la ejecución de su programa de inversiones. Además, la deuda con sus proveedores alcanzó su mayor nivel de los últimos seis años al superar los 78.500 millones de pesos.
Carlos Flores, analista del sector eléctrico, explica que no hay mucho margen de maniobra para el sector eléctrico del país si se sigue deteniendo la atracción de inversiones en el sector.
“Llegará Claudia Sheinbaum y tomará un mercado eléctrico que está casi desde las cenizas y ella tendrá que decidir si da un viraje o no, pero hasta ahora las señales apuntan a que continuará con la misma política energética actual, entonces enfrentamos un escenario muy pesimista, de otros seis años iguales”, indica.
- El experto hace hincapié en que se requiere inversión al interior de la empresa, un proceso de restitución de centrales eléctricas para sustituir a las plantas más antiguas, menos eficientes y más contaminantes.
“México ya va demasiado detrás en su posible cumplimiento de reducción de emisiones contaminantes, hay cada vez más apagones, va demasiado detrás en construir centrales de generación que tengan precios competitivos y, por ende, el precio sigue subiendo y subiendo”, zanja.
- Pese a estos flacos resultados, el respaldo del Gobierno a su paraestatal eléctrica siguen siendo un pilar para la compañía. Tres calificadoras mantuvieron la calificación crediticia de la CFE en grado de inversión: Moody’s (Baa2), Standard and Poor’s (BBB) y Fitch Ratings (BBB-).
- A principios de agosto, la calificadora Fitch calculó que las transferencias gubernamentales totales a CFE por subsidios a las tarifas eléctricas ascenderán a 81,500 millones de pesos en 2024 y el próximo año se elevarán a más 85.000 millones de pesos.
La confianza de las calificadoras tiene un sustento en los dichos de la próxima directora de la CFE, Emilia Esther Calleja Alor, una ingeniera de casa, con más de tres décadas de trayectoria en esta empresa. “Continuaremos con el legado de la Administración que concluye, continuaremos fortaleciendo ese 54% de participación que tenemos la CFE, y promoviendo el uso eficiente energética”, mencionó Calleja Alor en agosto pasado. A partir de octubre quedará por ver si se mantiene el rubro o la presidenta Sheinbaum hace un cambio de viraje./Agencias-PUNTOporPUNTO