En un contexto marcado por la crisis climática, la amenaza nuclear y las especulaciones apocalípticas, los multimillonarios han despertado la curiosidad al parecer estar preparándose para un posible fin del mundo.
- Según el ensayo “La supervivencia de los más ricos” de Douglas Rushkoff, algunas de las personas más adineradas del planeta están diseñando planes de escape basados en la huida de la Tierra para protegerse a sí mismas. Entre los nombres destacados se encuentran Elon Musk, Jeff Bezos y Peter Thiel, quienes han invertido en tecnologías espaciales y de supervivencia.
Musk, Bezos y Thiel, entre otros
Musk, fundador de SpaceX y Tesla, aboga por la colonización de Marte, mientras que Bezos, de Amazon, invierte en Blue Origin para desarrollar viajes comerciales al espacio. Thiel, cofundador de PayPal, apuesta por startups con ideas extravagantes y ha mostrado interés en tecnologías de criogenización.
- Estos multimillonarios planean desde la construcción de búnkeres subterráneos en Nueva Zelanda hasta la colonización del espacio en gigantescas naves espaciales. Sin embargo, estas ideas han generado controversia debido a su carácter elitista y a la falta de realismo en la gestión de los desafíos que podrían surgir en un escenario apocalíptico.
El debate sobre el impacto ambiental y la ética de estos planes continúa, mientras que el futuro de la humanidad frente a posibles desastres globales sigue siendo incierto.
Los planes de los multimillonarios para sobrevivir
La posibilidad de que tengamos que enfrentamos en el futuro a una sociedad apocalíptica solo forma parte de las teorías catastróficas de algunos visionarios o de los guiones de ciencia ficción. Pero, ¿por qué cada vez es más frecuente que los multimillonarios inviertan grandes cantidades de dinero en adquirir terrenos en islas remotas e incluso construir búnkeres?
- La idea fue desarrollada recientemente por ‘The New York’ en un artículo que muestra cómo los adinerados de Silicon Valley se están preparando para un eventual fin de la civilización. Sin embargo, esta preocupación no es solo la de una pequeña minoría. Reid Hoffman, co-fundador de LinkedIn, estima que más de la mitad de las élites adineradas de EE.UU. se están preparando para garantizar su supervivencia en el caso de una hecatombe mundial.
En este caso, la razón principal del temor a un apocalipsis está en el hecho de vivir y trabajar continuamente rodeados de tecnología. Sin embargo, otros autores que plantean el fin del mundo relacionan sus predicciones con problemas más concretos, como una crisis nuclear mundial o las consecuencias del cambio climático, aunque el argumento favorito sigue siendo la posibilidad de que se produzca una colisión de un asteroide o un cometa contra la Tierra.
El lugar más seguro del planeta
En este último caso, ¿Cuáles serían los territorios más seguros del planeta? Para el escritor Jim Dobson, que en un reportaje publicado en la revista ‘Forbes’ elabora un mapa del mundo post-apocalíptico, es Nueva Zelanda. El país sería el único del mundo que crecería claramente en tamaño, convirtiéndose en una de las zonas más seguras de la Tierra.
Su predicción, elaborada a través de las teorías de reconocidos pronosticadores, como Gordon-Michael Scallion y Edgar Cayce, coincide con el destino favorito de los multimillonarios estadounidenses. De hecho, solo en 2016, más de 3.500 kilómetros cuadrados de terreno del país pasaron a manos de ciudadanos extranjeros, según datos de ‘The New Zealand Herald’. En el resto del mundo, según el mapa de Dobson, el escenario no es tan esperanzador.
Norteamérica
En EE.UU., el aumento de la inestabilidad de la placa Norteamericana dará lugar a la creación de 150 islas en California y la costa Oeste retrocederá hacia el este. Por su parte, los Grande Lagos y la vía marítima de Saint Lawrence se unirán y continuarán su recorrido por el río Misisipi hasta el Golfo de México. Además, todas las áreas costeras desde Maine a Florida quedarán inundadas.
- El aumento del nivel del mar tendrá también consecuencias nefastas en algunas partes del noroeste de Canadá. Sin embargo, otras regiones, como Quebec, Ontario, Manitoba, Saskatchewan y Alberta, se convertirán en auténticos ‘centros de supervivencia’, recibiendo a los migrantes que se desplacen desde Columbia Británica y Alaska.
América Latina
El cambio más significativo se producirá en América Central, cuyo territorio se verá reducido a una serie de islas. Por su parte, en México, la mayoría de las zonas costeras quedarán también bajo el agua. Así, la costa de Baja California se convertirá en una serie de islas y también desaparecerá gran parte de la península de Yucatán.
- En Sudamérica se producirá un intenso terremoto, además de una fuerte actividad volcánica. Así, amplias zonas del interior de Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia y Uruguay se hundirán bajo el agua, y la Cuenca del Amazonas se convertirá en un inmenso mar interior. No será el único, ya que otra gran masa de agua emergerá en el centro de Argentina. Destaca también una nueva inmensa masa terrestre que se unirá por tierra a Chile y Perú y que contará con otro nuevo mar interior.
Europa
Según el mapa de Dobson, Europa experimentará los cambios más rápidos y más graves de la Tierra. Así, la mayor parte de los países de Europa desaparecerán bajo el mar y, en el mejor de los casos, conservarán pequeños territorios a modo de islas.
- Respecto a Rusia, que abarca territorios tanto en Europa como en Asia, se separará del resto de países del Este a través de un mar completamente nuevo, que surgirá de la fusión de los mares Caspio, Negro, Kara y Báltico, y que se extenderá hasta el río Jenisej, en Siberia. Este amplio territorio, ya situado en Asia, se mantendrá seguro.
Asia
El resto de Asia, una región muy sísmica, sufrirá cambios dramáticos, aunque verá nacer nuevos territorios. Así, el mar anegará grandes masas de tierra desde Filipinas hasta Japón y el norte del mar Bering, incluyendo las islas Kuril y Sakhalin. Por su parte, la región costera de China será empujada hacia el interior cientos de kilómetros.
África
El continente africano quedará dividido en tres partes completamente aisladas por el mar. El Nilo se ensanchará significativamente y una nueva vía fluvial dividirá el país, desde el Mar Mediterráneo hasta Gabón. Otro cambio significativo es que el Mar Rojo irá agrandándose, provocando que El Cairo desaparezca. Destaca también que el lago Victoria se fusionará con el lago Nyasa y fluirá hacia el Océano Índico.
La Antártida
Al contrario que el resto del mundo, la Antártida se convertirá en un territorio fértil y rico en agricultura. Se crearán nuevas tierras desde la península Antártida hasta la Tierra del Fuego, y desde el este hasta la isla de Georgia del Sur.
El “glaciar del Juicio Final”
Entender la evolución de los procesos que ocurren en el glaciar Thwaites, ubicado en la Antártida Occidental, es fundamental para estimar la contribución del Continente Blanco a la futura elevación del nivel del mar.
En ese sentido, la comunidad científica internacional encendió las alertas luego de la publicación de un nuevo informe del proyecto de Colaboración Internacional del Glaciar Thwaites (ITGC) en el que científicos de Estados Unidos y del Reino Unido aseguraron que el glaciar se está derritiendo a un ritmo acelerado y podría contribuir al aumento global del nivel del mar. “Si se derrumbara por completo, subiría 65 cm”, afirmaron desde el ITGC en el comunicado difundido el 20 de septiembre.
- El Thwaites es uno de los mayores y más rápidamente cambiantes glaciares del mundo, del que poco se conocía antes de la formación del ITGC, un proyecto creado para comprender los procesos físicos críticos que controlan el glaciar en el clima actual y durante los últimos miles de años.
- Además, busca elaborar una predicción más fiable sobre cómo evolucionará en el futuro. El uso de tecnología avanzada, como robots submarinos, novedosas técnicas de prospección y nuevos métodos de modelización del flujo del hielo y las fracturas, permite a los científicos obtener, desde 2018 – año en que se impulsó el ITGC-, nuevos conocimientos sobre estos procesos.
En particular, el glaciar Thwaites es excepcionalmente vulnerable porque su hielo descansa sobre un lecho muy por debajo del nivel del mar que desciende hacia el corazón de la Antártida Occidental.
“Existe consenso en que el retroceso del glaciar Thwaites se acelerará en algún momento del próximo siglo -señaló Larter- Sin embargo, también existe la preocupación de que procesos adicionales revelados por estudios recientes, que aún no están lo suficientemente bien estudiados como para incorporarlos a modelos a gran escala, puedan hacer que el retroceso se acelere antes”.
¿Por qué el derretimiento de los glaciares afecta al nivel del mar?
En primer lugar, cabe preguntarse cuál es la importancia de los glaciares para la vida en la Tierra, tal como la conocemos. Un glaciar es, según el National Snow and Ice Data Center (NSIDC) de la Universidad de Colorado Boulder, una acumulación de hielo y nieve que fluye lentamente sobre la tierra. A mayor altitud, suele caer más nieve de la que se funde, lo que aumenta su masa. Con el tiempo, el exceso de hielo acumulado comienza a fluir ladera abajo. A menor altitud, suele haber un mayor ritmo de fusión o se desprenden icebergs que eliminan masa de hielo.
Los glaciares alpinos son ríos helados de hielo que fluyen lentamente por su propio peso ladera abajo y hacia los valles. También existen glaciares en los bordes de las capas de hielo, las cuales cubren continentes enteros. Durante el “Último Máximo Glacial” (época de máxima extensión de la capas de hielo) hace unos 20.000 años, la capa de hielo de Laurentide cubrió gran parte de Norteamérica, y su peso creó las cuencas que hoy albergan los Grandes Lagos, situados en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
En la actualidad, sólo hay dos mantos de hielo en la Tierra: el de la Antártida y el de Groenlandia. La capa de hielo de la Antártida cubre cerca de 14 millones de kilómetros cuadrados, lo que equivale a la superficie combinada de Estados Unidos y México. Este vasto manto, junto con el de Groenlandia, almacena más del 99% del hielo de agua dulce del planeta.
Además, la cantidad de agua dulce contenida en estas dos capas de hielo representa más del 68% del agua dulce total de la Tierra. Las capas se encuentran en constante movimiento, expandiéndose desde enormes cúpulas que forman estos glaciares polares.
- El proceso de formación del hielo glaciar comienza con la acumulación de nevadas sucesivas. A medida que aumenta el espesor, la nieve se compacta debido a su propio peso, junto con la fusión y recongelación de los cristales, lo que lleva a la transformación de la nieve en hielo, perdiendo porosidad y ganando densidad. Este cambio es tan significativo que un metro de nieve fresca puede convertirse en solo unos pocos centímetros de hielo glaciar.
Un glaciar está compuesto por dos zonas: la de acumulación, en la parte superior, donde se gana masa debido a la acumulación de nieve, y la de ablación, en la parte inferior, donde el glaciar pierde masa por derretimiento o sublimación. El hielo glaciar, en tanto, fluye de la zona de acumulación hacia la de ablación mediante deformación interna y deslizamiento basal. La línea que separa a ambas se denomina línea de equilibrio, donde el glaciar no experimenta ni ganancias ni pérdidas de masa.
- La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que en 2023 el nivel medio del mar a nivel global alcanzó un máximo histórico, según los datos obtenidos a partir de registros satelitales que comenzaron en 1993. De acuerdo con estimaciones, los océanos han subido entre 20 y 23 centímetros desde 1880 hasta la fecha.
- En la actualidad, el nivel del mar sube a un ritmo de 3,1 mm al año. Más de 680 millones de personas viven en zonas costeras bajas, que son especialmente susceptibles de sufrir inundaciones costeras como consecuencia directa de la subida global del nivel del mar. Este aumento es una de las principales evidencias del impacto del cambio climático, producto del calentamiento de los océanos y el deshielo de glaciares y capas de hielo.
El acelerado deshielo en estas regiones no solo incrementa el nivel del mar, sino que también afecta las corrientes oceánicas, que disminuyen su velocidad al recibir grandes volúmenes de agua fría procedente del derretimiento. Según la World Wildlife Foundation (WWF), el derretimiento de los glaciares de la Antártida y Groenlandia está cambiando la circulación de corrientes del océano Atlántico y se vincula con el colapso de las pesquerías en el golfo de Maine y con tormentas y huracanes más destructivos alrededor del planeta./Agencias-PUNTOporPUNTO
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Los impactantes mapas del fin del mundo