La parte más álgida del camino hacia la renovación energética comenzó. El negocio de refinación, que de manera casi automática se califica como contrario a este proceso, empezó a establecer cambios en su dinámica. Muchos complejos incluso han cerrado para dar paso a sedes productoras de petroquímicos o biocombustibles o para quedar completamente inhabilitados.
- La industria de refinación, pese a que países como México y Nigeria continúan aumentando su apuesta, está en riesgo. Un análisis de la consultora Wood Mackenzie dice que alrededor del 20% de la capacidad de refinación está en posibilidades de cerrar.
- Este porcentaje equivale a 121 complejos de un total de 465 analizados por la consultora. “Los márgenes de refinación comenzarán a debilitarse hacia fines del decenio (2030), a medida que disminuya la demanda de combustibles fósiles”, dice la firma en un documento.
La refinación de petróleo se considera un negocio del que se obtienen pequeños márgenes de rentabilidad.
- La recuperación de la demanda tras la pandemia otorgó a las empresas refinadoras ganancias sin precedentes, lo que impulsó significativamente a la industria. Sin embargo, este impulso ha comenzado a desvanecerse en los últimos meses.
- “Un refinador es alguien que trata de extraer el máximo valor de una gota de crudo, y los márgenes por un momento pasaron de ser de centavos por barril a decenas de dólares por barril, pero eso ya no se ve más”, dijo un analista de la industria.
“En los últimos cinco años, con la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania, la industria vivió una era de platino en cuanto a los márgenes de refinación, pero ya en este 2024 no tenemos el efecto de la guerra, ni el de la recuperación de la pandemia, ya los márgenes de refinación están bajando hacía una cifra mucho más normal respecto a las ganancias históricas y ello se ha juntado con la presión ejercida por el proceso hacia energías más limpias”, añade.
- Europa y China se enfrentan al mayor riesgo de cierre debido a la disminución de la demanda y las regulaciones ambientales, según el consenso de varios órganos, como la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
- Tan sólo en Europa, alrededor de 30 refinerías han cerrado desde 2009, con 90 aún complejos en operación, de acuerdo con datos de Concawe, una organización dedicada a investigar problemas ambientales relacionados con la industria de petróleo.
El papel de las refinerías en la transición energética
Grandes compañías petroleras, como ENI, British Petroleum (BP) y Shell han anunciado la venta y conversión de algunas de sus refinerías. Estas acciones no se han dado como parte de una decisión simple, sino como un cambio en la forma en que se conciben las empresas, que han pasado de definirse como grandes petroleras –como lo hicieron por décadas– a compañías productoras de energía. Para muestra el cambio de la estatal noruega Statoil, que hace unos años decidió convertirse en Equinor y ampliar su portafolio de inversión, más allá del petróleo.
- El gigante Shell, por ejemplo, vendió la refinería de Deer Park a Pemex como parte de su plan de transición que incluye aumentar sus esfuerzos en la industria de petroquímica y abandonar de a poco sus planes de refinación.
- A la par que ha decidido desinvertir en algunos activos, el gigante holandés ha decidido convertir algunos de sus complejos –como el ubicado en Wesseling, Alemania– en una planta productora de biocombustibles.
La italiana Shell ha hecho lo mismo con su refinería en Livorno, Italia
“Las compañías privadas van buscando la rentabilidad y el crecimiento y es por ello, más el aumento en la presión de los inversionistas, que han decidido realizar cambios”, dice el analista.
Y es que el auge en vehículos eléctricos y los biocombustibles han comenzado a impactar en los planes de crecimiento de las compañías petroleras, que ahora han decidido centrarse en la producción de gasolinas bajas en azufre o la turbosina renovable.
- Pese a ello, la Agencia Internacional de Energía sostiene que las empresas productoras de petróleo y gas representan sólo el 1% del total de inversión en energías limpias a nivel mundial. Así aún la industria de extracción y producción de petróleo y gas es apenas una fuerza marginal en la transición energética.
- “La volatilidad de los precios de los combustibles fósiles significa que los ingresos podrían fluctuar de año en año – pero el resultado es que el petróleo y el gas se convierten en un negocio menos rentable y más arriesgado a medida que se aceleran las transiciones netas cero.
- Los precios y la producción son generalmente más bajos y el riesgo de activos abandonados es mayor, especialmente en el sector intermedio que incluye refinerías e instalaciones para gas natural licuado”, dice la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés).
Las nuevas refinerías
Pese al escenario de la transición energética, el mundo expandirá su capacidad de refinación en los siguientes años. La apuesta de México por la puesta en marcha de la refinería Dos Bocas no es aislada. Las estimaciones de la EIA indican que hacia 2028 se pondrán en marcha complejos que podrían producir entre 2.6 y 4.9 millones de barriles diarios de combustibles.
- Estos se adherirán a los más de 103 millones de barriles de crudo que se procesan actualmente.
- Alrededor de 25 nuevas refinerías se pondrán en marcha en los próximos años, incluyendo el complejo Olmeca de Pemex.
La más grande se ubicará en India y procesará 1,200 millones de barriles al día, otra más se ubica en Nigeria y tendrá capacidad de 650,000 barriles diarios. La apertura de refinerías se ha dado en sitios donde el uso de combustibles fósiles continúa en auge o al menos se ha mantenido.
Los países que lideran la industria del petróleo refinado
El refinado de petróleo —transformar el crudo en derivados como el diésel, la gasolina o los lubricantes— es un negocio muy rentable que grandes potencias como Estados Unidos y China conocen muy bien.
Sin embargo, se trata de un sector que requiere de mucha inversión, algo que no todos los países con reservas de crudo pueden (o quieren) permitirse. Construir una refinería precisa más de 5 años y unos costes de unos 10.000 millones de dólares.
- Dentro de los países petroleros, hay dos grandes grupos cuando se trata de desarrollar productos derivados: Aquellos con potencia industrial que se han especializado en el refinado, generalmente Estados ricos y desarrollados, y aquellos que se dedican casi exclusivamente a la exportación del crudo, debido a las grandes reservas que acumulan.
- Arabia Saudí, por ejemplo, se encuentra en la séptima posición en términos de capacidad de refinación a pesar de ser el segundo mayor productor de petróleo del mundo.
- Estados Unidos, siendo el noveno en reservas, ostenta sin embargo una impresionante capacidad de refinación, superando los 17 millones de barriles de petróleo crudo procesados diariamente. Le sigue de cerca China, el otro gran refinador global, con 16,9 millones de barriles.
La capacidad de refinación de petróleo es esencial para el funcionamiento de grandes sectores como el transporte y la industria, y juega un papel importante en la seguridad energética y la autonomía estratégica de un país. La diferencia entre el precio del crudo y los refinados al por mayor (el conocido como crack spread o margen de refinación petrolero) refleja el valor añadido del petróleo refinado.
- Aunque el precio del petróleo ha aumentado con fuerza desde 2021, el de los combustibles lo ha hecho con mucha más intensidad, generando problemas para abastecer todo el combustible que se demanda.
- Esta diferencia para el diésel y la gasolina se incrementó fuertemente en 2022 y llegó a rozar los 80 dólares por barril en algunos momentos, ofreciendo una ventaja económica a aquellos países líderes en el sector, como Estados Unidos.
Este aumento en el valor y la rentabilidad del refinado se debe a la combinación de la falta de inversión global en refinerías, de una demanda que ha vuelto a niveles pre-pandemia, una producción de combustibles relativamente baja en refinerías y una reducción en las exportaciones de productos petrolíferos de Rusia. Además, sólo en Europa, se han cerrado más de 20 refinerías.
En este sentido, pocos ejemplos son más paradigmáticos que el de Venezuela. A pesar de ser el mayor líder en reservas probadas y de tener una capacidad para refinar 1.3 millones de barriles diarios, en promedio las plantas de refinería funcionan sólo al 12% de su potencial. Esto ha llevado al país a depender de importaciones de productos refinados para cubrir sus necesidades internas.
- Más allá de Arabia Saudí, otros países del golfo Pérsico como Irán, Kuwait o Emiratos Árabes Unidos, grandes productores y poseedores de enormes yacimientos, optan también por exportar la mayor parte de su petróleo crudo sin refinar localmente, lo que es rentable en el corto plazo y exige menos recursos industriales.
- Por su parte, EE.UU. y China invierten más en la capacidad de refinamiento para satisfacer la demanda interna y también para exportar productos refinados a otros mercados internacionales.
- La potencia norteamericana, aun siendo el mayor productor, es también la economía que más consume, sobre todo en el sector transportes. De ahí que invertir en refinerías le sea rentable a nivel interno y externo.
Tanto es así que, en 2021, el petróleo refinado fue el primer producto exportado en el país. China, aunque con capacidad para disputarle el primer puesto a EE.UU., depende en gran medida de las importaciones de petróleo crudo para satisfacer su enorme demanda interna.
Nuevas refinerías de petróleo, desde México a Nigeria
Un periodo dorado de beneficios para los procesadores de petróleo se está desvaneciendo a medida que una nueva generación de megarefinerías entra en funcionamiento y la potente economía china se tambalea.
- Los beneficios derivados de la transformación del crudo en productos petrolíferos se han suavizado este año, lo que ha llevado a las refinerías de algunas partes del mundo a recortar la producción.
- El pobre crecimiento de la demanda, reflejo en gran medida del letargo económico de China, es gran parte de la historia, pero también hay un elemento estructural: el aumento de la capacidad.
Una gran cantidad de nuevas instalaciones desde Medio Oriente a África, América Latina y Asia, incluidas varias plantas gigantes, han comenzado a funcionar. Y con el mantenimiento que se retrasó tanto por Covid-19 como por la guerra en Ucrania ya finalizado, los beneficios de las refinerías cayeron bruscamente en el trimestre más reciente.
“Se ha vuelto a lo que era normal antes de todos estos años excepcionales”, declaró Patrick Pouyanne, director ejecutivo de TotalEnergies SE (TTE), la mayor refinería de Europa, durante una conferencia telefónica sobre beneficios a finales del mes pasado. “Los refinadores saben que tienen que volver a la realidad y ofrecer buenos resultados con márgenes más bajos”.
- Las nuevas plantas están contribuyendo a revertir el auge que supuso la paralización de la capacidad durante la pandemia, el posterior resurgimiento de la demanda y, después, la invasión rusa de Ucrania y su ruptura de los mercados de combustible.
- A nivel mundial, las refinerías procesarán este año unos 900.000 barriles diarios más de crudo que el año pasado, según cálculos de la Agencia Internacional de la Energía. Las incorporaciones incluyen dos instalaciones con capacidad para transformar las economías locales, así como el mercado del petróleo.
La planta de Dangote en Nigeria, de 650.000 barriles diarios, convertirá al país en un importante productor de combustible una vez que esté plenamente operativa.
- Tras varios retrasos, la planta mexicana de Dos Bocas alcanzará este mes su plena capacidad de 340.000 barriles diarios, en un momento en que el país trata de lograr su independencia energética.
También está la refinería china de Shandong Yulong, que está a punto de iniciar las pruebas a finales de año, tras múltiples retrasos, así como la planta de Duqm, en Omán, que se puso en marcha en los últimos meses.
- Vitol Group, el mayor comerciante independiente de petróleo del mundo, afirmó el mes pasado que el funcionamiento de las refinerías mundiales alcanzará un máximo histórico a finales de este año.
- Esto se produce después de algunas incorporaciones en 2023, cuando la gigantesca refinería Al-Zour de Kuwait empezó a funcionar en serio. Estados Unidos aumentó su propia capacidad de procesamiento en 270.000 barriles diarios, restableciendo parcialmente parte del volumen que se cerró en la pandemia.
Sin embargo, existen límites a la caída de los márgenes. Un descenso de los beneficios reduce el incentivo para que una planta funcione a pleno rendimiento, lo que podría restringir la oferta.
- En China, los índices de funcionamiento de las refinerías privadas de la provincia de Shandong han descendido hasta el 48%, cerca del nivel más bajo desde marzo de 2020, en parte debido a una menor demanda de combustibles como la gasolina y el gasóleo.
A más largo plazo, se prevé el cierre de plantas más antiguas, sobre todo en Europa. Y el verano en el hemisferio norte también conlleva riesgos de interrupción, desde las altas temperaturas hasta los huracanes en el Atlántico que tienen el potencial de llegar hasta el centro de refinado de la costa estadounidense del Golfo.
“Hemos visto algunos recortes de la racha económica fuera del país”, dijo Matthew Lucey, presidente y director ejecutivo de PBF Energy Inc (PBF), una refinería estadounidense, en una llamada de resultados. “En verano se va a perder algo de utilización”. /Agencias-PUNTOporPUNTO