Opinión. RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Como llegó se va. El Presidente López Obrador rindió su sexto informe de gobierno ante una plaza llena, si, pero no desbordada como en otras ocasiones.
Igual que siempre recurrió a sus efectos mágicos para que la plaza se divirtiera, evoca sus gritos de apoyo, lo respaldara en sus dichos y corearon una y otra vez los gritos de Presidenta! Presidenta!
Fue una mañana y mediodía de felicidad para un Ejecutivo henchido de orgullo que mantenía bajo sus zapatos una bandera nacional (habrá que preguntar a los especialista el significado) que fue puesta a los pies de quien se retira en un mes de la política (eso dice) y se va con una enorme satisfacción del deber cumplido.
Las cien mil personas que llegaron hasta la Plaza de la Constitución para mostrarle su respaldo y plena satisfacción con su administración coreaban el grito que tanto conmueve a las bases: es un honor estar con Obrador.
Contentos con el prolongado discurso que les advirtió es un poco largo y les preguntaba si ya estaban cansados y la respuesta de no, no, no, era mágica y motivante para que siguiera adelante.
No importaba que en sus palabras había diversos mensajes que no concordaban con la realidad. El sistema de Salud no es como Dinamarca, es mejor y la gente aplaudía a rabiar. La gasolina no subió, por el contrario, bajó su precio y los aplaudidores sin poder contener su emoción coreaban las consabidas porras.
El clímax fue cuando el Presidente llamó a una votación a mano alzada sobre la reforma Judicial y el pueblo enardecido aprobó la reforma, con lo que esos cien mil votantes (de una población de 130 millones, de los que casi cien millones son electores) a mano alzada definen la alegría que les da poder elegir a sus jueces, ministros y magistrados pronto.
El pueblo sabio no se equivoca ha dicho en múltiples ocasiones el Presidente y una vez mostró la adoración que tienen por él que llega a extremos de idolatrar.
Sus cifras se sucedían una tras otra, como aquella de que salen de la pobreza, mensualmente cien mil personas y en su sexenio, nueve millones de personas salieron de la pobreza extrema.
Frases icónicas fueron saliendo una tras otra. Nunca nos divorciamos del pueblo dijo el Presidente ya le gente lo coreaba una y otra vez. En mi gobierno no se reprime al pueblo, no se ejecutan masacras, no se tortura.
También resaltó sus grandes logros históricos como el de incrementar las reservas monetarias en un 29 por ciento, comparativamente a 2018. Resaltó que se han denunciado con hechos los actos de corrupción del Poder Judicial.
Aseguró que la austeridad republicana se convirtió en una realidad y expresó que se va a jubilar con la conciencia tranquila y muy contento.
Después de su amplio discurso y de que el pueblo le manifestará su respaldo una y otra vez, el Presidente quedó culeco y checho, como dicen en su tierra.
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Diputados y senadores rindieron protesta como legisladores y ahora se apuntan para respaldar las 20 iniciativas de Reforma Constitucionales enviadas por el Ejecutivo y que saldrán a la brevedad posible. ya cuentan con una amplia mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado hay una larga lista de opositores que se quieren convertir en el número 86, aquel que les de la tranquilidad de la mayoría…Sigue el suspenso con la elección de la alcaldía Cuauhtémoc de la CDMX, ya que Alessandra Rojo de la Vega recurrirá todas las instancias para tratar de revertir la nulidad de los comicios.
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Ramón Zurita Sahagún
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