China se ha consolidado como el mayor exportador de energías limpias e inversionista en la transición energética a escala global. En los últimos tres años, mediante la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la potencia asiática ha iniciado colaboración con 100 países en materia de energías verdes, nucleares e hidroeléctricas, entre los que destacan proyectos concretos en Pakistán, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos y Argentina.
- El desarrollo de la energía verde en China se ha convertido en un motor de la transición energética mundial, destaca un informe publicado esta semana por la Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China. Advierte que en los últimos años la situación internacional se ha vuelto cada vez más compleja, debido a diversas barreras que dificultan la estabilidad en las cadenas de suministro de energía mundial, así como la seguridad energética en un entorno abierto.
- El informe La transición energética de China reporta que durante la última década esta potencia–que en términos netos es la mayor emisora de contaminantes– ha sido responsable de más de 40 por ciento de la nueva capacidad de energía renovable en el globo; el año pasado el país invirtió 676 mil millones de dólares en transición energética, lo que la convierte en el mayor inversor del mundo en este campo; al tiempo que sus ventas al extranjero en energía eólica y productos fotovoltaicos redujeron las emisiones de dióxido de carbono en aproximadamente 810 millones de toneladas.
“China se opone a exagerar el concepto de seguridad nacional e imponer restricciones infundadas a la cooperación internacional normal para el desarrollo (…) rechaza todas las formas de desacoplamiento, cualquier ruptura de las cadenas industriales y de suministro y el enfoque de ‘patio pequeño y cerca alta’ (frase usada por la administración de Joe Biden para explicar las medidas contra algunas industrias chinas), en su esfuerzo por mantener abiertas y estables las cadenas industriales y de suministro de energía globales”, destaca el informe.
Combustibles fósiles
El documento, publicado en los días que Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de la administración de Joe Biden, visitó Pekín, también destaca que de 2014 a 2023 la participación mundial de los combustibles no fósiles en el consumo de energía aumentó de 13.6 a 18.5 por ciento, y China contribuyó con el 45.2 por ciento de este aumento. Y dentro de sus fronteras, la proporción del consumo de energía limpia alcanzó 26.4 por ciento del total el año pasado, un aumento de 10.9 puntos porcentuales respecto a 2013.
- China también exhibió que como parte de la cooperación internacional en materia de energía, a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, participa en intercambios y cooperación sobre estandarización en energías. Entre los proyectos ya realizados se encuentran la central hidroeléctrica Karot de Pakistán, construida y operada por empresas chinas; el parque eólico Adama de Etiopía, el primero de este tipo en ese país y pionero de cooperación energética intergubernamental entre China y África. Para él se usaron préstamos concesionales del gobierno chino y las constructoras son también de este país.
A ellos se suman la planta solar fotovoltaica AI Dhafra, de los Emiratos Árabes Unidos, construida por un contratista chino; así como el parque solar fotovoltaico Cauchari, de Argentina, la planta de energía solar más alta de Sudamérica y con la mayor capacidad instalada, también levantada por compañías chinas./Agencias-PUNTOporPUNTO