TEXTO ÍNTEGRO: Países Emergentes participan en el FINANCIAMIENTO contra el CALENTAMIENTO GLOBAL

Los países que son potencias mundiales necesitan tener un mayor compromiso en la lucha contra el cambio climático y dejar de jugar “a la ruleta rusa con el planeta”

La gran mayoría de los países emergentes participan solo marginalmente en el financiamiento de iniciativas contra el calentamiento global o adaptación de las sociedades para enfrentar el cambio climático, reportó el Banco Mundial (BM).

  • Según datos del organismo con sede en Washington, más de 60% de los bancos instalados en los países emergentes, cuyo PIB por habitante se ubica entre 1 mil 136 y 13 mil 845 dólares anuales, destinan menos de 5% de los créditos a empresas o acciones que tengan impacto positivo en términos climáticos.

Más de 25% de estas entidades no invierten en absoluto en esta materia, indica un reporte del BM.

  • En algunos casos, los bancos no encuentran apoyo en las autoridades regulatorias: mientras que más de 76% de las economías desarrolladas adoptaron sistemas para identificar financiamientos “verdes” de forma de ayudar a las instituciones financieras a detectarlos, solo 10% de los países emergentes desarrollaron mecanismos de este tipo.

“Necesitamos que los bancos privados tomen parte en el esfuerzo” contra el calentamiento global, sostuvo el director encargado de políticas de desarrollo del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, citado en el comunicado. “La adaptación (a este fenómeno) está subfinanciada”, definió por su parte Pablo Saavedra, vicepresidente encargado de la prosperidad en el BM, también citado.

“Solo 16% de los créditos en los países emergentes o en desarrollo se destinan a la adaptación” a las nuevas condiciones climáticas, “y de esta pequeña parte, 98% son financiamientos públicos”, explicó.

La falta de estabilidad del sistema financiero en algunos países emergentes es una de las dificultades que explica estos porcentajes, estimó el Banco Mundial.

Países necesitan mayor compromiso en la lucha contra el cambio climático

  • Los países que son potencias mundiales necesitan tener un mayor compromiso en la lucha contra el cambio climático y dejar de jugar “a la ruleta rusa con el planeta”, apuntó este miércoles António Guterres, secretario general de Naciones Unidas (ONU).

“Estamos jugando a la ruleta rusa con nuestro planeta (…) Todo (el futuro) depende de las decisiones que tomen o dejen de tomar los líderes actuales, especialmente en los próximos 18 meses. Es la hora de la verdad”, afirmó Guterres en una rueda de prensa desde el Museo Americano de Historia Natural, ubicado en Nueva York.

  • Las declaraciones de Guterres se producen durante el Día Mundial del Medioambiente y justo antes de que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presente sus predicciones climáticas para los próximos cinco años.

“Estamos jugando a la ruleta rusa con nuestro planeta (…) Todo (el futuro) depende de las decisiones que tomen o dejen de tomar los líderes actuales, especialmente en los próximos 18 meses. Es la hora de la verdad”, afirmó Guterres en una rueda de prensa desde el Museo Americano de Historia Natural, ubicado en Nueva York.

  • Las declaraciones de Guterres se producen durante el Día Mundial del Medioambiente y justo antes de que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presente sus predicciones climáticas para los próximos cinco años.
  • Científicos y especialistas coinciden que el Acuerdo de París (2015) que limita el aumento de la temperatura promedio global anual a no más de 1.5 grados Celsius ayudaría a evitar peores consecuencias ambientales y a mantener un clima habitable.

Además, existe “otro 50 por ciento de posibilidades que la temperatura media de todo el próximo lustro sea 1.5 grados superior a la de la época preindustrial”.

  • En este sentido, Guterres hizo hincapié en el trabajo por hacer que corresponde al “1 por ciento más rico que emite la misma cantidad de emisiones de carbono como los dos tercios de la humanidad”, proporción que engloba unos 5 mil millones de personas.

Ante el cambio climático ‘somos el peligro y la solución’

Y comparó la “situación de urgencia actual” y su “desproporcionado efecto” para el futuro cercano con “el meteorito que acabó con los dinosaurios”.

“En el caso del clima, no somos los dinosaurios, somos el meteorito. No solo estamos en peligro, somos el peligro. Pero también somos la solución”, sostuvo Guterres, dejando un resquicio para la esperanza.

  • Pero, para ello, se requiere “mantener vigente el umbral de los 1.5 grados” y que las emisiones mundiales disminuyan un 9 por ciento cada año hasta 2030, según el secretario general de Naciones Unidas.
  • “El mundo está arrojando emisiones a tal velocidad que, para 2030, un aumento de la temperatura mucho mayor estaría prácticamente garantizado”, añadió el diplomático portugués.

En ese escenario, el mundo sufría “consecuencias devastadoras” que irían desde “aumentos catastróficos” de los niveles del mar, a la destrucción de arrecifes de coral o a la desintegración de los medios de vida de 300 millones de personas, citó entre algunos ejemplos Guterres.

“Ciudades como Nueva Delhi, Bamako o la Ciudad de México están ardiendo. No mantener el límite de los 1.5 grados también supondría la ruptura de las cadenas de suministro subiendo los precios y una creciente inseguridad alimentaria (…) Incluso si las emisiones llegaran a cero mañana, un estudio reciente concluye que el caos climático seguirá costando al menos 38 billones de dólares al año en 2050″, alertó.

Cada año se invierten 7 billones de dólares en el cambio climático

Casi siete billones de dólares de financiación pública y privada se destinan cada año a actividades que perjudican directamente a la naturaleza, una cantidad 30 veces superior a la que se gasta anualmente en soluciones verdes, según un impactante informe presentado en la Conferencia sobre Cambio Climático (COP28).

  • El texto del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) también revela que, a pesar de décadas de llamamientos para poner fin a los flujos financieros hacia sectores que dañan algunos de los bienes más valiosos de la humanidad, estas inversiones representan actualmente la friolera del 7% del PIB mundial.
  • La publicación se produce en un momento en que las negociaciones sobre el texto final de la conferencia se aceleran (la COP28 se clausurará el martes) y con el telón de fondo de la mayor acción in situ hasta la fecha en favor de la justicia climática. En el emblemático recinto de la Expo City de Dubái se escuchan llamados a poner fin a la dependencia mundial de los combustibles fósiles y exigir reparación a «pérdidas y daños»
  • El informe sobre el estado de las finanzas para la naturaleza es el primer estudio de este tipo y se centra en lo que se conoce como «flujos financieros negativos para la naturaleza», subrayando la urgencia de abordar las crisis interconectadas del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación del suelo.

El documento, presentado coincidiendo con el día dedicado para debatir sobre la naturaleza y el uso de la tierra en la COP, también destaca que estas inversiones eclipsan la cantidad anual que se invierte en proyectos basados en la naturaleza.

La asombrosa cifra de 5000 millones de dólares de estos flujos financieros negativos para el medio ambiente procede del sector privado, lo que supone 140 veces más que las inversiones privadas en soluciones verdes, y casi la mitad de esa cantidad procede de sólo cinco sectores: construcción, servicios eléctricos, inmobiliario, petróleo y gas, y alimentación y tabaco.

Finanzas verdes

Uno de los socios del PNUMA que contribuyen al informe es Global Canopy, una organización sin ánimo de lucro basada en datos que se centra en los factores del mercado que afectan negativamente a la naturaleza.

Su director ejecutivo, Niki Mardas, declaró a Noticias ONU que hay un grupo de empresas o instituciones financieras que pueden estar realizando inversiones positivas para el medio ambiente «y haciendo mucho ruido al respecto, pero que ni siquiera tienen clara su exposición a [inversiones] negativas para la naturaleza, sobre todo cuando se trata de sus cadenas de suministro».

  • Mardas subrayó que, aunque estas empresas deben seguir realizando inversiones positivas, también tienen que hacer el arduo y complejo trabajo de entender cómo están provocando el problema.
  • Deben empezar a abordarlo «no saliendo ni dejando de invertir, sino implicando a las empresas de sus carteras, implicando a las empresas de sus cadenas de suministro para que cambien sus operaciones y su comportamiento».

Mardas puso el ejemplo de la lucha contra la deforestación, que está «en el centro» de cualquier esfuerzo por alcanzar un balance de emisiones netas cero. Sin embargo, sólo el 20% de las más de 700 instituciones financieras que se comprometieron a alcanzar un balance neto cero en el marco de la Alianza Financiera de Glasgow «han tomado alguna medida al respecto».

«La mayor acción que podemos emprender en favor de la naturaleza, el clima y las personas es la financiación verde. Tenemos que financiar de forma ecológica, pero también tenemos que ecologizar esos siete billones de dólares de financiación. De lo contrario, siempre estaremos atrapados en este bucle», añadió.

Invertir la tendencia

Mirey Atallah, directora de la Subdivisión de la Naturaleza para el Clima del PNUMA, afirmó que el informe demuestra que la crisis climática sigue superando los esfuerzos por contenerla.

  • Dijo que la financiación es «el gran facilitador, y sin dinero que fluya en la dirección correcta, no podemos alcanzar los objetivos que nos fijamos» en la Cumbre de la Tierra de 1992 en Río para hacer frente a los desafíos interconectados del cambio climático, la desertificación y la pérdida de biodiversidad.
  • Aunque el informe puede ofrecer conclusiones muy aleccionadoras, Atallah afirmó que el PNUMA quiere utilizar los datos para demostrar que el dinero que se utiliza para dañar la naturaleza puede y debe desviarse para que tenga un impacto positivo, y subrayó que la COP28 debe ser el punto de inflexión.

En declaraciones a Noticias ONU, la funcionaria afirmó que la escasez crónica de financiación para soluciones basadas en la naturaleza no se debe a la falta de fondos, «es sólo que el dinero va en la dirección equivocada».

Para convencer a las empresas privadas de que realicen las inversiones adecuadas, es preciso establecer los marcos jurídicos necesarios para orientar los fondos hacia soluciones positivas para la naturaleza.

Atallah añadió que algunas instituciones financieras privadas ya han empezado a tener en cuenta los efectos climáticos a la hora de solicitar préstamos, lo que puede ayudar a «cambiar el rumbo de las inversiones». /PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro en el Enlace:

https://openknowledge.worldbank.org/server/api/core/bitstreams/a583724d-0264-41be-b3ea-0ee5d167ec04/content

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