A este espacio periodístico digital, llegó la información de que Agustín Hormigo Aguilar,
quien fungía como encargado de la Seguridad del Reclusorio Preventivo Varonil Norte, ha utilizado el cinismo en su máxima expresión para victimizarse, luego de ser separado de su cargo, toda vez que es señalado como responsable de una serie de terribles actos de corrupción, borracheras, abusos sexuales y laborales que cometió al interior de dicho penal, y sus víctimas han comenzado a hablar al respecto para dar a conocer la clase de monstruo que es y de hecho, lo denunciaron penalmente.
Después de haber estado en la gloria –efímera, por cierto- ahora es un simple elemento de tropa que está destacado en el Centro Varonil de Seguridad Penitenciaria (Cevasep) 1. Y no lo corrieron definitivamente porque en su momento fue protegido del subsecretario del Sistema Penitenciario, Omar Reyes Colmenares, a quien, por cierto, hemos corroborado que le apodan “El Aceites”.
De acuerdo con los afectados, quienes solicitaron el anonimato para evitar represalias, una vez que fue obligado a dejar su “flamante cargo”, por mentiroso, corrupto, acosador, abusador sexual y borracho, –de hecho lo quitaron porque fue sorprendido bebiendo con reos en una celda- Hormigo Aguilar se despidió en redes sociales con un mensaje “conmovedor” –que honestamente casi me hace llorar pero de risa- en donde agradeció el apoyo a quienes estuvieron como sus subordinados, al tiempo que aseguró que su gestión fue “intachable”. El discurso es el siguiente:
“Solo para comentarles que ya se terminó mi comisión como Encargado de la Subdirección de Seguridad del RPV NORTE.
Me íntegro a laborar al CEVASEP I con el Cmdte Oscar gran persona.
Salgo bien del Norte mientras estuve cero muertes violentas, penal muy limpio, población con actividades diversas y puedo decir que todavía no sometido a ningún cartel donde todavía manda seguridad, el personal debidamente uniformado y ningún elemento del Norte encarcelado desconozco el motivo real pero me voy tranquilo”
Pero…afortunadamente aún habemos periodistas –de la vieja guardia por supuesto- que tenemos esa “mala costumbre” de recordarles su pasado a quienes han sido malos funcionarios, legisladores, secretarios de estado, etc, etc etc, como en este caso, en cual, su protagonista se autocalifica ridículamente como impoluto.
Refresquemos pues, la memoria de Agustín Hormigo Aguilar: en 2021, atentaron contra uno de sus elementos que fungía como jefe de los servicios de apoyo, identificado como Víctor García Chávez, quien debido a la gravedad de sus lesiones, se vio en la necesidad de tramitar su pensión vitalicia, porque ya no quedó en condiciones para regresar a su trabajo cotidiano.
Además, en enero de 2023 asesinaron con un disparo en la cabeza al custodio Servando Morales Guerrero,
cuando salía de su trabajo en el Reclusorio Norte y el asesino –el cual jamás fue detenido- le dejó una cartulina que traía escrita una advertencia:
Contrario a lo que asegura dicho exfuncionario y actual elemento de tropa, nos damos cuenta que el Reclusorio Norte si tiene dueño con nombre y apellido: Erik Guerra y Víctor Manuel Sotelo Hernández alias “El Toby”, quienes prácticamente hacen y deshacen a su gusto.
Incluso, en septiembre de 2023, Hormigo Aguilar quien fue un “servidor público modelo” y no se metía con nadie en el Reclusorio Norte, sufrió un atentado durante el cual recibió tres impactos de bala cuando salía del penal y los responsables, –de acuerdo con investigaciones policiacas- son integrantes del llamado Cártel de Tláhuac, liderado por Azael Cano alias “El Payo”, quien durante la noche del pasado jueves 18 de julio, fue detenido por elementos policiacos.
El motivo de la agresión fue porque les decomisó droga a pesar de que ya le habían pagado 50 mil pesos para que la pudieran introducir y vender sin mayor inconveniente en el penal, los miembros de dicha célula delictiva, quienes por supuesto, se sintieron traicionados y actuaron de esa manera. ¡obvio!
Es claro que Hormigo buscaba a toda costa ser Director del Reclusorio Preventivo Varonil Norte, e incluso para ello se vio en la necesidad de estudiar la carrera de licenciado en derecho en el Instituto Nueva Generación ubicado en Ixtapaluca y obtuvo su título con la cédula profesional 13485063.
Sin embargo, dicen por ahí que, pese a ello, no fue un buen estudiante porque la mayoría de las veces no entraba a clases y no precisamente porque tuviera mucho trabajo, sino porque se iba de fiesta con algunas custodias a quienes acosaba y obligaba a tener relaciones sexuales. En pocas palabras ¡las violaba!, ¡les daba Tingüindín!
De hecho, hay denuncias en su contra por ese tipo de acciones, que por cierto permanecen bien ocultas en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), a petición de Omar Reyes Colmenares,
Subsecretario del Sistema Penitenciario capitalino, pero afortunadamente ya han comenzado a salir a la luz pública.
Sus actos ya le trajeron consecuencias más serias, no solo fue degradado de alto mando a simple custodio, pues el pasado viernes 2 de agosto fue citado en la dirección general de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), donde acompañado de su representante legal, le informaron que tiene en su contra diversas denuncias por acoso sexual, laboral y abuso de poder, por lo que ya es sometido a una seire de investigaciones en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Ante la gravedad de la situación en la cual se encuentra, Hormigo ha buscado desesperadamente la protección de los altos mandos del Sistema Penitenciario, pero ninguno de ellos –entre quienes se encuentra el subsecretario Omar Reyes Colmenares-, le contestan las llamadas. ¡Lo han dejado completamente solo y desamparado!
Incluso, hasta le fueron retirados los escoltas que le había asignado la SSC para su protección personal; sin embargo, Agustín Hormigo Aguilar, rápidamente contrató a un grupo de malandros que tienen familiares presos en el Centro Varonil de Seguridad Penitenciaria (Cevasep) 1, para que, con armas en mano, vigilen su casa las 24 horas del día –ubicada en Ecatepec-, para evitar cualquier tipo de atentado contra él y su familia.
Hormigo Aguilar prácticamente tiene los días contados en su trabajo, pues más pronto de lo que se espera le van a dar una tremenda patada en el trasero, y además, lo van a encarcelar por acoso, abuso sexual y violación, porque sus víctimas ya están más que dispuestas con pruebas contundentes en mano a denunciarlo ante la FGJCDMX.
¡Aaaah¡ y por si fuera poco, no hay que olvidar que existen otras personas a quienes también les hizo mucho daño y que lo traen en la mira; o sea, lo odian con odio jarocho –como decía aquel personaje televisivo llamado El Ratón Crispín- y lo quieren mandar a calacas. Así de grave está la situación de ese pobre diablo, quien ahora se tiene que cuidar de todo mundo. Por lo visto, sus sueños de grandeza se han desvanecido.
APUNTES FIDEDIGNOS
Miren ustedes queridos ciber amigos, no quisiera escribir tanto del sistema carcelario capitalino, pero es inevitable, porque en últimas fechas, ha surgido demasiada información de esa área adscrita a la administración que aún encabeza Martí Batres Guadarrama.
Resulta que Miguel Ángel Pérez Cabello, encargado de la Subdirección del Centro de Control y Seguimiento de Cámaras de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la CDMX; Cesar Pastelin encargado de los 3 grupos del Centro de Control y Seguimiento de Cámaras del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente y Omar Ortiz, Jefe de los Servicios de Apoyo de esa misma cárcel, junto con el Director Ejecutivo de Seguridad Penitenciaria, Aldo Bruno Aragón Sánchez, ¡son hermanitos de leche! y ¡se removieron el atole entre ellos!. Y si no lo sabían, “pus ya se enteraron”.
Y es que los tres –dicen las malas lenguas, yo no- tuvieron por separado sus quereres con la bella custodia Monserrat Valtierra,
quien obviamente utilizó sus encantos físicos con esos altos mandos para ser la encargada de la Subdirección de Centro de Control y Seguimiento de Cámaras. “Monse” –como le dicen sus allegados- utilizó su puesto para hacer constantes rotaciones de personal a diferentes reclusorios a cambio de 10 mil pesos en efectivo y en un solo pago.
Y a esos mismos elementos que cambió de reclusorios –sobre todo al Norte y Oriente-, les pedía que le enviaran mensualmente 35 mil pesos, producto de las rentas que ahí se generan diariamente.
A la Bella “Monse”, no le duró mucho el gusto de estar parada en la cima, de vivir una gloria efímera, porque su inexperiencia e imprudencia para manejarse en altos cargos, provocaron que cayera abruptamente en un precipicio sin fondo. Tal y como le pasó al custodio Agustín Hormigo Aguilar ¡¡¡¡SEGUIREMOS INFORMANDO!!!!
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