A menos de 50 días de que concluya este gobierno, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) efectuó un recorte al sector salud por más de 20 mil millones de pesos.
Se trata de ajustes presupuestales que se realizaron al monto aprobado para 2024 a la Secretaría de Salud (Ssa), con lo que pasó de 94 mil 723 millones 600 mil pesos avalados para usar a lo largo de este año a 74 mil 799 millones 900 mil pesos.
- Esos recursos debieron utilizarse para atender a la población que no cuenta con seguridad social como IMSS o ISSSTE. De ese total, los programas más afectados fueron el de subsidios para las entidades federativas y municipios, cuyos recursos se redujeron de 4 mil 516 millones a mil 922 millones de pesos.
- El programa de fortalecimiento de los servicios estatales de salud que pasó de 2 mil 630.5 millones a 229.2 millones, y el programa de vacunación, que a pesar del repunte de casos que comienza a registrarse, sufrió un brutal recorte por más de 9 mil millones de pesos al pasar de 14 mil 31.5 millones a 5 mil 99.5 millones.
No es la primera vez que los recursos asignados para el sector salud se dejan de ejercer; en 2023, la Secretaría de Salud registró un subejercicio por más de 100 mil millones de pesos.
De acuerdo con la Cuenta Pública 2023, para ese año se aprobó un total de 209 mil 616.5 millones de pesos para la Secretaría de Salud, pero sólo se ejercieron 105 mil 425.4 millones, lo que indica un subejercicio de 49.7% equivalente a 104 mil 191 millones de pesos, que según como lo marca la ley, debieron reintegrarse a la Tesorería de la Federación, sin que se sepa el destino final de ese dinero.
“Salud erogó 5.3% del total del gasto de los ramos administrativos, con reducciones de 49.7% con respecto al aprobado y de 44.8% en términos reales con relación a lo ejercido el año anterior. La evolución con relación al presupuesto aprobado se explica fundamentalmente por la transferencia de recursos del Insabi al IMSS-Bienestar, derivada de la extinción del primero, con motivo de las modificaciones a la Ley General de Salud, publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 29 de mayo de 2023”, justifica la cuenta pública.
- Según documento Evolución del Gasto en Salud, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, fueron 24 los programas de salud que tuvieron subejercicios en 2023, entre los que destacan atención a la salud y medicamentos gratuitos con 49 mil 592.3 millones de pesos menos; atención a la salud con 33 mil 879.9 millones menos; y el programa de vacunación con 11 mil 70.8 millones de pesos menos.
- Recientemente, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que para la recta final de su gobierno eligió el sistema de salud como su prioridad, y anunció la realización de una gira para evaluar cómo funcionan clínicas y hospitales; comentó que se estaría reuniendo con los gobernadores de los 23 estados que aceptaron adherirse al programa IMSS-Bienestar para verificar los avances en la materia.
Incluso, el pasado martes 30 de julio, López Obrador destacó: “Vamos muy bien en el propósito de mejorar el sistema de salud pública, se está avanzando”, pero no detalló los recortes que se han registrado.
Al respecto, el doctor Xavier Tello, médico cirujano y experto en el tema de salud, subrayó que el balance de este sexenio en materia de salud “es un desastre”.
“No lo puedo describir, pero lo comparo con Berlín 1945 o Hiroshima 1945, me dicen exagerado y les digo, sólo por poner un ejemplo, recientemente una conocida sufrió un accidente, tuvo fractura expuesta de tobillo, llega al hospital Magdalena de las Salinas donde 72 horas después no había pasado absolutamente nada. La desesperación no era solo de ella, sino de los propios médicos que no podían hacer nada por la falta de insumos y la gran conglomeración que tenían”, relató.
El especialista advirtió que lo mismo se replica en todo el territorio nacional, por lo que insistió en que “estamos viviendo el peor desastre en materia de salud en la historia de México”.
Enlistó que en este gobierno hubo desabasto de medicamentos “porque centralizaron la compra de todo”, quitaron el Seguro Popular, inventaron el IMSSBienestar, hubo un pésimo manejo de la pandemia, se han reducido recursos, hubo un subejercicio brutal y se decidió darle dinero al gobierno de Cuba: “Y así podría seguir con pequeñas minucias, pero a grandes rasgos esto es lo que explicaría la gran crisis que tenemos hoy en este sexenio”, acusó.
Expertos advierten rezago en el gasto de salud del País
El CIEP advirtió que para 2030 el sector salud de México podría requerir 10% del PIB, por lo que es necesario duplicar el presupuesto actual para alcanzar un nivel mínimo de inversión, en un contexto en el que el gasto en salud está por debajo del promedio de las naciones que forman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de naciones latinoamericanas.
- La especialista en salud y finanzas públicas del CIEP, Judith Méndez, indicó que la baja inversión en salud en México se traduce en un gasto por persona bajo y desigual, ya que mientras el promedio del gasto per cápita en los países miembros de la OCDE es de 67,045 pesos, en México una persona con servicios médicos en Pemex cuenta con 31,985 pesos y una persona con IMSS-Bienestar con 4,107 pesos; es decir, 15 veces menos que el promedio de la OCDE.
Añadió que el nivel de gasto en el sector salud en México como proporción del PIB (2.7%) no sólo ha sido menor a lo sugerido internacionalmente (6%), sino que también es inferior a lo que destinan países de Latinoamérica como Argentina (5.9%) , Brasil (3.9%) o Costa Rica (5.5%), y muy lejos de Canadá (7.9%)
- Durante la videoconferencia “Necesidades presupuestarias para Salud rumbo a 2030”, la especialista del CIEP explicó que a raíz de la pandemia del Covid-19, se ha demostrado la relación entre salud y economía, y destaca la importancia de financiar los sistemas de salud de manera sostenible.
Sin embargo, apuntó, los retos de financiamiento persisten en tres sentidos: el bajo nivel de inversión pública en salud a pesar de las reformas aprobadas; la desigualdad persistente entre los recursos disponibles de acuerdo con la condición laboral de las personas, y la ausencia de una fuente de financiamiento sostenible, con visión demográfica y epidemiológica.
«Presupuesto no alcanza para garantizar la atención pública»
Judith Méndez indicó que las brechas presupuestarias acumuladas han generado que el presupuesto en salud no alcance para garantizar la atención pública ni para reducir el gasto de bolsillo de la población; el cual, para 2022 aumentó 30% respecto a 2018, y el bajo nivel de financiamiento, respecto a las recomendaciones internacionales y a estimaciones propias, restringe los servicios de salud e impacta el bolsillo de los hogares.
“Se requieren, al menos, tres puntos del PIB para la atención a la población sin seguridad social. En cambio, la inversión para este grupo de la población ha pasado de 1.28% del PIB en 2016 a 0.83% del PIB propuesto para 2024. Aunque los recursos se incrementan en términos per cápita, este nivel de financiamiento implicaría mantener los retos en la atención de padecimientos más costosos como VIH, cáncer y otras enfermedades de alta especialidad”, advirtió.
La especialista agregó que el financiamiento del sistema de salud es una condición necesaria para garantizar el avance en la cobertura universal y si se suma el cambio demográfico y la transición de enfermedades infecciosas a enfermedades crónicas, el reto es mayor.
En 2024 se experimentó el recorte más severo dirigido al sector Salud
En 2024, la Secretaría de Salud sufrió un recorte presupuestal de 51.1 por ciento, que equivale a 102. 5 mil millones de pesos respecto al gastos aprobados el año pasado y, aunque la Secretaría de Hacienda argumentó que el ajuste se debió a la transición hacia el IMSS-Bienestar, el gasto adicional asignado a este nuevo modelo “compensa ni de cerca la caída del Insabi”, de acuerdo con el análisis de México Evalúa.
- El Centro de Análisis y de Monitoreo de la Operación Gubernamental aseguró que se trata del “mayor recorte registrado en los últimos 20 años”, de acuerdo con el documento dado a conocer en el Día Mundial de la Salud.
- “En 2023 se prometió el gasto en salud más elevado de la historia, pero a cambio el país obtuvo recortes producto de la austeridad selectiva. Tan así, que tiraron estos recursos al tercer peor nivel del sexenio”.
- En nuestro análisis del Paquete Económico 2023 habíamos advertido que los incrementos aprobados se concentraban principalmente en los sistemas de salud para personas con seguridad social formal.
- Por ello, la promesa de incremento no lucía del todo atractiva. Pues bien, al cierre del año la realidad fue mucho peor, los recortes se concentraron en los sistemas que atienden a las personas más vulnerables del país.
“El gasto funcional en salud en 2023 ascendió a 808 mil millones de pesos (mmdp), un recorte de 3.4 por ciento (28 mmdp) frente al ejercido en 2022, aunque superior en 11.1% (80 mmdp) frente a 2018. Con este resultado se rompió la tendencia de incrementos anuales de los últimos tres años: en 2020 se registró un aumento de 8.9%; en 2021, de 2.8%, y en 2022, de 3.2%”.
La razón del retroceso radica en que los distintos sistemas del Sector Público federal dejaron de gastar, en su conjunto, 6.9% o 60 mmdp de los 868.1 mmdp aprobados para el año.
“Se trata del mayor recorte al gasto en salud registrado en los últimos 20 años, tanto en porcentaje como en magnitud total. El segundo recorte de mayor importancia en las últimas dos décadas fue en 2014, cuando se dejaron de gastar 2.9% (21.2 mmdp). Para ponerlo en perspectiva: el ‘tijeretazo’ presupuestal de 2023 fue más del doble del máximo registrado anteriormente.
“En lo que va del sexenio sólo en 2019 y 2023 se incumplió el gasto general en salud aprobado. Sin embargo, como lo explicamos en nuestro análisis anual del gasto en salud de 2022, en 2020, 2021 y 2022 también se subejerció el gasto en la materia, pero los recortes fueron disimulados mediante transferencias a fideicomisos”.
- En 2023, la Secretaría de Salud ejerció 98 mmdp en recursos clasificados en la función salud, 46.9% (86.8 mmdp) menos que en 2022 o 34.5% (51.6 mmdp) menos que en 2018. La razón es que se dejaron de erogar 51.1% (102.5 mmdp) de los recursos anuales aprobados para el año.
- Según el Informe de Finanzas Públicas de la Secretaría de Hacienda, este recorte se debió a la “resectorización” de recursos del Insabi hacia el IMSS-Bienestar. No obstante, el nuevo órgano descentralizado gastó sólo 48.1 mmdp, lo que es menos de la mitad del subejercicio de la SSA.
- En segundo lugar, el ISSSTE tuvo una ligera caída de 3.7% (3 mmdp), al ejercer 80 mmdp de recursos enfocados a la salud. Esta reducción ya estaba presupuestada, pues la institución encargada de dar atención médica a los trabajadores del Estado cumplió con el gasto aprobado para el año.
Se destaca también una caída en el Ramo 19 –Aportaciones para la Seguridad Social–, el cual ejerció 29 mmdp, 5.4% (1.6 mmdp) menos que en 2022 o 51.8% (31 mmdp) menos respecto del programa.
- Este recorte se debió a que dejó de gastar por completo recursos que tenía por concepto de inversiones, como explicaremos en breve. Asimismo, la Sedena gastó 8 mmdp, 12.8% (1.1 mmdp) menos que en 2022, pero cumplió con su calendario aprobado.
- Entre los ramos ganadores, el IMSS ejerció 418 mmdp, 3.4% (13.8 mmdp) más que en 2022, y alcanzó un nuevo máximo histórico, lo cual es positivo para la población asegurada. Asimismo, frente al programa anual tuvo un superávit de 5.6% (22.2 mmdp).
- Finalmente, se destacan transferencias por 123 mmdp al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), 1.8% (2 mmdp) más que en 2022 o 2.9% (3.4 mmdp) más que en 2018.
Aunque este fondo presenta un desempeño positivo en el sexenio, hay que notar que difícilmente igualará el aumento de 9.9% en el sexenio de Enrique Peña Nieto o 26.3% de Felipe Calderón.
- “Como porcentaje del PIB, el gasto en salud de 2023 representó sólo 2.5%, un nivel similar al de 2010 y muy por debajo del 6% que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Asimismo, como porcentaje del gasto total, el de salud abarcó el 9.9%, el segundo nivel más bajo del sexenio junto al de 2019, y similar a lo logrado en 2007 (9.2%). Estos dos indicadores demuestran que el gasto en salud en el actual gobierno ha perdido importancia”.
- En 2023 el gasto conjunto en salud para personas sin seguridad social ascendió a 289 mmdp, 11.4% (37 mmdp) menos que en 2022 o 2% (4 mmdp) mayor que el de 2018, pero 3.3% (10 mmdp) menos al promedio del sexenio pasado. Para decirlo claro: el gasto en salud para la población no asegurada no ha mejorado en décadas.
“El retroceso en estos sistemas significa una caída histórica, pues en los últimos 20 años la única ocasión en que se observó una reducción anual sustancial en esta clasificación fue de 2017 a 2018, por 6.3% o 19 mmdp. Como explicamos anteriormente, la reducción de 2022 a 2023 se debió al desplome del gasto de la SSA por 86.8 mmdp, el cual no fue compensado por el ejercicio adicional del organismo IMSS-Bienestar (más48 mmdp) y las transferencias al FASSA”
- Una forma más dramática de verlo, de acuerdo con el análisis, es que en 2023 se aprobaron 342 mmdp para los sistemas que atienden a las personas no aseguradas, el mayor presupuesto de la historia, pero se dejaron de gastar el 15% (53 mmdp), el mayor recorte en 20 años.
Los recortes nos alertan de tres problemas: El gobierno está dispuesto a empeñar el gasto en salud con tal de equilibrar los balances presupuestarios; la gobernanza del gasto en salud dependiente del Poder Ejecutivo es muy débil, y no existen contrapesos institucionales en el Congreso ante recortes, y la transición del Insabi hacia el IMSS-Bienestar no garantiza una mejora en el monto y ejercicio de los recursos en salud.
“El incremento en el gasto en salud para las personas con seguridad social y la reducción para las no aseguradas no hicieron más que exacerbar la desigualdad entre sistemas: en 2023 los recursos para las primeras fueron 79% superiores, la mayor brecha desde 2006.
- Esto no es sólo un dato: es el camino por el que se estrecha el acceso a la salud en sectores de por sí marginados, orillados a asumir mayores gastos de bolsillo en atención médica, lo que acentúa su pobreza. En suma, es un retroceso para la justicia e igualdad social”, subrayó México Evalúa.
- El gasto del bolsillo para medicamentos se disparó en 47 por ciento entre las familias; y la inversión en investigación y desarrollo se quedó estancada en 200 millones de dólares cuando debió llegar a 4 mil millones de dólares, agregó Larry Rubin, director Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).
- El director ejecutivo de la AMIIF refirió que la inversión en investigación y desarrollo, básicamente en ensayos clínicos sobre tratamientos innovadores, se quedó “lamentablemente, por todo el tema regulatorio, en 200 millones de dólares”, pero si se resolvieran “esas piedritas en el camino” se elevaría a 4 mil millones de dólares.
Por esa razón, añadió, las terapias innovadoras han llegado a la población cuatro, cinco o varios años después con respecto a otros países, como Argentina, y lo paradójico es que cuando se otorgan, por fin, esas moléculas de nuevo se quedan rezagadas por otras innovaciones dirigidas a combatir enfermedades como son cáncer.
“Ya no son las de última generación, por todas las trabas regulatorias” de la Cofepris. “Para nosotros es importante que esto ya no pase” y que el mensaje llegue a la próxima presidenta de México a efecto de que México cuente con la mejor medicina innovadora.
- En sus propuestas efectuadas a los candidatos a la presidencia de la República, la AMIIF dejó en claro que a los coordinadores y asesores de las diferentes campañas se les ha hecho énfasis en hacer más eficiente a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)
“Cofepris recauda, aproximadamente, 2 mil 800 millones de pesos y lamentablemente cuando los regresa a la federación su partida presupuestal es de una tercera parte, o menos, de este monto”, dijo en conferencia de prensa tras resaltar que también debe de digitalizarse y copiar los ejemplos de otras agencias regulatorias para efectuar procesos más eficaces y aprobaciones expeditas.
También propusieron proyectos de eficiencia económica basada en modelos como Medicina basada en valor; posible coordinación con los servicios privados; esquemas de aseguramiento en los diversos niveles de atención.
Gobierno deja sin consulta médica a 46% de los enfermos pobres
El presidente Andrés Manuel López Obrador dejó sin consultas médicas a la mitad de los enfermos más pobres del país y dejó de hacer 20 millones de estudios de laboratorio, si lo comparas con el sexenio pasado. Además, medio millón de personas más no pudieron lograr que les hicieran una cirugía que necesitaban.
- Esto, porque con el pretexto de la austeridad, este sexenio trajo recortes a las principales áreas de Salud o hasta en servicios tan básicos como el agua (a la que le quitaron 39% de su presupuesto) o el mantenimiento de equipo médico como rayos X o esterilizadores en los hospitales de la Secretaría de Salud (a los que les quitaron el 37% de sus recursos).
- El resultado: el número de consultas en los servicios que ofreció la Secretaría pasó de 95 millones en 2018 a 51 millones en 2022. Una caída de 44 millones, es decir, 46% menos consultas para quienes no tienen seguridad social, como demuestran cifras oficiales. Los números a la baja en servicios de salud se registran en casi todos los rubros.
- Hubo 14% menos cirugías entre 2018 y 2021, lo que significa 500 mil operaciones menos, como la de Margarita, de 77 años, quien necesitaba una intervención en la cadera, pero tuvo que esperar tres años para tenerla; o Sonia, quien debió pagar 80 mil pesos en un hospital privado tras la fractura de su brazo porque después de 10 días de espera, no la operaban.
Consecuencias de la austeridad en salud
Además, desde el primer año del sexenio hubo un recorte de 82% para materiales, accesorios y suministros de laboratorio en las instituciones de la Secretaría de Salud, esto significó 654 millones de pesos menos en 2019 con respecto a 2018 en términos reales.
- La austeridad tuvo como consecuencia que el gobierno de AMLO hizo 20 millones de estudios de laboratorio clínico menos que el gobierno de Enrique Peña Nieto, lo que afectó a 5.7 millones de pacientes.
- En el ISSSTE, la partida de “materiales, accesorios y suministros médicos” que incluye aspectos tan básicos como jeringas, gasas, agujas, vendajes, material de sutura, espátulas, lentes, lancetas, hojas de bisturí, y prótesis en general, tuvo un recorte de 23%. Mientras en 2018 gastó 2 mil 418 millones de pesos, en 2024 tendrá mil millones 867 mil pesos; es decir, 551 millones de pesos menos.
Si bien el país nunca ha tenido un sistema de salud eficaz, las quejas de pacientes y las protestas del personal de salud por la paupérrima situación en la atención médica han sido recurrentes en el actual sexenio, mientras el gobierno presume la aplicación de una política de austeridad en todos los sectores, incluyendo la salud.
- ¿Cuánto impacta no tener tiras reactivas para enfermos de diabetes, que no funcione una máquina de ultrasonido o que los elevadores tengan fallas? ¿Podría retrasar cirugías que los médicos no tengan ni siquiera suturas, bisturís, o que un quirófano esté inhabilitado por falta de mantenimiento? ¿Cuántos pacientes dejan de ser atendidos por falta de equipo? ¿No comprar insumos es ahorro?
De acuerdo con la investigación realizado por Animal Político, quien analizó el presupuesto en salud en partidas presupuestales tan específicas como insumos, instrumentos de laboratorio, reparación de equipo y hasta papelería, para verificar si la austeridad había tenido impacto en el trabajo cotidiano de los hospitales.
Recortes y más recortes
Para corroborar si la falta de insumos tan básicos, como en este caso, es resultado de que en el sector salud también se aplicó la política de austeridad del presidente López Obrador, Animal Político siguió una metodología en la que primero entrevistó a una decena de personal de salud para saber cuáles eran los insumos indispensables que utilizan para atender a los pacientes.
- De ello resultaron 31 conceptos, como servicios básicos: agua, luz, gas, internet; insumos para trabajar y atender enfermos, como suministros médicos, equipo de protección como ropa quirúrgica y reparación de equipo médico; blancos y productos textiles, como sábanas, cortinas y batas.
- Artículos básicos como papelería, material de impresión, computadora, artículos de limpieza. También conceptos relacionados a la infraestructura como conservación de inmuebles, materiales de construcción, refacciones para elevadores, servicios de limpieza y manejo de desechos. Y las remuneraciones al personal.
Cada uno de esos artículos fueron buscados en el Clasificador por objeto del gasto, el instrumento presupuestario que asigna claves de identificación a todo lo que el gobierno compra, arrienda o contrata. Así se pudo localizar en el presupuesto de egresos de 2018 a 2024 y de Cuenta Pública, cuánto gastó la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE en cada una de esas partidas.
- Para el análisis se dejó fuera los años 2020 y 2021, toda vez que la pandemia de Covid 19 trajo gastos y estadísticas de atención atípicas, y en el cálculo de la Secretaría de Salud para 2024 se sumó el presupuesto de las mismas partidas en el IMSS-Bienestar, organismo que sustituyó al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).
También se revisaron las estadísticas de servicios como consultas y estudios en la Secretaría de Salud, el sistema que atiende a la población sin seguridad social, es decir, a los más pobres. Los resultados confirman recortes en las áreas que pacientes y personal médico han denunciado afectaciones.
¿Sistema de salud de México como el de Dinamarca?
- La primera vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que México tendría un sistema de salud como el nórdico fue en noviembre de 2018, cuatro días antes de tomar posesión, pero repitió la promesa 39 veces más durante cinco años.
- La última vez fue en noviembre de 2023 y nuevamente aplazó la fecha: “En marzo (de 2024) tenemos resuelto el tema. Vamos a tener funcionando el mejor sistema de salud pública del mundo, aunque se burlen mis adversarios”, dijo.
La realidad confirma lo contrario
El año pasado, un hombre de oficio albañil cayó de un autobús de pasajeros en movimiento. El golpe en la cabeza fue tan severo que requería una operación urgente, pero en Milpa Alta, donde ocurrió el accidente, no había ningún hospital que pudiera hacerlo, por eso lo trasladaron al Hospital General Balbuena.
- Efectivamente le realizaron la cirugía, pero días después, cuando la neurocirujana Érika Cano regresó de vacaciones y revisó al paciente, se dio cuenta que la herida había sido cerrada solo con seda médica, o sea, no había sido cosida, por eso se estaba abriendo y tenía masa encefálica expuesta, lo que le estaba provocando una infección que le hacía desprender un olor insoportable.
La doctora, furiosa, preguntó por qué habían cerrado solo con seda y la respuesta fue: “No había más suturas”. Cano consiguió las suturas y volvió a operar al hombre. Gracias a eso, recuperó la visión central, aunque perdió la periférica, y después de cinco meses de rehabilitación ha vuelto a caminar.
Una sutura hizo la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.
Jamás seremos como Dinamarca
- En 2018, la Secretaría de Salud gastó mil 373 millones de pesos para “materiales, accesorios e insumos médicos”, que incluye las cosas más indispensables para tratar a cualquier paciente: jeringas, gasas, agujas, vendajes, material de sutura, espátulas, lentes, lancetas, hojas de bisturí, y prótesis en general.
Pero en 2019 sólo le fueron aprobados mil 254 millones de pesos. El recorte es de 9%, una cifra que parecería menor, pero se trata de 119 millones 586 mil pesos menos. ¿Qué significa comprar menos insumos?
- La enfermera Almudena, a quien se le ha cambiado el nombre para evitar represalias, explica que a inicio de 2023 el Hospital General de Xoco no tenía jeringas de insulina, una de los insumos básicos en los hospitales de este país, toda vez que existen 12 millones de personas con diabetes, y este padecimiento es la segunda causa de muerte entre los mexicanos.
“No teníamos jeringas para poner una simple insulina a un paciente diabético que estaba con la azúcar súper elevada ¡¿cómo le hacíamos?! Teníamos que improvisar. Desgraciadamente se va a oír mal que lo diga, pero a veces hacemos las cosas al tanteo. Le calculamos las 4 unidades de insulina que necesita en una jeringa de 3 o 5 mililitros; es distinto a dárselo exacto en la jeringa de insulina de 1 mililitro”.
- Otra muestra ocurre en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, dependiente de la Secretaría de Salud que da atención de tercer nivel a pacientes de todo el país: en este momento no tiene insumos suficientes para recibir las donaciones de sangre, algo indispensable para cualquier hospital.
- Poco antes de las 6:00 horas de este sábado 2 de marzo, Ricardo Fagoaga acudió a donar sangre al instituto, por segunda ocasión, pero una hora después, cuando la fila no avanzaba, salió un trabajador sanitario a informarles que no los podía atender por falta de insumos e intentó disculparse con los usuarios.
- “Todos los días veo que viene gente de Oaxaca, de Chiapas que está donando tiempo, eso es una bondad, una generosidad, yo lo entiendo, pero entiendan también al Instituto, porque cómo le hago si no tengo bolsas (para almacenar la sangre)”, dijo, como se observa en un video publicado por Ricardo en la red social X.
También había intentado donar el martes, pero igualmente no fue atendido; cuando preguntó la razón, le explicaron que no había insumos suficientes, por eso tenían órdenes de las autoridades de únicamente atender a 40 personas por día para racionalizar los insumos.
- El recorte en insumos en el ISSSTE llegó a 69% al comparar 2018 con 2024. Esto se traduce en 87 millones 797 mil pesos menos para comprar jeringas, gasas, o material de sutura.
- Mientras que en el IMSS hubo un aumento de 34% para 2024, que significa 3 mil 371 millones de pesos más que 2018; aunque en 2019 y 2020 en plena pandemia, tuvo recortes de 2 mil millones de pesos con respecto a 2018.
En 2022, medio millón de personas que acudieron a clínicas y hospitales de la Secretaría de Salud no tuvieron los ultrasonidos que requerían y 900 mil personas no tuvieron estudios de radiología en comparación con 2018, una caída de 29% y 4%, respectivamente, de acuerdo a estadísticas oficiales.
Recortes afectan mantenimiento de laboratorios e instrumental médico
Hubo recortes en la partida para la “instalación, reparación y mantenimiento de equipo e instrumental médico y de laboratorio”, que se traduce en dar mantenimiento a equipo de rayos X, de ultrasonido, equipos de diálisis, máquinas esterilizadoras, sillas dentales, mesas operatorias, incubadoras, y toda clase de aparatos necesarios para equipar salas de rehabilitación, de emergencia, de hospitalización y de operación médica.
El ISSSTE tiene un recorte de 51% en comparación con 2018 en este rubro, lo que se traduce en 3 millones 818 mil pesos menos en 2024. Mientras que la Secretaría de Salud tuvo 37% menos para este año, un recorte de 134 millones de pesos.
Pacientes recurren a hospitales privados para hacerse sus estudios
La enfermera Almudena dice que, por ejemplo, los equipos de ultrasonido son indispensables para hacer un diagnóstico certero, “pero a veces están descompuestos o no hay en algunos hospitales. Me ha tocado ver cómo pacientes con problemas de vesícula, de apéndice que requerían un ultrasonido para confirmar el diagnóstico se lo tienen que hacer por fuera”.
- Personal médico ha denunciado en distintas protestas que hasta las máquinas más indispensables como los rayos X no sirven. En el Hospital Balbuena, explica la neurocirujana Erika Cano, no hubo tomógrafo ni equipo de rayos X por más de un año, pese a que este hospital atiende a mucha gente accidentada.
- “La gente va y saca las radiografías donde puede. O a veces se les enviaba a Xoco, pero si en Xoco tampoco funcionaba y lo mandaban a Enrique Cabrera, si no funciona Enrique Cabrera lo mandan a otro hospital y así, va rodando”.
- El IMSS tuvo 67% de recorte en la partida de “materiales, accesorios y suministros de laboratorio”, referidas a “materiales para radiografía, electrocardiografía, medicina, y demás materiales y suministros utilizados en los laboratorios médicos”. Mientras en 2018 gastó 4 mil 630 millones de pesos, en 2024 tendrá 2 mil 32 millones de pesos.
La Secretaría de Salud tendrá 36 millones menos y el recorte en el ISSSTE será de 456 millones de pesos.
¿Cómo impactan los recortes en salud a los mexicanos?
No tener una radiografía, o los insumos para atender a una persona accidentada trae consecuencias para el médico y para los pacientes.
“Si no actúas sobre la fractura de hueso en el momento, eso empieza a hacer un callo óseo, y no es lo mismo operar una fractura con callo óseo a operar una fractura en el momento y ponerle lo que le tienes que poner. No es lo mismo. Y lo peor es que en neurocirugía ya ni llegan los pacientes directamente, se mueren. ¡Eso es lo grave! ¿Cómo no te va a dar rabia?”, pregunta la neurocirujana Erika Cano.
Si no hay instrumentos, si un quirófano no tuvo mantenimiento o si una máquina está descompuesta puede impactar en la atención a los pacientes.
“Hemos pasado meses sin material hasta para las propias cirugías. Hay veces que los mismos directivos tienen que hablar a otros hospitales de la red para conseguir material para una cirugía, por eso aplazan las cirugías. Hay pacientes que llegan a tardar hasta unos ocho o nueve meses en el hospital, eso es una total exageración para una estancia”.
- Lo que cuenta la enfermera Almudena se confirma también con los datos. Al desagregar el tipo de cirugía por institución, en los hospitales generales como el de Xoco hicieron 2 millones 401 mil operaciones en 2018, pero el año siguiente hubo 76 mil menos.
- En 2020, el año de la pandemia, dejaron de hacer 776 mil, y para 2021, pasada la emergencia sanitaria, no habían recuperado el nivel de 2018, pues solo hubo 1 millón 993 mil, una caída de 17%, de acuerdo con cifras oficiales.
¿Cuál fue el presupuesto en Salud en lo que va del sexenio de AMLO?
El gasto ejercido en el sector salud acumula brechas importantes desde hace más de una década ya que no ha superado los 3 puntos del PIB, aunque, el mínimo sugerido a nivel internacional es de, al menos, 6 puntos del PIB.
Como ha insistido el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) esto quiere decir que México invierte menos de la mitad de un mínimo internacional; la inversión actual lo coloca al nivel de inversión de países como Sudáfrica.
- El presupuesto en salud tuvo pequeños aumentos durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador. En 2018 se gastaron 728 mil millones de pesos en el sector Salud, y el año siguiente aumentó a 741 mil mdp; en 2020 pasó a 788 mil mdp; en 2021 fue de 810 mil mdp y en 2022 ascendió a 837 mil mdp.
Sin embargo, la organización México Evalúa detectó que el presupuesto estuvo “inflado”, toda vez que el crecimiento presupuestal no se destina a los hospitales sino que, a partir de 2019, el gobierno etiquetó recursos para salud que luego fueron transferidos a fideicomisos y regresaron a la Tesorería de la Federación (Tesofe); además, hubo subejercicios, es decir, no gastaron la totalidad del dinero que tenían presupuestado y también regresa a la Tesofe.
- Solo de 2021 y 2022, el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) transfirió 55 mil y 60 mil millones de pesos, respectivamente, al Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi), y éste los regresó a la Tesofe, “perdiendo la trazabilidad del recurso; es decir, se simuló el gasto en salud”, advierte el estudio “Gasto en salud en el PEF 2024: se profundiza la inequidad”.
- Al desagregar el presupuesto por cada subsistema, el mayor recorte ocurrió en 2023 a la Secretaría de Salud, que gastó 98 mil millones de pesos clasificados en la función salud, es decir, lo destinado a programas y actividades relacionados con la prestación de servicios colectivos y personales de salud, lo que significó un recorte de 46% en comparación al año previo, y si se compara con 2018 la baja es de 34%.
Pero no gastó 102 mil millones de pesos de los recursos totales aprobados para 2023, lo que en la práctica es un recorte. Según el Informe de Finanzas Públicas de la Secretaría, esto se debió a la “resectorización” de recursos, pues el extinto Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) transfirió recursos al organismo que lo sustituyó, el IMSS-Bienestar.
Pero aún así, hubo recorte, puesto que éste sólo gastó 48 mil millones de pesos, es decir, menos de la mitad del dinero que recibió del Insabi. /PUNTOporPUNTO
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