El déficit público primario alcanzado en los tres primeros meses de 2024 fue 31.9 por ciento inferior al programado por las autoridades para ese periodo, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
- El desequilibrio programado para el balance público en los primeros tres meses del año en curso era de 271 mil 988 millones de pesos, mientras que el registrado sumó 185 mil 242 millones de pesos, es decir, el monto observado fue de 86 mil 745 millones de pesos menos al esperado.
- Este déficit primario cortó una racha de ocho años con superávit en este rubro, para lapsos comparables.
Por ejemplo, de enero a marzo de 2023, el balance público primario presentó un superávit por 147 mil 74 millones de pesos.
El balance primario es igual a la diferencia entre los ingresos totales del sector público y sus gastos totales, excluyendo los del costo financiero.
César Castro, director de Análisis Económico de la consultora DARSI, dijo que el balance primario deficitario ocurre ante un mayor ritmo de avance en el gasto público, de 18.8 por ciento real anual en los primeros tres meses de 2024, versus un alza en los ingresos presupuestarios de 2.4 por ciento.
También se debe tomar en consideración el desequilibrio que se da en un periodo de año electoral en el que se busca dejar avanzadas las obras de infraestructura emblemáticas del Gobierno federal actual.
Castro alertó que si no se toman medidas, el déficit en las finanzas públicas se podría convertir en un desequilibrio estructural (permanente) en el mediano plazo que puede llevar a una crisis de deuda pública.
- En un contexto de mayor déficit, el próximo Gobierno federal tendrá que hacer algunos ajustes como recortar el gasto público y/o alza en los precios de bienes y servicios públicos para que más adelante pueda implementar una reforma fiscal, comentó.
- John Soldevilla, director general de la consultora Economy, Business & Indicators (Ecobi), dijo que la clave está en los ingresos públicos en medio de un déficit primario.
- Para lo anterior se requiere una política de Estado de incorporación de las Micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) de la informalidad a la formalidad, afirmó.
Por si mismas, aseguró, estas empresas no tienen incentivos para ser formales, pero una vía para lograrlo es a través de créditos con costos simbólicos en el primer año y tasas de interés competitivas.
Dijo que a través de la banca de desarrollo se podría convocar a todo el sistema financiero para que se sume a los incentivos.
Al motivarlas entrar a la formalidad se amplía la base de contribuyentes y con ello crecen los ingresos públicos.
Soldevilla dijo que con crédito de la banca de desarrollo y del resto del sistema financiero, sin pagar impuestos en el primer año y condiciones competitivas de financiamiento, las Mipymes estarían en posibilidad de incorporarse a la formalidad./Agencias-PUNTOporPUNTO