Después de mucho conflicto, polarización y polémicas, la LXV Legislatura del Congreso de la Unión de México cierra el telón de los periodos ordinarios de sesiones, quedando en el tintero y en la congeladora varias reformas constitucionales, leyes y nombramientos.
- A partir de hoy, la arena política entra al punto más álgido de la contienda electoral, por lo que los partidos políticos solamente tendrán en la mira ganar en las urnas el próximo 2 de junio, quedando de lado otros temas importantes y necesarios para la vida pública del país.
- Diputados y senadores dejarán una herencia de centenas de pendientes que esperarán que sus sucesores resuelvan, pero por el ambiente tan polarizado que seguramente dejará la elección, es muy probable que la siguiente legislatura no solo no avance con los pendientes, sino que irá rezagando su propia agenda tal como ocurrió con el actual Legislativo.
Alejada de la realidad, la presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra Castillo, aplaudió el trabajo en San Lázaro durante la actual legislatura.
“La LXV Legislatura se distinguirá por el compromiso que todos los grupos parlamentarios mostraron para sostener un debate amplio, exhaustivo, muchos de ellos fueron ásperos, pero prevaleció la pluralidad y diversidad de ideas y principios, siempre con responsabilidad, con la mira puesta en hacer leyes robustas que den respuestas a la sociedad en temas sociales, económicos, políticos y culturales”, dijo sin mencionar los rezagos.
Entre lo aprobado durante el tercer periodo de sesiones se encuentra la reforma para crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar para garantizar una pensión igual al 100 por ciento del último salario mensual del pensionado y la absorción del Fondo de más de dos mil millones de dólares de los Afores.
En la recta final también se aprobó la reforma para impedir la paralización general de leyes y actos declarados inconstitucionales en juicios de amparo.
Sin embargo, quedó pendiente el paquete de 20 reformas electorales enviado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 5 de febrero a la Cámara de Diputados y temas que exige la ciudadanía como la jornada laboral de 40 horas.
Más iniciativas, pero ‘desechables’
Sergio Bárcena, fundador de Buró Parlamentario, una plataforma de análisis del Legislativo en México, comenta que en términos de productividad, la actual LXV Legislatura mantiene la tendencia que se viene viendo en ambas cámaras desde 1997.
“Cada vez proponen más iniciativas, ahorita estaremos rayando en las 8 mil, pero la cantidad de dictámenes y de asuntos discutidos en el pleno se mantienen muy bajos. Esto significa que los legisladores promueven iniciativas pensadas en la autopromoción.
“La gran mayoría de las iniciativas son desechables, poco útiles. Muchas de ellas, sobre todo las de Morena, responden a lo que decía el presidente en la mañanera y los diputados de la 4T retomaban los temas. Por eso tuvimos un poco más de iniciativas legislativas, porque fue una actitud reactiva a las mañaneras y a los temas que traía el presidente”, opina el especialista.
- Hasta diciembre del año pasado se votaron alrededor de 580 dictámenes en la actual legislatura y a diciembre del 2020 se votaron cerca de 570 en la LXIV Legislatura. Si bien las cifras son muy similares, el que se hayan presentado más iniciativas hace parecer que la actual LXV Legislatura fue menos productiva.
- Entre los temas y tendencias que marcaron al Legislativo en estos últimos años, Bárcena opina que los “eventos de resistencia” son algo que llamaron mucho la atención.
“Sobre todo en la Cámara de Diputados estas votaciones de reformas constitucionales que no logró aprobar el presidente activaron mucho a la ciudadanía. Es decir, en esta legislatura comenzamos a ver la importancia de la oposición para bloquear iniciativas presidenciales de reformas constitucionales”, agrega.
Otro de los puntos a destacar, dice, se encuentran los “chapulineos” y cambios de partido.
“La gran mayoría fueron cambios dentro de las mismas coaliciones. También vimos cambios por castigos, contra legisladores por no votar a favor de iniciativas de sus partidos, como en el caso de la reforma eléctrica”./CONGRESO-PUNTOporPUNTO