GUERRERO enfrenta CRISIS de SEGURIDAD; el ESTADO registra un DÉFICIT de 7 MIL POLICÍAS

En Iguala la muerte es un negocio boyante. Por la avenida Bandera Nacional, que viene desde el bulevar hasta el centro, pueden contarse al menos cuatro funerarias. Hay 11 de estos negocios en esta ciudad del norte de Guerrero. Iguala es de los municipios más violentos del estado y uno de los 16 que no tienen policía municipal.

  • O los 60 agentes que tienen no están en funciones desde hace 10 años, desde que en septiembre 2014 participaron de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. El ayuntamiento y sus calles circundantes que arden a 39 grados están vigiladas por la policía del estado, la corporación que se encarga de la seguridad pública en el municipio.

Cuando aún era secretario de Gobierno, Ludwin Reynoso Núñez dijo en entrevista a este reportero que las policías municipales de Guerrero se estaban acabando. “Hay una desarticulación desde hace 12 años de las policías municipales”. Erosionadas por diversos factores: la falta de certificación, la infiltración del crimen organizado. Reynoso fue destituido el 14 de marzo pasado tras el asesinato del normalista de Ayorzinapa Yanqui Khotan Gómez Peralta por policías estatales.

Disminuida y rebasada

El diputado Joaquín Badillo preside la Comisión de Seguridad Pública en el Congreso de Guerrero. Hoy es lunes y hay sesión. El diputado está en la sala de plenos. Saldrá hasta que termine.

—Las policías municipales son el primero y el más delgado de los eslabones de la seguridad pública estatal —dirá una vez que esté en el lobby—. Está disminuida y rebasada por los delitos comunes y federales y muchas de las veces hasta por la población. Le hace falta todo. Mejores salarios, capacitación, armamento, profesionalización y mandos capaces.

  • La descomposición policial en Guerrero ha sido lenta. Desde hace al menos 18 años y puede resumirse de la siguiente manera. El lunes 23 de octubre de 2023 la Policía Municipal de Coyuca de Benítez, Costa Grande, fue, en los hechos, desmantelada; 11 policías fueron asesinados junto con sus dos mandos, 13 en total: el secretario de seguridad, Alfredo Alonso López y el director de la policía, Honorio Salinas Garay.

En abril de 2006, un jefe policiaco local de Acapulco, Mario Núñez Magaña, y otro agente fueron decapitados y sus cabezas exhibidas en un punto conocido como La Garita. Con ellas había un mensaje en una cartulina: “Para que aprendan a respetar”. Tres meses antes los policías habían matado a cuatro hombres, supuestos integrantes del Cártel de Sinaloa, en el mismo lugar.

En 2012 una célula de La Familia Michoacana secuestró al alcalde electo de Teloloapan, Jesús Valladares Salgado, para comprometerlo a nombrar a un jefe policiaco a modo. Pero el caso más conocido fue cuando en septiembre de 2014 la policía municipal de Iguala ayudó a criminales del grupo Guerreros Unidos en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Así que desde la decapitación de dos policías de Acapulco que se atrevieron a levantar la mano contra el crimen, el secuestro del alcalde de Teloloapan, la participación de la Policía Municipal en el caso de los 43, hasta la matanza de 13 policías de Coyuca de Benítez, es cómo se ha ido erosionando la policía municipal de Guerrero, hasta llegar a lo que es ahora: una policía municipal en franca desarticulación./Agencias-PUNTOporPUNTO

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