Los ingresos presupuestarios totales del sector público de enero resultaron inferiores en 29 mil 421.1 millones de pesos, respecto a lo presupuestado, al contabilizar 658 mil 903.6 millones de pesos (mdp), impactados por caídas en la captación de ingresos petroleros y de impuestos.
- La dependencia matizó el resultado al señalar que descontando la inflación, los ingresos presupuestarios de enero se mantuvieron prácticamente constantes, al crecer 0.8 por ciento reales respecto del primer mes de 2023.
- Los ingresos provenientes de la actividad petrolera cayeron 26.7 por ciento anual en enero del presente año, en términos reales, con lo que hilaron 12 meses consecutivos con retrocesos.
La Secretaría de Hacienda reportó en su Informe de Finanzas y la Deuda Públicas a enero de 2024 que los ingresos petroleros por 63 mil 945.8 millones de pesos tuvieron un mayor tropiezo al resultar menores a los 103 mil 404.6 millones de pesos programados para el primer mes, lo que implicó una diferencia negativa de 39 mil 458.8 millones de pesos.
- James Salazar, subdirector de análisis de CI Banco, expresó que un elemento que mermó los ingresos petroleros se ubicó en los precios internacionales del petróleo durante enero, que bajaron a pesar de todas las dificultades que siguen habiendo por temas geopolíticos.
Este resultado explica, en parte, que la plataforma de producción estuvo en 200 mil barriles diarios en promedio, por debajo de lo proyectado.
- Además, se había calculado que el tipo de cambio promediaría en enero 18.2 pesos por dólar y el dato observado fue de 17.2 unidades por billete verde, lo que implicó que su precio fue 5.3 por ciento más bajo, lo que afecta el valor de las exportaciones.
- La crítica de siempre es que la producción quedó por debajo de lo programado, expresó Salazar, por lo que también se recrimina que los apoyos a Pemex no están sirviendo de nada o están funcionando muy poco.
Se desacelera la recaudación
Adicionalmente la recaudación se desaceleró, lo que implicó un bajo crecimiento en los ingresos totales, que aunado al repunte en el gasto, implicó un déficit fiscal significativamente superior al del primer mes del año pasado.
- En tanto, los ingresos tributarios durante el primer mes del año quedaron por debajo de lo programado en 3 mil 160.6 millones de pesos al captarse 475 mil 66.3 millones de pesos, al captarse 475 mil 66.3 millones de pesos, un 4.8 por ciento más a tasa anual, su menor avance en ocho meses.
Salazar argumentó que la caída de los ingresos por impuestos obedece en gran parte a una menor actividad económica.
“La realidad es que desde la segunda mitad del año pasado, en particular en el último trimestre, se registró una ralentización importante en la actividad económica, y esto incide sobre todo en la parte de recaudación tributaria”, abundó.
Los ingresos captados por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) salvaron la recaudación de enero.
- Los ingresos tributarios aumentaron 4.8 por ciento real anual, entre los cuales destacó el desempeño del IEPS, cuya recaudación creció 61.1 por ciento real anual derivado del aumento del componente de combustibles.
- El IEPS en gasolinas y diésel repuntó 354.4 por ciento anual, al pasar de 7 mil 244.3 millones de pesos, a 34 mil 526.3 millones.
- Por otro lado, la captación de ISR, de 262 mil 146.8 mdp, se ubicó en 686.6 millones de pesos por encima de lo previsto, pero en términos reales significó una disminución de 1.2 por ciento, su primer retroceso en ocho meses.
Mientras que el IVA recaudó 124 mil 494.8 mdp, 761.1 mdp inferior a lo programado, lo que representa una baja de 3.8 por ciento real y su primera caída en cinco meses.
Sin el IEPS en gasolinas, los ingresos tributarios reportaron una contracción de 1.3 por ciento, según los registros oficiales.
Se acelera el gasto en enero
Mientras los ingresos cayeron, el gasto se aceleró, ya que en enero la erogación neta total de 811 mil 669.7 presentó un incremento de 21.3 por ciento real anual, monto superior al promedio de 3.3 por ciento de los últimos 10 años para el mismo mes.
- El crecimiento fue impulsado principalmente por el desempeño del gasto programable de 583 mil 441.1 mdp, el cual aumentó 28.6 por ciento real anual, destacó Hacienda.
- El gasto en desarrollo social alcanzó un crecimiento anual de 27.9 por ciento real. Al interior, destacan incrementos en los rubros de salud, protección social y educación de 36.3, 31.3 y 28.6 por ciento real anual, respectivamente.
- El déficit presupuestario se ubicó en 152 mil 766.1 millones de pesos, ubicándose 10 mil 89.5 millones de pesos por debajo del nivel programado para el mes.
- Sin embargo, fue significativamente mayor a los 114 mil 998 millones de pesos de enero de 2023.
En contraste, el déficit primario presupuestario alcanzó los 81 mil 905.4 millones de pesos y fue mayor al programado en 11 mil 850.4 millones de pesos, y contrastó con el superávit de 73 mil 102 millones de pesos reportado hace un año. Mientras que los RFSP se ubicaron en 149 mil 496.0 millones de pesos.
Una reforma tributaria, la gran ausente del sexenio
En una coyuntura donde abundan presiones y necesidades en el gasto público, que cada año aumentan más, así como la debilidad de los ingresos, la gran ausente del actual sexenio fue una reforma fiscal que reforzara las finanzas públicas, indicaron expertos.
Las finanzas públicas actualmente no están garantizando derechos ni tampoco se está garantizando la estabilidad”, aseveró Jorge Cano, investigador de México Evalúa.
- Muestra de lo anterior es que, en lo que va del actual sexenio, los ingresos no han alcanzado la meta en dos ocasiones: la primera en el 2020, con la crisis del Covid-19, y la segunda vez el año pasado en donde, con una economía que sorprendió de manera positiva, el no cumplir con los ingresos proyectados llevó a recortes importantes en el gasto del gobierno.
“Tenemos rubros de gasto sedientos de recursos, ese es el caso del gasto funcional en salud (…) en seguridad”, señaló Mariana Campos, directora de México Evalúa.
- En este sentido, indicó que una reforma fiscal podría ayudar a aumentar los ingresos; sin embargo, ante el costo político que tiene y la coyuntura electoral, es difícil que se hable de ella.
- “La gran ausente en el sexenio fue una reforma fiscal (…) Se le ha huido al gran elefante de la habitación”, aseveró Enrique Díaz-Infante, investigador del CEEY que acompañó a la organización en su conferencia.
- Una reforma fiscal, abundó Mariana Campos, debe incluir responsabilidad hacendaria, es decir, mejorar el gasto público, así como fortalecer a las haciendas locales de estados y municipios.
“Tenemos varios tributos desaprovechados. El Predial es un impuesto patrimonial por excelencia. México está rezagado en relación, obviamente a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero también está muy rezagado en relación a países como Brasil, Argentina, Colombia y Perú”, refirió.
- Especialistas han explicado que México es uno de los países que menos recaudación de impuestos tiene a nivel local. Si bien a nivel federal es más competitivo, eso no alcanza para compensar todo lo que se deja de cobrar a nivel estatal y municipal.
- En el 2022, México fue el país que menos recaudó en términos de su Producto Interno Bruto (PIB) entre los 38 miembros de la OCDE. Durante ese año, los ingresos tributarios de México ascendieron a 16.9% de su PIB, frente al promedio de 34% de todos los países que integran la organización.
“Tenemos que pensar en el gasto, en cómo se toman decisiones, en los instrumentos específicos de redistribución, los incentivos a la formalidad”, planteó la directiva de México Evalúa.
- La debilidad de los ingresos ha impactado en rubros esenciales para la población, como lo es el gasto funcional en salud, que el año pasado sufrió recortes discrecionales que fueron los mayores en dos décadas.
- Los datos mostraron que, de enero a diciembre del año pasado, el gobierno gastó 800,347 millones de pesos en salud, lo que representó una caída anual de 3.4 por ciento. Además, fue 6.9% menor a lo aprobado.
“Para el 2023 se tenía la meta de ejercer 868,000 millones de pesos en salud, ya fuera a través de la Secretaría de Salud, IMSS, IMSS-Bienestar, ISSSTE y demás, pero se erogaron 808,000 millones de pesos lo que representa un recorte de 6.9% frente al programa. Este recorte no es mínimo, es el mayor que se tiene para el gasto funcional en salud (…) lamentablemente, los principales recortes se dieron en los institutos de salud para las personas sin seguridad social”, agregó Jorge Cano.
- En este sentido, el año pasado el gasto funcional de salud representó 2.5% del PIB, lo cual no es ni la mitad de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es 6.0 por ciento.
Para llegar a dicho monto, agregó el investigador, México debería gastar alrededor de 1 billón de pesos adicionales a los que actualmente se gastan en salud. “Hay una década pérdida para incrementar el gasto funcional en salud”./PUNTOporPUNTO
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